"Si hay una constante en todas las fuentes de yoga, esa es su insistencia en el carácter “secreto” de su enseñanza. El secretismo es la forma de salvaguardar la transmisión íntegra y protegerla de contaminaciones externas. Aunque actualmente el acceso a todo tipo de información es libre, rápido y cómodo, el carácter secreto del yoga sigue estando vigente. Cabe distinguir entre “información”, a la cual se puede acceder de manera casi ilimitada, y “conocimiento”, cuyo acceso está tan restringido hoy como siempre lo ha estado. En la tradición india, el conocimiento es un bien que se merece y conquista, no un derecho que tienen todos los hombres por igual, a modo de como se entiende en el mundo moderno. Tradicionalmente, el acceso a los textos clásicos estaba restringido a iniciados en yoga, principalmente porque su comprensión dependía directamente de su práctica. De esta forma, se evitaban malas lecturas manteniendo la escritura en secreto. Actualmente, casi todo el mundo puede tener acceso a la lectura de estas obras o a alguna de sus traducciones. Sin embargo, de todos los que tendrían acceso a la lectura, verdaderamente muy pocos se interesarán por las obras, y de esos, otros pocos las leerán. De esos escasos lectores, alguno será practicante de yoga. Y de esos practicantes, quizá alguno llegue a comprender su contenido. De esta manera, se puede entender que la restricción de este tipo de textos sigue siendo la misma que cuando fueron redactados por primera vez. La única diferencia es que tradicionalmente se evitaban las lecturas inapropiadas a través del secretismo, y en el mundo moderno, el libre acceso a la información propicia que algunos confundan “información” con “conocimiento”. Más allá de esas distinciones, el conocimiento verdadero sigue estando protegido como siempre lo estuvo." - José A. Offroy Arranz

miércoles, 10 de diciembre de 2014

SHRI KRISHNA, SUS LILAS Y ENSEÑANZAS por Sri Swami Sivananda - part 5

JÑANA y VIJÑANA

El Señor dijo, "Aquél que está dotado de conocimiento teórico de los Shastras y que ha logrado la experiencia del Ser debe abandonar también ese conocimiento por Mí, sabiendo que el universo de diferencias es una ilusión o el resultado de Maya solamente.

Para un hombre de sabiduría, sólo Yo soy querido. Solamente Yo soy su objetivo deseado y también el medio para lograrlo. Yo soy tanto su Svarga como su Moksha. No hay nada más querido para él que Yo mismo.

Aquellos que han obtenido Jñana, conocimiento teórico, y Vijñana, experiencia del Ser, alcanzan Mi morada suprema o el objetivo más alto. El sabio es el más amado para Mí porque me sostiene en lo alto con su conocimiento.

El Tapas, las peregrinaciones a lugares sagrados y ríos sagrados, la repetición de Mantras, las donaciones caritativas y muchos otros actos purificatorios no son muy eficaces para lograr esa perfección que viene como un rayo proveniente de la experiencia directa del Ser.

Por lo tanto, ¡Oh Uddhava! Conócete a ti mismo para tener experiencia del Ser, y dotado de Jñana y Vijñana, venérame con devoción.

Mediante el sacrificio del conocimiento y la experiencia del Ser, los sabios me han adorado en su propio corazón, su propio Ser, a Mí, el Atman y Señor de todos los sacrificios, y han alcanzado la perfección o Moksha.

¡Oh Uddhava! Las tres clases de modificaciones, nacimiento, decadencia y muerte, o los tres cuerpos, denso, sutil y causal, que parecen estar en ti, son simplemente Maya o ilusión, porque ellos ocurren en el medio pero no existe al comienzo ni al final. Cuando el nacimiento y las otras modificaciones afectan al cuerpo, ¿qué puede significar eso para ti? En el caso de un objeto ilusorio, sólo lo que existe antes de él y después de él también existe en verdad en el medio".

Uddhava dijo: "¡Oh Señor del universo!, ¡Oh Tú que estás presente en la forma del universo!, por favor, dime cómo puede obtenerse totalmente ese conocimiento antiguo y puro junto con el desapego, la renuncia y la experiencia del Ser. Por favor, también dime acerca del método de devoción a Ti que es buscado por los grandes sabios e incluso por Brahma.

¡Oh Señor! En el terrible sendero del Samsara, acosado por los tres fuegos, Adhyátmico, Adhidáivico y Adhibháutico, y sujeto a diversos tormentos, ¡Oh Señor!, no veo otro refugio que el amparo de Tus pies que derraman el néctar del Moksha dichoso. ¡Oh Señor glorioso!, debido a mi codicia por los placeres mundanos más fugaces, he entrado en las fauces de la serpiente pitón que me ha arrastrado al abismo de una serie de nunca acabar de nacimientos y muertes. Sácame de este pozo en el que he caído y, lleno de gracia, esparce sobre mí Tus palabras sabias y tranquilizadoras que conducen a Moksha, la emancipación final".

El Señor dijo: "Tiempo atrás, el rey Yudhishthira preguntó a Bhisma, el más grande entre los versados en el amor por el Dharma, mientras todos nosotros escuchábamos.

Después que la guerra del Mahabharata había terminado, lleno de pena por la masacre de sus parientes y amigos, Dharmaputra pidió consejo a Bhishma, y tras hacerle preguntas sobre distintos tópicos, finalmente le preguntó acerca de la emancipación, Moksha.

Te diré lo que escuché de labios de Bhishma y que está cargado de los preceptos más elevados sobre renuncia, Vijñana o experiencia, fe, sinceridad y devoción.

Considero que es verdadero Vijñana cuando uno ve en todos los seres los nueve elementos (Prakriti, Purusha, Mahat, Ahamkara y los cinco Tanmatras o Sukshma Bhutas), los once elementos (los Karmendriyas, los Jñanendriyas y Manas), los cinco elementos (pañchabhutas) y las tres Gunas, y también ve al Uno en todos los seres.

En el caso de Vijñana, el sabio ya no considera a los distintos principios como reales o que los diversos seres estén penetrados por el Uno. Ya no ve, como antes, las cosas penetradas por el Uno. Permanece consciente de la única causa suprema, Brahman, y nada más. Se da cuenta de que los estados de origen, subsistencia, y destrucción afectan solamente a las cosas que están constituidas por las tres Gunas.

Aquello que, cuando un objeto es transformado en otro, existe al comienzo, en el medio y al final, y permanece cuando esos objetos regresan a su causa, es efectivamente lo verdadero o existente, Sat.

Los Vedas, la percepción directa, los dichos de grandes hombres y la inferencia son los cuatro Pramanas o pruebas de conocimiento. El mundo cambiante no soporta la prueba de ninguno de ellos, por lo tanto, el hombre sabio se vuelve desapegado de todas las cosas y renuncia al mundo.

Todas las acciones están sujetas a cambios. Producen las semillas del sufrimiento y tienen un límite en el tiempo. Nunca pueden crear felicidad eterna. Por lo tanto, el hombre sabio considera a todas las regiones celestiales que puedan ser obtenidas mediante las acciones, desde la mansión de Brahma hacia abajo, tan tristes y pasajeras como el mundo que vemos.

¡Oh inmaculado! Ya te he hablado del Bhakti Yoga. Te diré ahora los principales medios para lograr devoción a Mí. Escúchame una vez más.

Los principales medios para desarrollar devoción a Mí son: tener fe en los nectarinos relatos de Mis actos, narrárselos a otros después de escucharlos, cantar constantemente acerca de Mí, ser perseverante en venerarme, cantar himnos en Mi alabanza, deleitarse en servirme, postrarse con las ocho partes del cuerpo, adorar a Mis devotos que es incluso superior a adorarme a Mí, experimentar Mi presencia o existencia en todos los seres, considerar a todos los seres como a Mí mismo, mover las extremidades en la realización de actos dedicados a Mí, cantar acerca de Mis cualidades, dar discursos diarios sobre Mis atributos, ofrecerme la mente, abandonar todos los deseos, dejar la riqueza, los placeres, las comodidades y la felicidad por Mí, llevar a cabo sacrificios, realizar ofrendas y actos de caridad, repetir Mantras y practicar votos y austeridades, todo por Mí.

¡Oh Uddhava! Mediante tales actos piadosos, aquellos hombres que se han entregado a Mí desarrollan devoción por Mí. Una vez que obtienen devoción a Mí, nada más les queda por experimentar en este universo.

Cuando la mente, llena de Sattva y perfectamente serena, se entrega a Mí, el Atman, entonces el devoto logra rectitud, conocimiento, desapego y renuncia, así como poderes divinos propios del estado de Ishvara.

Pero cuando la mente corre tras los placeres de los sentidos, cuando está fija en algo distinto de Mí, cuando está apegada a los objetos fenoménicos y se deja arrastrar por los sentidos, se vuelve muy impura debido a Rajas y se apega a los objetos irreales; en consecuencia, se pervierte, y el hombre desarrolla las cualidades opuestas, irrectitud, ignorancia, apego y debilidad.

Todo lo que fomente la devoción a Mí es Dharma; aquello que permite percibir la unidad del Atman es considerado Jñana o sabiduría; el desapego por los objetos de los sentidos o las tres Gunas y sus productos es desapasionamiento; y el estado de Ishvara es poseer Anima y los otros poderes".


YAMA y NIYAMA

Uddhava dijo: "¡Oh Destructor de los enemigos! ¿Cuántas clases de Yama y Niyama hay? ¿Qué es Shama? ¿Qué es Dama? ¡Oh Krishna! ¿Qué es Titiksha? ¿Qué es Dhriti? ¿Qué es Danam? ¿Qué es Tapas? ¿Qué es Shauryam? ¿Qué es Satya? ¿Qué es Rita? ¿Qué es Tyaga? ¿Qué Dhanam, riqueza, es digna de desear? ¿Qué es Yajña? ¿Qué es Dakshina? ¿Qué es la fuerza de un hombre? ¿Qué es Bhaga? ¿Qué es Labha? ¿Qué es Vidya? ¿Qué es Hri? ¿Qué es Para-Shri? ¿Qué es Sukha? ¿Qué es Duhkha? ¿Quién es un Pandit? ¿Quién es un tonto? ¿Cuál es el sendero equivocado y cuál su contrario? ¿Qué es el cielo? ¿Qué es el infierno? ¿Quién es un pariente? ¿Qué es una casa? ¿Quién es rico? ¿Quién es pobre? ¿Quién es un Kripana? ¿Quién es Ishvara? ¡Oh Señor del honrado!, ten a bien responder a estas preguntas mías y explicar también sus opuestos".

El Señor dijo, "Los Yamas son: Ahimsa (no-violencia), Satya (veracidad), Asteya (no robar), Asanga (desapego), Hri (modestia o pudor), Asanchaya (no acumulación de riqueza o no guardar para el futuro), Astikya (fe en Dios), Brahmacharya (celibato), Mouna (silencio), Stairyam (firmeza o paciencia), Kshama (perdón), Abhaya (valor).

Los Niyamas son: Shaucha (pureza corporal y mental), Japa (repetición de Mantras o de los nombres del Señor), Tapas (austeridad), Homa (el ofrecimiento de oblaciones en el fuego sagrado), Shraddha (fe), Atithya (hospitalidad), Archana (adoración diaria), Tirthatana (peregrinación), Pararteha (trabajar para el beneficio de otros), Tushti (satisfacción), y Acharya Sevana (servicio al Maestro).

La práctica correcta de este grupo de doce virtudes otorga, con seguridad, los resultados deseados. Le dará prosperidad física o liberación.

Shama es fijar la mente en Mí, no el simple silencio mental o la calma. Dama es el control de los sentidos. Titiksha es tolerancia o valor, es soportar el pesar o las aflicciones. Dhriti es el dominio de los órganos del gusto y la reproducción. Dana es abstenerse de dañar a otras criaturas, esa es la ofrenda más alta. Tapas, en verdad, es renunciar a los deseos. Shaurya (valor o heroísmo), es la conquista de la propia naturaleza. Satya es la percepción de igualdad o el considerar a todos por igual.

Los sabios han declarado que Ritam es la palabra dulce y veraz. Shaucha o pureza es el desapego del Karma. Tyaga es el abandono de la acción. La riqueza que uno debe desear es Dharma. Yo mismo soy el Yajña. Dakshina es dar enseñanza espiritual o conocimiento, remuneración religiosa u ofrenda de sacrificio. El control de Prana es el mayor poder.

Bhaga es Mi estado divino con seis atributos. Lo mejor que uno puede lograr es la devoción a Mí. Vidya o aprendizaje es la eliminación de la idea de estar separado del Ser, es la aniquilación de la noción de pluralidad en el Ser. Hri no es simplemente modestia sino evitar las acciones prohibidas o los actos malvados. Shri no es sólo riqueza sino virtudes tales como el espíritu de independencia y la ausencia de deseo. Sukha o felicidad es trascender placer y dolor. Dukha o sufrimiento es el anhelo o las ansias de placeres sensorios. Un Pandit o erudito es aquél que puede distinguir entre la esclavitud y la liberación.

Un tonto es aquél que se identifica con el cuerpo, que piensa que el cuerpo y sus pertenencias son el Atman. El sendero recto es el que conduce a Mí. El camino equivocado es el que distrae a la mente. El aumento de Sattva es el cielo. El aumento de Tamas es el infierno. El pariente es el Maestro, es decir, Yo mismo, ¡Oh amigo! La casa es el cuerpo humano. El hombre rico es el que está lleno de excelentes cualidades.

Pobre es el que está descontento. Kripana es el que no ha controlado sus sentidos, el miserable o desvalido. Ishvara es quien no está apegado a los objetos o las Gunas.

¡Oh Uddhava! He respondido a todas tus preguntas completamente. ¿De qué sirve extenderse más sobre las características de los méritos y defectos (Guna y Dosha)? Diferenciar entre bien y mal es defecto. Estar libre de ambos es bueno. Pensar en las virtudes y los defectos de otros es malo; no pensar en ninguno de ellos es bueno".

LOS TRES SENDEROS: EL KARMA, BHAKTI y JÑANA

Uddhava dijo: "¡Oh Señor de ojos de loto! ‘Actuar’ y ‘No actuar’; ‘El Karma debe ser llevado a cabo’ y ‘El Karma no debe ser llevado a cabo’, preceptos y prohibiciones - ambos son Tus mandamientos en los Vedas. Los Vedas hablan de méritos y deméritos en relación con el Karma. Hablan de Varna y Ashrama, de las diferencias de acuerdo al tiempo, el lugar, la edad y los objetos, de Svarga y Naraka.

¿Cómo puede Tu palabra, que consiste en preceptos y prohibiciones, guiar a los hombres hacia la emancipación final o Moksha sin el conocimiento de la diferencia que hay entre el bien y el mal, o entre las virtudes y los defectos?

¡Oh Señor!, Tu palabra en la forma de los Vedas es la fuente superior de iluminación para los ancestros, los dioses y los hombres, tanto con respecto a lo invisible, como Moksha o Svarga, como a los fines a alcanzar y los medios para lograrlo.

Es por Tu orden, expresada en la forma de los Vedas, que tenemos noción de las diferencias entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, no fue nuestra idea. No es innato en nosotros. Las mismas escrituras fundamentan todas las ideas de diferencia. Me sorprende y confunde que esa diferencia sea negada o refutada por los mismos Vedas. Por eso, ten a bien ilustrarme sobre este punto".

El Señor dijo: "He enseñado tres Yogas o senderos que conducen a la felicidad final. Ellos son Jñana (el del conocimiento), Karma (el del trabajo) y Bhakti (el de la devoción). No hay ningún otro medio para obtener Moksha.

El Jñana Yoga es para aquellos que están disgustados con la realización de Karma y han renunciado a ello. El Karma Yoga es para aquellos que no están disgustados con la realización de Karma sino que están apegados a él y desean sus frutos.

El que, por alguna buena fortuna, tiene fe en Mis acciones y demás, y al mismo tiempo, no rechaza el trabajo ni está sumamente apegado a él, es apto para Bhakti Yoga.

Mientras uno no sienta aversión al trabajo ni sea atraído por el amor hacia Mí, o hasta que no haya desarrollado fe y veneración por escuchar las historias acerca de Mí y contárselas a otros, debe seguir trabajando.

¡Oh Uddhava!, aquél que, siguiendo los Dharmas o deberes propios de su Varna y Ashrama, lleva a cabo sacrificios sin deseo por el fruto, no va al cielo ni al infierno, siempre y cuando no haga nada prohibido.

Aquél que cumple con los deberes de su Varna y Ashrama, que es piadoso y que no hace nada malo ni prohibido, obtiene el conocimiento puro y desarrolla devoción a Mí, permaneciendo en este mismo mundo.

Incluso aquellos que están en el cielo o el infierno desean este mundo, porque es esta vida la que conduce al desarrollo del conocimiento y la devoción, mientras que esas otras dos regiones o los cuerpos con los que están dotados sus residentes no son útiles para ese propósito.

El hombre sabio no desea cielo ni infierno. No desea siquiera la existencia humana, porque la conexión con el cuerpo causa distracciones egoístas e ilusión. El apego al cuerpo hace ir por mal camino.

Siendo consciente de este hecho y sabiendo que el cuerpo, aunque sea perecedero, puede ayudarlo a lograr su objetivo o bien supremo, debe estar alerta y luchar por lograr la liberación antes de que la muerte se acerque. Al ver que hombres crueles están cortando el árbol en el que construyó su nido, el ave abandona su apego al nido y al árbol, y encuentra la felicidad renunciando a su hogar. Así también, el hombre sabio que observa y comprende que su vida se está acortado con la rotación de los días y las noches, tiembla de miedo, abandona todos los apegos y experimenta a Paramatman, el Ser Supremo. Entonces, queda libre de todas las actividades. Abandona todas las acciones, se libera así de Prakriti totalmente y permanece en calma.

El cuerpo humano, que es la primera causa de todos los logros, es un bote fuerte, difícil de proteger aunque fácil de obtener, y poco valorado cuando se lo posee. El Maestro tiene el timón de este bote, y Yo soy el viento a favor que lo impulsa. El hombre que no lucha por cruzar el océano de nacimientos con tal bote y tales medios se está suicidando realmente.

Cuando el yogui siente disgusto por el Karma y se vuelve desapegado, debe mantener la mente en un estado de concentración mediante la práctica de la meditación en el Atman, con sus sentidos bajo control. Cuando, durante la concentración, la mente comienza inmediatamente a volar y a estar inestable, él debe estar alerta y traerla bajo su control, gradualmente, con constantes esfuerzos, después de dejarla vagar un poco.

No permitas que la mente se vaya por donde quiera. Mantén tus Pranas y sentidos bajo control, y domina a la mente con la ayuda del intelecto fortalecido por Sattva.

Este tipo de control de la mente es el Yoga más elevado, semejante al control de un potro salvaje. Al principio, el jinete afloja las riendas pero nunca las suelta. Del mismo modo, el yogui permite que la mente pasee un poco a su manera por un tiempo, observa atentamente sus movimientos y luego la trae, gradualmente, bajo su control.

Reflexiona sobre el origen y la disolución de todos los objetos en el orden de la creación y su orden inverso, de acuerdo con el método del Sankhya. Haz esto hasta que la mente se calme.

Cuando el hombre se disgusta con el mundo y está dotado de desapego, cuando puede reflexionar sobre lo que su Maestro le ha enseñado, su mente abandona el temperamento malvado en virtud de la práctica repetida de la meditación.

Uno debe hacer que la mente piense en lo único que vale la pena, Paramatman, mediante Yama y otras prácticas del Yoga, o por medio de un examen correcto y minucioso de las dos categorías, y del conocimiento ganado de ese modo (reflexionar sobre el verdadero significado del Mahavakya "Tat Tvam Asi") y no por otro medio.

Si el yogui hace algo reprochable e impropio sin querer, debe quemar esa falta mediante el Yoga solamente (Japa del Mantra o del cautivador nombre del Señor, la meditación en el Señor o Brahman, Kirtan, Brahma Chintana o Brahma Vichara quemará el crimen de la impureza) y no por otros medios, es decir, no mediante ritos expiatorios.

Se considera que la adhesión a los deberes que son de su competencia es virtud (lo correcto). Haciendo esta diferencia entre virtudes y defectos, se impone una restricción sobre los actos que son impuros por naturaleza, con el propósito de permitir que las personas eliminen el apego por ellos.

El que tiene fe reverente en los relatos sobre Mis historias, que siente disgusto por todas las acciones, que sabe que todos los deseos consisten en sufrimiento y, aún así, es incapaz de renunciar a ellos, tal hombre debe venerarme con devoción sincera y fe firme; aunque experimente esos deseos y sus objetos, debe condenarlos por conducir a la desdicha.

Cuando un hombre me venera constantemente mediante el Bhakti Yoga mencionado, todos sus deseos son destruidos ya que Yo mismo vivo en su corazón.

Su esclavitud se rompe en pedazos, todas sus dudas se disipan y sus Karmas se destruyen cuando logra la experiencia de Mí, el Atman de todo.

La práctica del conocimiento y el desapego no sirve de nada para el yogui que tiene intensa devoción a Mí, que tiene su mente fija en Mí, y que es Yo mismo.

Por la devoción a Mí, Mi devoto obtiene todo lo que se logra mediante deberes honestos, austeridad, conocimiento, desapego, Yoga, caridad o cualquier otro medio de conseguir lo bueno, incluso el cielo, la liberación o Mi morada si le importa tenerlos.

Mis Bhaktas, que están únicamente dedicados a Mí, no desean nada aún si Yo se los ofrezco, ni siquiera la liberación final o Moksha.

Por lo tanto, no desear nada es la manera más eficaz de alcanzar el bien más alto. Aquél que no tiene ningún deseo ni se preocupa por nada, obtiene devoción a Mí.

Los méritos y los deméritos, que surgen de llevar a cabo acciones prohibidas, no afectan a aquellos devotos que están exclusivamente dedicados hacia Mí, el Ser Supremo que está más allá del intelecto. Ellos trascienden los límites de Guna (virtud) y Dosha (defecto).

Aquellos que, para alcanzarme, practican estos senderos de los tres Yogas que acabo de enseñar, obtienen Mi morada de dicha o experiencia de Brahman".


GUNA y DOSHA
(Virtudes y defectos)

"Aquellos que no siguen los tres senderos, de Bhakti, Jñana y Karma, sino que sólo buscan satisfacer sus míseros deseos, quedan atados al nacimiento y la muerte.

La dedicación a los deberes de la propia casta o etapa de la vida es Guna o virtud. Lo contrario es Dosha o defecto. Esta es la definición correcta de Guna y Dosha. Esta es la visión determinante con respecto a las virtudes y los defectos.

Pureza (Shuddhi) o impureza (Ashuddhi), bien o virtud (Guna), o mal o defecto (Dosha), buena fortuna (Shubha) o adversidad (Ashubha) son los términos aplicados a los mismos objetos en relación con la religión (Dharma), la sociedad (Vyavahara) y la vida (Yatra), respectivamente.

He explicado o establecido Achara, reglas de vida, para aquellos que quieren guiarse por el Dharma. Para hacer conocer acerca del camino recto distinto del incorrecto, cómo cierto curso de acción es admisible en un Brahmana, Kshatriya y demás, y la acción que puede adoptarse sólo para mantener la vida, ¡ Oh inmaculado!, he explicado este modo habitual de conducta, en la forma de Manu y otros legisladores, a aquellos que están dispuestos a soportar la carga de la forma recta del Karma.

El cuerpo de todos los seres, desde Brahma hasta la partícula inanimada más pequeña, está compuesto de tierra, agua, fuego, aire y éter. Todos ellos son animados por el Atman.

¡Oh Uddhava!, a pesar de que sus cuerpos son similares, los Vedas les dieron nombres distintos y establecieron las Varnas y Ashramas para que las criaturas pudieran lograr sus distintos fines de Dharma, Artha, Kama o Moksha, con respecto a los cuerpos de la misma clase y trabajando bajo las reglas impuestas para cada uno de ellos. (El objetivo es poner un límite a las inclinaciones naturales y asegurar así el cumplimiento de los propósitos como Dharma, Artha, etc.)

Para regular las acciones impongo virtudes y defectos con respecto al lugar, el tiempo y otras condiciones.

Aquellas tierras en las que no hay venados negros y donde la devoción hacia los Brahmanas está ausente, son impuras. A pesar de que están llenas de venados, regiones como la de Kikata y otras, que son estériles, deben ser consideradas impuras a menos que haya personas honestas en ellas.

Es buena la época que es apta para llevar a cabo los deberes védicos, por su propia naturaleza o por el suministro apropiado de los artículos requeridos, mientras que es considerada mala o inadecuada cuando los ritos védicos no pueden ser cumplidos por falta de las cosas necesarias y otras circunstancias.

Algunas cosas se vuelven puras o impuras cuando entran en contacto con otras o por la ceremonia purificatoria, por el tiempo, por la calidad o el volumen, grande o pequeño; ciertas cosas corrompen o no a alguien según sea o no físicamente capaz de cumplir con la regla, según tenga conocimiento o no, según sea rico o pobre, o según sea afectado por ellas debido al lugar, el tiempo y otras circunstancias (el agua de lluvia que es recolectada en un tanque es considerada pura después de diez días. La comida se vuelve impura si es guardada durante algunas horas. El agua de una tinaja se vuelve fácilmente impura pero no así el agua de un tanque. Si un hombre se entera del nacimiento de su hijo dentro de los diez días, está contaminado).

El proceso purificatorio de los cereales, la madera, los huesos (como el marfil), los tejidos, los hilos, los líquidos, los utensilios, las pieles, los objetos de barro, el aceite, el ghee, el oro y otros metales, se produce, según el caso, por el paso del tiempo o por el accionar del aire, el fuego, la tierra o el agua individualmente o en combinación.

Si algo es contaminado por el contacto con algo impuro, aquello que lo purifica es considerado el purificador, hasta que quita el olor y la cubierta de impureza, y lo vuelve a su estado natural.

Un hombre se purifica mediante el baño, la caridad, el Tapas o las ceremonias como la de llevar el cordón sagrado, por medio del recuerdo del Señor y Su nombre, por el Sandhya, la oración y la meditación, de acuerdo con la etapa de la vida y la fuerza que tenga. Así purificado, el dos veces nacido debe proceder a cumplir con sus deberes o actos religiosos.

La pureza de los Mantras surge de recibirlos del Maestro, como es debido. El Mantra tiene fuerza, pureza y eficacia. Las acciones se vuelven puras cuando Me las ofrecen. La pureza de los seis factores - espacio, tiempo, sustancia, agente, Mantra y los actos especificados – lleva a la rectitud, y la falta de ello es irrectitud.

A veces, lo que es considerado bueno puede volverse malo y lo que es malo puede volverse bueno según la regla o el mandamiento. Por lo tanto, la regla que define los actos como buenos y malos elimina su diferencia.

En el caso de aquellos que han caído una vez, ninguno de sus actos, comunes a todos en ese estado, o el incurrir en malas acciones se convierte en causa de mayor caída; la relación con el sexo opuesto es permisible en el caso de un hombre de familia; la persona que ya yace en el suelo no teme caer más.

Uno se desapega de aquello de lo que se abstiene. Esta es la conducta o el procedimiento correcto que procura felicidad a los hombres y que elimina su pena, su ilusión y su temor.

Creyendo erróneamente que los objetos externos son buenos, el hombre se apega a ellos; del apego surge el deseo de poseerlos, y el deseo hace que los hombres peleen entre sí.

La disputa genera una intensa ira que es seguida por la confusión o la obstinación. Esa obstinación destruye su inteligencia y su sentido de lo correcto y lo incorrecto.

¡Oh bondadoso!, cuando Tamas nubla y pervierte la inteligencia, ésta se reduce casi a cero. Semejante a un hombre desmayado o muerto, cae y pierde el objetivo de su vida.

Este hombre se apega apasionadamente a los objetos y no se conoce a sí mismo ni conoce al Ser Supremo. En vano vegeta como una planta y sólo respira como un fuelle.

‘Aquellos que llevan a cabo Yajñas alcanzan Svarga’ - afirmaciones como éstas, que están contenidas en los Vedas y que tratan sobre los frutos de las acciones, no hablan de la dicha final. No muestran un camino para la salvación. Son sólo palabras tentadoras para el logro de Moksha, del mismo modo que las palabras que hacen que un niño tome el remedio. El padre le dice, "Bebe esta medicina amarga, te daré un dulce". El niño toma el remedio. Pero lo que obtiene no es la golosina de azúcar sino que su verdadero beneficio consiste en recuperarse de la enfermedad. Así también, estos incentivos crearán un gusto en los hombres por alcanzar la experiencia del Ser. Estas posibilidades tentadoras llevan a las personas a lograr la emancipación final.

Desde su mismo nacimiento, los hombres se ven atraídos hacia los objetos de los sentidos, hacia sus vidas, sus poderes y sus parientes. Éstos son solamente fuentes de miseria y esclavitud.

Algunas personas ignorantes que no conocen el verdadero sentido de los Vedas, dicen: ‘¿Cómo puede ser que los Vedas recomienden el goce sensorio a la gente que, desconociendo su objetivo, ya está recorriendo el sendero de la miseria y cayendo en una cegadora oscuridad, y que siguen las enseñanzas de los Vedas (Karma Kanda)? ¿Por qué los Vedas enseñan el apego a tales cosas?’ Esas personas hablan de las descripciones floridas de los frutos de las obras mencionadas en el Karma Kanda de los Vedas. Pero aquellos que conocen el verdadero significado de los Vedas no hablan de la promesa de frutos. (La opinión de que el Veda enseña el camino para el logro de Svarga o de los placeres más fugaces es incorrecta. El propósito verdadero de los Vedas es enseñar el camino para la emancipación final).

Aquellos que están llenos de deseos, que son miserables y codiciosos, que confunden las flores con el fruto, que confunden los objetos irreales considerándolos reales, son engañados por los sacrificios realizados con la ayuda del fuego, que los llevan por el Pitriyana o el sendero del humo. Nacen otra vez en esta tierra después del goce temporal en Svarga. Nunca conocen la verdad de su Ser.

¡Oh querido!, aunque estoy sentado en su corazón, aunque soy la Causa del universo, ellos no Me conocen, porque sólo hablan de los sacrificios y tratan de satisfacer sus propios apetitos. Se asemejan al hombre cuya visión es disminuida por la neblina.

Si uno tiene pasión por matar animales, entonces está restringido a los sacrificios. Puede satisfacer esa tendencia solamente en los sacrificios. No es una regla obligar a alguien a que mate. Estas personas perversas que quieren satisfacer sus sentidos no comprenden Mi punto de vista. Se deleitan en matar animales para su propio placer y veneran a los dioses, los Pitris y los espíritus matando animales en los sacrificios.

Imaginando que ese mundo (Svarga) es real, siendo que es irreal como un ensueño y solamente placentero para el oído, tienen sed de gozar de los placeres en él, y con esa esperanza gastan su riqueza en sacrificios, del mismo modo en que un comerciante gasta su dinero especulando con la esperanza de ganar.

Las personas que están arraigadas en Rajas, Sattva y Tamas, veneran a Indra y otros dioses que también están relacionados con Rajas, Sattva y Tamas, pero no Me veneran a Mí.

Piensan, ‘Venerando a los dioses aquí mediante sacrificios, iremos al cielo y gozaremos allá, y al final de ese período de disfrute, naceremos otra vez aquí en familias nobles y obtendremos vastas posesiones’.

A los hombres cuyas mentes son atraídas por esas palabras melosas de las escrituras, y que son orgullosos y avaros, no les gusta siquiera que se Me mencione.

Las tres divisiones de los Vedas tratan, en verdad, sobre la identidad del Jiva con Brahman. Ellas quieren expresar la verdad de la unidad del alma individual y el Alma Suprema. Pero los Mantras (Vedas) son indirectos en su significado. Dicen las cosas aparentando ser lo que no son, y a Mí me gusta que sean así indirectos. (Porque solamente aquellos hombres puros y piadosos, que comprenden su verdadero significado, renunciarán a las acciones. Si esto es expresado abiertamente, todas las personas abandonarían las acciones antes de estar listas o en condiciones para comprender las verdades del Vedanta).

El Shabda Brahman o el Veda es muy difícil de comprender. Es el producto de Prana, la facultad de la palabra y la facultad mental. Está condicionado por los Pranas, la mente y los órganos. Es muy sutil, ilimitado, profundo e incomprensible como el océano.

La palabra o el sonido tienen una forma sutil y una grosera. Pará, Pashyanti y Madhyama son sutiles. Se mantienen profundas e incomprensibles como el océano. Solamente Vaikhari se manifiesta en los Vedas, surgidos del Pranava, y aparece a través de las letras del alfabeto y los metros. Pará se manifiesta en el Prana, Pashyanti en la mente, Madhyama en los Indriyas. El estado que es emitido a través de los órganos vocales como la palabra articulada es conocido como Vaikhari. Vaikhari encuentra manifestación en la expresión hablada.

El Veda está cargado con Mi presencia y se fortalece por Mí, que soy perfecto, inalterable e ilimitado en los poderes, y es percibido como sonido o como OM en todos los seres por la visión interior de los yoguis, como las fibras delgadas en un tallo de loto.

Así como una araña proyecta su red desde el corazón a través de la boca, también el Señor Hiranyagarbha, cuya forma es la del Veda, proyecta el Veda desde el OM o Pranava a través de Su mente. Éste fluye en miles de canales, adornado con consonantes, vocales, consonantes aspiradas y semivocales desarrolladas a partir del Pranava, y expresadas en maravillosas formas de la palabra o el lenguaje con cuatro metros dominantes. Hiranyagarbha reabsorbe todo dentro de Sí al final de un ciclo, al igual que la araña retira su red.

Algunos de los metros son: Gayatri, Ushnik, Anushtup, Brihati, Pankti, Trishtup, Jagati, Atijagati, Atichandas, Atyashti y Ativirat.

Nadie aparte de Mí conoce en este mundo el secreto de lo que los Vedas establecieron, explicaron, recapitularon y trataron.

Los Vedas fijaron reglas para venerarme. Ellos Me describen de distintas formas. Yo también soy lo que está establecido en ellos para ser refutado más tarde. Este es el significado de todos los Vedas. Los Vedas que Me consideran su substrato dicen que dualidad y diferencia son simplemente una ilusión, y el resultado de Maya. Finalmente niegan todas las diferencias y dejan de cumplir su función".

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