"Si hay una constante en todas las fuentes de yoga, esa es su insistencia en el carácter “secreto” de su enseñanza. El secretismo es la forma de salvaguardar la transmisión íntegra y protegerla de contaminaciones externas. Aunque actualmente el acceso a todo tipo de información es libre, rápido y cómodo, el carácter secreto del yoga sigue estando vigente. Cabe distinguir entre “información”, a la cual se puede acceder de manera casi ilimitada, y “conocimiento”, cuyo acceso está tan restringido hoy como siempre lo ha estado. En la tradición india, el conocimiento es un bien que se merece y conquista, no un derecho que tienen todos los hombres por igual, a modo de como se entiende en el mundo moderno. Tradicionalmente, el acceso a los textos clásicos estaba restringido a iniciados en yoga, principalmente porque su comprensión dependía directamente de su práctica. De esta forma, se evitaban malas lecturas manteniendo la escritura en secreto. Actualmente, casi todo el mundo puede tener acceso a la lectura de estas obras o a alguna de sus traducciones. Sin embargo, de todos los que tendrían acceso a la lectura, verdaderamente muy pocos se interesarán por las obras, y de esos, otros pocos las leerán. De esos escasos lectores, alguno será practicante de yoga. Y de esos practicantes, quizá alguno llegue a comprender su contenido. De esta manera, se puede entender que la restricción de este tipo de textos sigue siendo la misma que cuando fueron redactados por primera vez. La única diferencia es que tradicionalmente se evitaban las lecturas inapropiadas a través del secretismo, y en el mundo moderno, el libre acceso a la información propicia que algunos confundan “información” con “conocimiento”. Más allá de esas distinciones, el conocimiento verdadero sigue estando protegido como siempre lo estuvo." - José A. Offroy Arranz

jueves, 4 de abril de 2013

EL RISHI, diálogos con el Maestro interno - Ishvara Puri Das (Maximiliano)

"Que la Sadhana sea tu vida y tu vida una Sadhana, que tus palabras sean Mantras al Divino; que tus actos sean una Ofrenda; que en tu mente no quepan pensamientos, solo Silencio y Meditación; que tus razones y motivos solo manifiesten la Voluntad Divina; que tu ego sacrifique su existencia para que el Espíritu reine por toda la eternidad..."


 artista: S. Rayam

1

Las enormes montañas dejaban atrás las nevadas del invierno. El sol comenzaba a brillar más intenso y piadoso, confortando con su calor a la tierra, que comenzaba a pintarse de intensos verdes, tímidas y coloridas, se asomaban las primeras flores que anunciaban la llegada de la nueva primavera.

Allí, al pie de la gran montaña, se situaba la ermita del Rishi, el viejo sabio al que todos venían a escuchar, con el primer amanecer de la primavera.

Él entonces, salía de su retiro y contemplación, para ofrendar sus palabras a los hombres.
Bajo la ermita había un amplio valle de verde sobrecogedor, con flores de intensos colores y aromas hipnóticos, cascadas de agua cristalina y fresca. Solo la música de los pájaros y el rumor de los vientos recorrían el lugar.

Allí, desde horas tempranas, comenzaron a autoconvocarse monjes, ermitaños, ascetas y sabios, también simples hombres y campesinos lugareños con sus familias y hasta extranjeros venidos de tierras lejanas.

Todos y cada uno estaban allí por una simple razón, beber el néctar de la sabiduría que brotaba de los labios del Rishi.

Al asomar el sol en el horizonte, las puertas de la antigua ermita se abrieron, y el perfume de los inciensos embriago a los allí presentes. El viejo sabio se asomó y descendió al valle donde cientos de almas lo aguardaban con respetuoso silencio y amorosa devoción. Su andar era lento y suave, parecía deslizarse en el aire. Se detuvo frente a la multitud, acarició su larga y blanca barba de forma juguetona y los observó a todos con ojos llenos de piedad y amor, su mirada era tan profunda e intensa que parecía concentrar en ella toda la sabiduría del universo.

La voz de un asceta de las montañas rompió el expectante y respetuoso silencio:
-Venerable Maestro dinos…¿Qué es el pecado?...¿Que serie de procesos nos llevan al error?

El viejo Rishi penetró a todos con su mirada, parecía indagar en todas y cada una de sus almas…y entonces, habló con voz profunda, clara y pausada:
-El pecado es la ignorancia, pues ella es la que conduce al error.
Ella es la raíz y causa de todo sufrimiento. De ella se desprenden la ambición, la codicia, el orgullo, las malas acciones, la envidia, el odio, el egoísmo, la lujuria, los deseos.
De ella surgen las dudas, el miedo, el apego, la intolerancia, los malos pensamientos, la injusticia y el dolor.
Quien descubre esto en su interna meditación, se irá librando capa a capa de la oscuridad y alcanzará la luz de la verdad. Tomará el recto camino, la acción correcta, la palabra justa, la visión correcta, el pensamiento correcto, la renunciación, el desapego, la paciencia, la tolerancia, la compasión.
Aplicará su energía y su atención en forma correcta, su concentración en forma unidireccional, de esa forma destruirá los demonios que son hijos de la ignorancia y alimentan las mentes con oscuras ilusiones.
Solo así sus almas lograrán volar libres hacia las cumbres más altas y alcanzarán la paz, donde está quien aguarda nuestro retorno a su seno de luz, amor y verdad perfectas.
No busquen el error en los demás, pues ese es el reflejo de su propio error. Quien está alerta y vigilante en la puerta de sus sentidos y controle sus emociones alcanzará la perfección.
Quien día y noche controle su mente y deje fluir su espíritu alcanzará la perfecta iluminación.
La ignorancia esconde el proceso que lleva al error, de ella se desprende el deseo, el cual nos lleva al apego por seguir disfrutando las sensaciones que se desprenden de los sentidos y producen los fenómenos físicos y mentales que nos dan una noción y vivencia equívoca de la realidad.
Quién no esté alerta a sus sentidos y emociones nunca alcanzará la liberación del sufrimiento.
Quién controle el deseo librará a su mente del mundo de las ilusiones.
Quién prima la necesidad por sobre el deseo, quien hace lo que siente y estimula su anhelo alcanzará la felicidad y el estado de plenitud.

Así hablo el sabio Rishi, y un rumor de aprobación corrió entre los presentes.

La voz de un monje se elevó de entre la multitud:
-Oh Gran Sabio! Venimos a escuchar de tu boca las máximas del Divino, ¿Podrías iluminarnos acerca del sentido de la existencia?

El Rishi cerró un momento sus ojos…luego los abrió y parecía refulgir en ellos el mismísimo fuego de Dios…y así dijo:
-Quien entienda tal cuestión alcanzará el sentido de su propia vida y llegará a la iluminación, más el propósito de la manifestación de la existencia es el gran misterio del Uno.
El sentido de la existencia es comprenderte a ti mismo, esa máxima que los iluminados les han exhortado una y otra vez. Y comprenderte a ti mismo, revelará tu identidad espiritual y cuál es tu lugar como servidor del Supremo.
La existencia surgió como un primer impulso del Gran Todo por comprenderse así mismo y ese primer impulso originó la primera impresión donde surgió la dualidad, que hizo sentir al alma separada da la Gran Alma, como una gota que se separa de un océano infinito e ilimitado, flotando en su superficie envuelta en una burbuja de ilusión e ignorancia que la hacen sentirse distinta y separada de ese océano al que ella pertenece.
Este primer impulso generó las impresiones que a su vez manifestaron los tres planos: físico, mental, sutil y en ellos el alma experimenta la ilusión de la realidad hasta que alcanza a comprenderse así misma y encuentra ese camino de retorno a esa Súper-Alma de la que nunca estuvo separada, más que por la ignorancia y las impresiones que de ellas generaron la ilusión.

Uno de los campesinos elevó su voz:
-Pero dinos Gran Rishi, ¿Qué es esa Súper-Alma de que la hablas?

-Ella es el Todo y en quien todo está contenido. Está en cada piedra de estas montañas, en el canto de cada pájaro de estos valles, en el color de cada una de estas hermosas flores, en el rumor de los vientos, en los cielos y en la tierra.
Ella está dentro de ustedes y delante de sus ojos, ya que Ella se manifiesta en cada criatura y cosa de este mundo y los otros mundos.
Si miran los cielos por las noches, la verán en cada estrella, en cada galaxia y en los millones de universos que la contienen, ya que cada uno de ellos es un átomo de Ella misma…

El viejo Sabio los invitó a recogerse un momento y meditar en silencio lo que se había hablado…

2

Un anciano ermitaño rompió el silencio:
-Sabio Maestro, tus palabras son la calma después de la tempestad, son el calor que reconforta del frío y el agua que sacia la sed!
Dinos pues…¿Cómo rompemos los eslabones de la gran cadena de nacimientos y muertes?

El Rishi salió de su estado de absorción y con ojos fulgurantes les dijo:
-Sujeten su mente con firmeza, como un domador a una bestia salvaje!
Aquieten las turbulentas olas de los pensamientos, el ruidoso parloteo de las pasadas experiencias, las ilusorias visiones de la mente, las engañosas imágenes del Yo!
Acallen el ruido del aire y duerman todos los sentidos…y entonces, en ese momento, una pequeña llama en el templo interno comenzará a brillar, y si con paz y amorosa devoción se entregan a ella, el resplandor del Divino será en ustedes.
La mente es como un niño inquieto que juega y salta de un lado a otro, deben apaciguarla y acallar su bullicio, solo así entrarán en el santuario de la paz y la bienaventuranza.
Del mismo modo que al detenerse el viento los árboles dejan de agitarse y las olas rugir, deteniendo el aliento se calman las impetuosas aguas de la mente, dejan de agitarse los pensamientos y se duermen los sentidos. Y entonces, ahí, concentrados en su interno, entréguense al Mantra Divino, y abrirán las puertas del reino eterno y despertarán el fuego que consume las ilusiones.

Una voz inquirió: -¿Puedes hablarnos del apego y el deseo?

-Exploremos juntos tal cuestión! -los invitó el Sabio.
-El apego es hijo del deseo y cortesano de la ignorancia. La mente es la que se apega al disfrute de los objetos de los sentidos, y las placenteras sensaciones que de ellos devienen. Pero esto, no es más que la errónea percepción de la realidad que la mente experimenta a través de los sentidos.
Ella es presa del deseo, el tener, es posesiva, celosa y egoísta con lo que le produce satisfacción, placer, una falsa felicidad y al perder el objeto de sus deseos, al cual estaba apegada nada más que por ignorancia, padece terribles sufrimientos y se siente desdichada, porque no comprende que nada es para siempre, toda cambia y se transmuta, ya que la energía nunca deja de movilizarse y transformarse.
La mente quiere TENER…tener esto, aquello y lo otro, todo lo que le provoque una falsa satisfacción y seguridad!.
Entiendan esto: el ego-mente QUIERE, el espíritu AMA!
La mente quiere lo que necesita para su provecho y satisfacción, el espíritu en cambio ama libremente, da y se entrega sin esperar nada a cambio, él no tiene apegos, ya que sabe que la única experiencia real es esa llama divina que hay en su esencia.
El espíritu no se apega ni a la vida, ni a la muerte, ya que sabe que son las distintas etapas que han de ser transitadas en el devenir de lo eterno para adquirir la sabiduría fruto de sus experiencias, y de esa forma comprenderse así mismo y desapegarse hasta de la existencia misma, para retornar en luz a su origen divino.

Un hombre anciano exclamó:
-Oh Iluminado! A transcurrido ya más de la mitad de mi vida, y sin embargo no he encontrado todavía la paz!...¿Será que ella nos es esquiva hasta dejar estas vestiduras de carne?

El Rishi lo observó con profundo amor y compasión, y con voz calma pero con el fervor de la verdad les llamó la atención a los presentes:
-Oh hombres! Que se pierden y entretienen con los juguetes de los sentidos, de su cuerpo y de su mente!...
La paz puede alcanzarse aquí y ahora!, pero para ello deben despojarse de sus pasiones, de sus conceptos, ideas y puntos de vista.
Deben dejar de lado sus pensamientos, sus deseos y la enfermiza búsqueda de placer.
Deben ahuyentar los fantasmas de su mente y buscar el único tesoro, por el que bien valen la pena los sacrificios. Ese tesoro que aguarda en sus corazones para fluir e iluminar sus vidas, que es el amor más perfecto y puro de sus espíritus, dejen que él tome el timón de sus vidas, solo así hallarán la paz, la felicidad y la bienaventuranza!
No hay tratados psicológicos, filosóficos, políticos ni religiosos donde buscar la paz, solo quien trasciende los sentidos, su mente y su fragmentación alcanza la paz y la plenitud.
Solo quien se desapega y desprende de todas las cosas, y hasta del fruto de sus acciones, alcanza la paz y la plenitud.
Solo quien actúa desde la morada de su corazón y fluye con su espíritu, entregado a la Voluntad Superior, alcanza la paz y la plenitud aquí y ahora!
Pero para eso, deben realizar esa acción revolucionaria por la cual se transforma por completo la conciencia, ese ver y darse cuenta. Vaciar el contenido de sus mentes y dejar que actúe esa energía que está ahí aguardando por ustedes, esa energía que es intuición, inteligencia, sabiduría, amor y verdad.
Ese algo nuevo, porque deben descubrirlo, y viejo, porque siempre estuvo ahí, transformará sus vidas aquí y ahora. Más si por eso no tienen la misma urgencia que por el aire que los nutre y por el agua que calma su sed, entonces pues, nunca lo realizarán y terminarán con su esclavitud y su padecer.

Hubo un profundo silencio, un silencio lleno de energía y lucidez, del que naturalmente surgió la meditación…


3

Ya el sol, abrasador con su luz y calor, anunciaba el mediodía. La naturaleza en aquel valle era todo esplendor, vida. Se respiraba en el lugar una atmósfera de paz, armonía y bienestar.

Un joven preguntó tímidamente: -Sabio Gurú háblanos de la libertad!

-La libertad se obtiene por real desapego de todas las cosas, hasta del propio cuerpo y la propia vida. El real desapego se produce por la adquisición del real conocimiento de las cosas, que se obtiene por medio del análisis y la indagación profunda, en la atención constante sobre las sensaciones al interactuar nuestros sentidos con el mundo de los fenómenos, como resultado del despertar de la búsqueda de la última realidad de todas las cosas.
La libertad es la negación de todo condicionamiento, ya sea por nacimiento, lugar, cultura, creencia, moral, filosofía, dogma, modelo de conducta y todo tipo de identificación, la cual produce la fragmentación y el conflicto.
Ustedes no pueden seguir viviendo en tamaño sin sentido! Con toda la separación, violencia, brutalidad, barbarie y sufrimiento en el que están inmersos. Ustedes son espíritu preso en la materia!
La mente que es incisiva, abierta y libre de todo prejuicio y condicionamiento, sin duda alcanzará la libertad. Más debe entregarse para eso, a la observación atenta y consciente de la realidad y de las emociones, sentimientos y sensaciones, que se producen al interactuar la misma con la realidad ilusoria.
La vida es nuestra herramienta, no solo para alcanzar el conocimiento, la libertad y la realización, si no y más importante, es el medio por el cual alcanzamos la conocimiento del Supremo y su Propósito Divino.

Una joven mujer indagó al Rishi: -¿Qué es el Amor?

-Te diré más bien que no es amor -dijo el Sabio- los celos, el control, el dominio, el interés, la mezquindad, la conveniencia, la intolerancia, la influencia, la manipulación, el egoísmo, la codicia, la ambición, el irrespeto, lo esquivo, la injusticia, la falsedad, lo inmoral, lo corrupto, la negligencia, la insolidaridad, la desconsideración, la violencia, la esclavitud, el sometimiento, la indolencia, la mentira, el engaño, la infidelidad, la traición, el ocultamiento, el no perdón, el olvido, la censura, el sexo…eso no es el AMOR…

Así hablaba el Sabio Rishi, con la autoridad de la sabiduría y la realización, y todos lo escuchaban maravillados.

-Maestro enséñanos que es la meditación

-La meditación es desconectarse de todos los sentidos y las imágenes, es acallar el diálogo y las reflexiones de la mente, es adentrarse en la aventura del autoconocimiento.
Es librarse de lo conocido y dar lugar a que se manifieste lo que siempre fue, ese algo que está en el más allá de todo aguardando por nosotros. Ese algo que destruye las ilusiones y nos conecta con lo real, ese algo que quema nuestros cuerpos en el fuego del Yoga y así libera nuestro espíritu.
La meditación es absorberse, adentrarse, indagar, concentrarse, visualizar, respirar, nutrirse y vivir en Dios.
La meditación es para los valientes y los héroes de la vida! La meditación es la llave de la puerta a la realización.

-¿Y qué es la realización Maestro?

-la realización es desprenderse del falso ego, de todas las ataduras físicas, mentales y espirituales.
La realización es alcanzar el estado de plenitud, el ser consciente de Dios...
La realización se obtiene por medio de una acción revolucionaria y esa acción revolucionaria es el Yoga!

-Maestro, nos has hablado repetidas veces de una energía que se esconde en nosotros, ¿A qué te refieres, puedes ser más preciso?

-Les he dicho que por un velo de ignorancia el espíritu cree ser el cuerpo, y así también este velo de oscuridad le impide percibir que lleva en su interior una chispa de fuego del Alma Suprema.
Esa tremenda energía vital está escondida en nuestro interior, y por medio del trabajo interior, podemos contactarla, despertarla y movilizar.
Esa energía es el fuego del Yoga y dadora de liberación. Si purifican sus cuerpos, si controlan su mente, seguramente ella despertará en ustedes, más para ello deben no hacer sacrificios, si no trabajar con firme voluntad, valentía y vocación de alcanzar la meta última.

Un anciano quejumbroso increpó al sabio Rishi:
-Muchos como tú nos han hablado antes, pretendiendo ser instructores de los hombres, con sus enseñanzas se erigieron religiones, doctrinas, cultos, sectas y maravillosos templos! Sin embargo, el mundo no ha cambiado, y donde uno mire Dios está ausente, hay sufrimiento, violencia y todo tipo de pareceres!

-ÉL no está ausente, pues está en todo y todo lo contiene! ¿Porqué culpas a Dios si los hombres le vuelven el rostro? ¿Porqué culpas a los mensajeros de que los hombres hagan oídos sordos a sus palabras?
No hay ningún Dios que haya creado religiones, eso es una perversión de los hombres.
El hombre necesita ver para creer, pues está tan sometido a la ilusión de los sentidos que dejó de lado su intuición y su sentir, esas herramientas con las cuales contactar a su espíritu y dejarlo fluir.
El hombre es libre de hacer, puede optar por seguir inmerso en su vacía y caótica vida de ilusiones, o buscar la verdad y la realización.
El hombre no está impedido por nada ni nadie más que por sí mismo. Él es quién decide dónde posar cada paso en el camino.
Dejen de buscar un Dios o Maestro que exalte y satisfaga sus falsos egos, y más bien busquen despertar en ustedes el amor de Dios!
Al hombre se le han dado todas las herramientas para manifestar lo Divino: sus cuerpos, raciocinio, sentimientos e intuición, y con esas herramientas deben trabajar! Como un campesino que abre surcos en la tierra para depositar la semilla que con los debidos cuidados y atención dará fruto.
Nadie hará las cosas por ustedes, no hay más salvadores que ustedes mismos tomando decisiones correctas y conscientes, busquen el camino de la verdad y la realización!

Todos en silencio inclinaron sus rostros, el hombre anciano hizo un gesto de aprobación.
Las blancas vestiduras del Sabio Rishi parecían tener brillo propio. De sus ojos brotaron lágrimas, más no de tristeza, sino de amor y compasión.
Él trataba de ser directo y sencillo, para que todos pudieran comprenderlo y poder despertar en ellos el anhelo de liberación.

Con voz suave les dijo: -La verdad no está oculta en ningún lugar secreto e inaccesible.
La verdad es alcanzable y realizable aquí y ahora, por quien está dispuesto con todo su corazón a buscarla.
La verdad está en ustedes…en sus corazones hallarán la luz más perfecta y la verdad más profunda, ahí encontrarán a Dios mismo aguardando para que lo manifiesten… ahí mis amados… está la llave que abre todas las puertas!...

El Rishi se sentó sobre el césped, unas coloridas mariposas revoloteaban juguetonas a su alrededor, y algunos pájaros se posaron a su lado como observándolo. De pronto el Sabio se transformó completamente, de su cuerpo parecía emanar luz y con ojos extasiados comenzó a cantar una hermosa melodía:

Sin cuerpo, sin sentidos
El aliento es el vehículo
El fuego divino asciende
Sólo Tú Presencia es

Me inclino ante ti
Om Bhagavan vencedor de las tinieblas

Vacío mi mente
Y abro mi corazón
Todo lo colma el amor Divino
Cuando pongo tu Nombre en mis labios

Te rindo adoración
Om Bhagavan vencedor de las tinieblas

El velo se corre
Vislumbro la luz
Más ella también es ilusión
Busco más allá, tus Divinos pies de loto

Me entrego a ti
Om Bhagavan vencedor de las tinieblas

El sonido lo manifiesta
El amor lo cautiva
 No tiene más sentido la existencia
Que servirte en Tú juego Divino

Me consagro a ti
Om Bhagavan vencedor de las tinieblas

Todos los presentes estaban en profunda interiorización, algunos lloraban con lágrimas de amorosa devoción. Durante un prolongado tiempo se hizo el más profundo de los silencios…

4

El Rishi volvió a hablar:
-Busquen ser perfectos, no obren en contra de los demás, sean benévolos, no hagan las cosas por interés ni ofrezcan ayuda por tal motivo, sean pacientes, solidarios y compasivos, entreguen lo mejor de ustedes ante cada situación o persona que acuda a ustedes, solo así transformarán la realidad.
Sean siempre positivos y así atraerán lo positivo a sus vidas.
No vean las dificultades como problemas, sino más bien como oportunidades, solo así aprenderán y desarrollarán sus potenciales y cualidades.
El bien que desean para ustedes, deseen también para todo el mundo.
Sean hijos de la naturaleza, pues ella es su Madre, el mundo no es de ustedes, es un ser vivo del que son una pequeña parte.
Amen y respeten, y así serán amados y respetados .
Den y así recibirán, porque la energía está en constante movimiento.
Sean simples, sencillos y frugales, no se abandonen al exceso. Tengan solo lo que necesitan, pues sino estarán quitando a los demás.
Nada justifica el quitar la vida o dañar al otro, nada justifica el matar, esa es la atrocidad más grande.
Ayuden a quien lo necesita y enseñen a quien quiere aprender.
No hagan oídos sordos ni cierren sus ojos ante el sufrimiento, estén siempre prestos a tender una mano.
No odien, ni sientan rencor, hasta un adversario tiene algo para enseñarnos. No hagan enemigos, pues así serán vistos también ustedes.
Busquen refugio en la verdad, en el bien y en el amor, solo anhelen la realización y la trascendencia, para así poder llevar a otros de su mano hasta la meta.

El Rishi se puso de pie y observándolos a todos comenzó a sonreír. Más de pronto comenzó a reír estrepitosamente, todos se contagiaron y comenzaron a reír, emanaba del Sabio una contagiosa felicidad…
Y así, entre carcajadas, regresó sus pasos hacia la antigua ermita, ¿Quién sabe hace cuánto tiempo ese hombre iluminado vivía allí bendiciendo con su presencia al mundo?

Ya el sol se ocultaba entre las montañas, toda la naturaleza entraba en reposo. La gente comenzó a abandonar el valle, riendo y cantando, desbordantes de felicidad…como hermanos…como si fueran UNO.

EPÍLOGO

Un temblor conmovió todo su cuerpo. Lentamente, Shankar abrió sus ojos, miró en derredor, desde la entrada de la cueva donde el se encontraba podía apreciarse todo el valle y más allá, los picos nevados rodeaban todo como una muralla imponente; ya estaba atardeciendo y el Sol se ocultaba rojizo entre las montañas.

Shankar estaba profundamente conmovido, brotaban lágrimas de sus ojos más no de tristeza, sino de felicidad y bienaventuranza. Había logrado una intensa meditación, se había adentrado en el valle de su corazón, en la caverna secreta donde se halla en todos nosotros, la ermita de nuestro Maestro Interno: Paramatma. Allí fueron respondidas todas sus preguntas, indagó en lo más profundo de su Ser, fue más allá de su cuerpo y de su mente, y allí, en ese lugar sin tiempo, el Rishi, le obsequió todas la respuestas, lo llevó a la iluminación, ese estado en el que uno despierta y se hace consciente del Juego Divino.

Shankar comenzó a entonar el mantra, agradeciendo al universo este momento tan trascendente en su vida, la bendición de haber comenzado el camino hacia la liberación de su espíritu y el Amor Divino. Dió gracias a quienes fueron sus Maestros, su familia, sus amigos y también sus enemigos, ya que de todos obtuvo las más grandes lecciones y enseñanzas, para pulir, templar y fortalecer su corazón, su espíritu, su Ser… de todos ellos aprendió acerca de la alegría, la ira, la tolerancia, la paciencia, la bondad, el egoísmo, la solidaridad, el respeto, el odio… pero sobre todo aprendió acerca de la Compasión y el Amor, las dos llaves que le abrieron las puertas de la cámara secreta de su corazón, para que allí encontrara el más grande de todos los tesoros: a Sí-Mismo!

Que toda la existencia sea plena de felicidad y bendiciones!

Om shanti shanti shanti!

Autor: Max Alejandro

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