SEGUNDO ADHYAYA
Oh sabio, el que está sujeto a las pensas de la muerte, la enfermedad y la vejez, cuando conozca esta ciencia debe poner firme su mente y practicar khechari.
Hay que considerar nuestro guru en esta tierra al que conoce el khechari, destructor de la vejez y de la muerte, tanto por conocer el significado por los libros y por la práctica, y debe realizarlo con todo el corazón. No es fácil alcanzar la ciencia del khechari, como así tampoco su práctica.
Su práctica y la conjunción ─ melana no se alcanzan simultáneamente.
Los que se dedican sólo a la práctica no conquistan el melana.
Sólo algunos alcanzan la práctica, oh brahmana, luego de varios nacimientos, pero el melana no se logra ni después de cien nacimientos.
Luego de haber pasado por la práctica después de varios nacimientos, algún yogi (solitario) alcanza el melana en algún nacimiento ulterior, como resultado de su práctica.
Cuando un yogi recibe este melana de la boca de su guru, obtiene entonces los siddhis mencionados en los diversos libros.
Cuando un hombre recibe este melana a través de los libros, así como su significado, alcanza entonces el estado de Shiva, libre de todo renacimiento.
Hasta los propios gurus no son capaces de saber esto sin los libros; por lo tanto esta ciencia es muy difícil de dominar.
El asceta debe peregrinar por la tierra mientras no logre obtener esta ciencia y cuando se alcanza esta ciencia, tiene entonces en su mano los siddhis (o sea que ha dominado los poderes psíquicos).
No se ha visto que haya siddhis sin esta ciencia en ninguno de los tres mundos. Por eso hay que considerar un achyuta (Vishnu) a la persona que imparte el melana, así como a la persona que expone la ciencia.
Al que enseña la práctica hay que considerarlo un Shiva. Luego de recibir de mí esta ciencia, no debes revelarla a otros.
Por lo tanto, el que sepa esto debe protegerlo con todo su esfuerzo (es decir que nunca debe exponerlo excepto a personas que lo merezcan). Sabio brahmana, hay que ir al lugar en que vive el guru que sea capaz de enseñar el yoga divino y aprender de él la ciencia del khechari, y luego de que se lo enseñen bien habrá de practicarlo con cuidado al principio.
Por medio de esta ciencia la persona logrará el siddhi de khechari. Al unirse al khechari shakti (o sea la Kundalini shakti) mediante (la ciencia de) el khechari que contiene el bija (letra semilla) de khechari, se vuelve señor de los khecharas (devas) y vive siempre entre ellos. Al khechari bija (la letra semilla) se la denomina agni envuelto con agua, y se lo considera morada de los khecharas (devas).
Mediante este yoga se dominan los siddhis.
La novena letra (bija) de somamsa (la parte de Soma, o sea la luna), debe pronunciarse asimismo en orden inverso. Luego se describe la letra compuesta por tres amsas de la forma de la luna, y después debe pronunciarse la octava letra en orden inverso. Luego se la considerará suprema, y a su principio como quinta, y esto se dice a los kuta (cuernos) de la luna, entre los diversos bhinnas (o partes) de la luna.
Esto que promueve la perfección de todos los yogas debe aprenderse mediante la iniciación dada por un guru. El que lo recite doce veces por día no padecerá ni siquiera dormido a esa maya (ilusión) que nace en su cuerpo y que es la fuente de todas las acciones viciosas.
Al que recite esto cinco lakhs de veces con gran cuidado, se le revelará la ciencia de khechari por sí sola. Todos los obstáculos se deshacen y los devas quedan complacidos.
Sin duda se producirá la destrucción de las arrugas y las canas. Luego de adquirir esta magna ciencia, posteriormente hay que practicarla.
Si no, sabio brahmana, uno sufrirá sin alcanzar perfección ─ siddhi alguna en el camino de khechari. Si no se logra en la práctica esta ciencia semejante al néctar, deberá alcanzarla al principio del melana y recitarla siempre, (de lo contrario) el que carezca de ellos jamás logra siddhi.
Apenas alcance esta ciencia, debe practicarla y entonces logrará prontamente siddhi el sabio.
Luego de sacar la lengua desde su raíz en el paladar, el conocedor de Atman deberá limpiar las impurezas (de la lengua) según los consejos de su guru.
Debe tomar un cuchillo filoso, que esté aceitado y limpio y de forma parecida a la hoja de la planta snuhi, y deberá cortar (el frenillo de la lengua) el espesor de un cabello.
Habrá pulverizado (previamente) saindhava (sal de roca) y pathya (sal marina), y se la aplicará en el lugar. Al séptimo día, debe volver a hacer un corte del espesor de un cabello.
Así, por espacio de seis meses habrá de continuar gradualmente con mucho cuidado. En seis meses quedará destruido el siro-bandha (bandha de la cabeza) que está en la raíz de la lengua.
Entonces el yogi que conoce la acción oportuna habrá de envolver con el siro-vastra (literalmente la tela de la cabeza) a la Vak-ishvari (la deidad del habla) y (la) tragará.
Así, al tragarla repetidamente durante seis meses, oh sabio, esta llegará hasta el medio del entrecejo, y en dirección oblicua, hasta el orificio de los oídos.
Después de practicar gradualmente, llega hasta la raíz de la barbilla.
Después, en tres años, sube fácilmente hasta el fin de los cabellos (de la cabeza).
En forma oblicua llega al sakha, y hacia abajo hasta la depresión de la garganta. En otros tres años, ocupa el brahmarandhra, y allí se detiene sin duda. En sentido transversal, va hasta la coronilla de la cabeza, y hacia abajo, llega hasta la depresión de la garganta.
En forma gradual, abre la gran puerta diamantina de la cabeza; la rara ciencia (de khechari-)bija ya se explicó anteriormente.
Hay que realizar las seis angas (partes) de este mantra, pronunciándolo con seis entonaciones diferentes. Hay que hacer esto en orden para lograr todos los siddhis.
Y se lo debe realizar gradualmente y no todo a la vez, porque el cuerpo del que lo haga todo a la vez se destruirá enseguida.
Por lo tanto, óptimo sabio, hay que practicarlo poco a poco. Cuando la lengua llegue al brahmarandhra por el camino externo, entonces habrá que poner la lengua [allí] después de mover el cerrojo de Brahma, que los devas no pueden dominar.
Luego de hacer esto por tres años, debe hacer entrar la lengua interiormente. Entonces ésta entra en el orificio brahmadvara. Cuando entre al brahmadvara, hay que practicar bien el mathana (o “batido”).
Algunas personas inteligentes alcanzan siddhi incluso sin hacer mathana.
El que es experto en khechari mantra lo logra sin mathana.
Al realizar japa y mathana, pronto se consechan los frutos. Se conectarán ambas fosas nasales con un alambre de oro, de plata o de hierro usando un hilo mojado en leche, y se contendrá el aliento en el corazón, y sentado en una postura conveniente con los ojos concentrados en el entrecejo se realizará lentamente el mathana.
En seis meses, el estado de mathana se v uelve natural, com el sueño en los niños. No es recomendable practicar permanentemente el mathana.
Hay que hacerlo sólo (una vez) cada mes.
El yogi no debe mover circularmente la lengua por el camino. Después de hacer esto doce años, se logra seguramente siddhi.
Entonces ve en su cuerpo al universo entero, como algo no diferente de atman. Este camino del urdhva-kundalini (kundalini superior) conquista el macrocosmos, jefe de reyes.
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