"Si hay una constante en todas las fuentes de yoga, esa es su insistencia en el carácter “secreto” de su enseñanza. El secretismo es la forma de salvaguardar la transmisión íntegra y protegerla de contaminaciones externas. Aunque actualmente el acceso a todo tipo de información es libre, rápido y cómodo, el carácter secreto del yoga sigue estando vigente. Cabe distinguir entre “información”, a la cual se puede acceder de manera casi ilimitada, y “conocimiento”, cuyo acceso está tan restringido hoy como siempre lo ha estado. En la tradición india, el conocimiento es un bien que se merece y conquista, no un derecho que tienen todos los hombres por igual, a modo de como se entiende en el mundo moderno. Tradicionalmente, el acceso a los textos clásicos estaba restringido a iniciados en yoga, principalmente porque su comprensión dependía directamente de su práctica. De esta forma, se evitaban malas lecturas manteniendo la escritura en secreto. Actualmente, casi todo el mundo puede tener acceso a la lectura de estas obras o a alguna de sus traducciones. Sin embargo, de todos los que tendrían acceso a la lectura, verdaderamente muy pocos se interesarán por las obras, y de esos, otros pocos las leerán. De esos escasos lectores, alguno será practicante de yoga. Y de esos practicantes, quizá alguno llegue a comprender su contenido. De esta manera, se puede entender que la restricción de este tipo de textos sigue siendo la misma que cuando fueron redactados por primera vez. La única diferencia es que tradicionalmente se evitaban las lecturas inapropiadas a través del secretismo, y en el mundo moderno, el libre acceso a la información propicia que algunos confundan “información” con “conocimiento”. Más allá de esas distinciones, el conocimiento verdadero sigue estando protegido como siempre lo estuvo." - José A. Offroy Arranz

miércoles, 10 de diciembre de 2014

SHRI KRISHNA, SUS LILAS Y ENSEÑANZAS por Sri Swami Sivananda - part 2

SAMSARA

(Shri Krishna explica a Uddhava cómo el Jiva cae en el Samsara. La escuela filosófica de Jaimini es refutada).

Shri Krishna dijo: "el hombre que ha tomado refugio en Mí debe cumplir con sus deberes como lo he enseñado y debe observar la conducta que corresponde a su casta y al orden de la vida o familia, sin apego y sin deseos.

Con una mente purificada por el cumplimiento de sus deberes, meditando en la Verdad, él debería observar cuidadosamente cómo fracasan en sus esfuerzos aquellos que buscan objetos mundanos y están apegados a ellos, tomándolos por reales.

Así como son irreales los objetos que ve un hombre que está soñando o fantaseando, también son irreales los objetos de los deseos o la noción de las diferencias en los objetos externos, que es causada por los órganos sensorios o las Gunas.

Las acciones son de cuatro clases (1) Kamya Karma: acciones que son hechas para el logro de deseos egoístas, (2) Nishiddha Karma: acciones que están prohibidas por las escrituras, (3) Nitya Karma: aquellas que se exige que sean llevadas a cabo diariamente, como el Sandhya, (4) Naimittika Karma: aquellas que deben ser llevadas a cabo en ciertas ocasiones, como el Shraaddha. Las primeras dos son Pravritta o Karmas egoístas. Los Smritis declaran que aquellos que quieren Moksha, liberación, no deben llevar a cabo Pravritta Karmas. Pero sí deberían realizar Nitya y Naimittika Karmas, ya que su incumplimiento puede dar surgimiento a obstáculos.

Uno debe seguir el Nivritti Karma, (Nitya y Naimittika) y lleno de devoción a Mí, desistir de los Pravritta Karmas que llevan a la reencarnación. Debe comenzar a indagar sobre la Verdad y no debe prestar atención a los mandatos sobre el trabajo. Cuando uno entra en el sendero de la sabiduría, no necesita preocuparse mucho, ni siquiera por el Nivritti Karma.

Concentrado en Mí, absorto en Mí, siempre debe practicar los Yamas y a veces también los Niyamas. Debe servir al Maestro que tiene mente serena, que es erudito en los Vedas, que es Mi devoto, que está lleno de Mí, que se ha unido a Mí, y ha tomado conciencia de Mí como su propio Ser.

Firmemente devoto a su Guru, debe estar libre de orgullo, envidia, celos, apegos e impaciencia, y decidido a conocer la Verdad. No debe encontrar faltas en nadie ni darse a la charla superflua e innecesaria. Debe ser indiferente a su esposa, niños, casa, tierras, parientes, amigos, riqueza, etc. Debe ver a todos por igual, porque el Atman es lo mismo en todas partes y brilla a través de todo.

Este Atman, el Testigo con luz propia, es distinta de los cuerpos groseros y sutiles, como el fuego que quema e ilumina es diferente de la madera que es quemada e iluminada. Así como el fuego que ingresa al combustible asume los atributos de éste, como origen, pequeñez, grandeza y diversidad, también el Atman clara asume las cualidades del cuerpo.

Este cuerpo, que es creado por las Gunas de la Maya del Señor, constituye el Samsara. Es la causa de la trasmigración del hombre. El conocimiento del Atman corta el ciclo de reencarnaciones. Por lo tanto, uno debe experimentar al Ser Supremo en el propio Ser. Debe liberarse gradualmente del sentido o la idea de que el mundo fenoménico y los cuerpos, grosero y sutil, son verdaderos. También debe experimentar plenamente que el Atman está separada y más allá del cuerpo.

De las dos piezas de madera (Arani) usadas para encender el fuego sagrado, el Maestro debe ser considerado como la principal, la que está abajo, y el discípulo la que está arriba; la instrucción es la parte (del medio) que los conecta, y el conocimiento es la unión que causa felicidad. La sabiduría pura, que es así adquirida del Guru, quita la Maya o ilusión producida por las Gunas y quema totalmente las mismas Gunas, que constituyen el universo y se extinguen también, de la misma manera que el fuego falto de combustible.


(Ahora se describe la visión de los Mimamsakas. También ésta es refutada. De acuerdo con esta escuela de pensamiento, las almas son verdaderas y muchas. No confían en Isvara. El cielo es su objetivo. El Karma es todo para ellos. El Karma da frutos. No hay necesidad de un Señor que los otorgue).

Si piensas que los agentes de las acciones y los experimentadores de los placeres y sufrimientos son muchos, que el cielo, el tiempo, las escrituras y las almas son eternos, que la existencia de todos los objetos es verdadera y eterna, y que el conocimiento surge y es diverso según la forma de los objetos percibidos, aún entonces todas las criaturas estarían sujetas, repetidamente, a los diferentes estados de nacimiento y muerte por su relación con el cuerpo y la fuerza de las divisiones del Tiempo.

Incluso en este caso, no hay libertad de parte de los agentes de la acción y los experimentadores de placer y dolor. ¿Qué propósito superior podría tener quien no es independiente? ¿Quién, en busca del mayor bien, veneraría a alguien que depende de otros?

No hay felicidad incluso para los hombres eruditos, y a veces las personas ignorantes no tienen el más mínimo sufrimiento. Hay solamente egoísmo por parte de aquellos que piensan que son felices por su habilidad para realizar Karmas Védicos. Es vanidad solamente el hablar de la eficacia del Karma. Incluso si saben cómo lograr el placer y destruir la miseria, indudablemente no conocen los medios por los que pueden superar a la muerte. ¿Cuando la muerte está cerca, qué objetos de disfrute pueden dar placer al hombre? Nada da placer a quien se dirige al lugar de ejecución.

Los goces en el cielo, prometidos en los Vedas, son también pasajeros. No son el deleite absoluto. Incluso en Svarga, hay celos, rivalidad, destrucción, decadencia, tendencia a encontrar defectos en otros, desigualdad y la consiguiente inquietud. Hay un final para los placeres. Cuando el deseo por conseguir los goces del cielo es asistido por distintos obstáculos, se vuelve infructuoso como sucede en la agricultura. Por lo tanto, tampoco Svarga tiene valor alguno.

El hombre que ha propiciado a los dioses mediante sacrificios va al cielo correspondiente y disfruta los placeres celestiales como un Deva. Lleva puestas hermosas ropas y se mueve en un carro aéreo (Vimana) en compañía de ninfas celestiales como resultado de sus buenas acciones, y es elogiado por los Gandharvas. El carro se mueve a su voluntad, adornado con pequeñas campanitas. Él pasa su tiempo con las ninfas celestiales en los jardines de los dioses y no piensa en su caída. Goza en el cielo hasta que los méritos de sus buenas acciones se agotan. Cuando los méritos están agotados, cae por la fuerza del tiempo, incluso contra su voluntad.

Si un hombre se permite actos prohibidos debido a la mala compañía, si sus sentidos no están controlados, si es lujurioso, falto de discernimiento, avaro, adicto a las mujeres, si causa daño a otras criaturas, si mata a los animales violando los Shastras, y venera a fantasmas y demonios, entonces va indefenso a los distintos infiernos, y encuentra un intenso Tamas allí. Entra en horribles cuerpos Tamásicos.

Por lo tanto, Karma (la acción egoísta) termina en infortunio solamente. Llevando a cabo el Karma con el cuerpo, los hombres obtienen nuevos cuerpos una y otra vez. ¿Qué felicidad hay en la posesión de este cuerpo temporal? ¿Qué placer puede haber en permitirse acciones, cuando uno sabe que el cuerpo es mortal?

Las esferas celestiales y sus gobernantes, que viven hasta un Kalpa, Me temen; aún Brahma que vive por dos Parardhas (diez mil billones de años) Me teme.

Por lo tanto, Pravritti Marga resulta en miseria, penas y sufrimientos. Debe ser rechazado, y debe recurrirse al Nivritti Marga que resulta en felicidad eterna e inmortalidad.

Los órganos llevan a cabo las acciones, y las Gunas dirigen los órganos. El Jiva goza de los frutos de sus acciones relacionadas con las Gunas y los órganos.

Mientras haya diferencia o disturbio en el equilibrio de las Gunas, habrá pluralidad en el Atman o diversidad del alma. Mientras haya pluralidad o diversidad del alma, dependerá de otros. Mientras el Jiva es dependiente le teme al Señor. Por lo tanto, aquellos que siguen este camino del Karma son propensos a llorar y ser engañados.

Cuando se perturba el equilibrio de las Gunas, cuándo las Gunas se mezclan en diferentes proporciones, me llaman Tiempo, Alma, Vedas, Universo, Cielo, Temperamento, Rectitud, Ley y demás".

Uddhava dijo: "¡Oh Señor! ¿Cómo es que Brahman no está atado por las cualidades del cuerpo aunque esté en ellas? ¿Mientras el Jiva vive en las transformaciones de las Gunas que moldean el cuerpo, cómo puede evitar ser atado por esas cualidades? ¿Si es libre como el Akasha, cómo es que llega a la esclavitud?

¿Cuáles son las señales o las características de las almas liberadas y de las esclavizadas? ¿Cómo viven y gozan? ¿Qué o cómo comen? ¿Cómo prestan atención a sus funciones corporales? ¿Cómo se acuestan, se sientan o caminan? Por favor ilústrame sobre estos puntos. Eres omnisciente. Tú eres el primero entre aquellos que conocen las respuestas para las preguntas. ¿Es la misma alma que está siempre en esclavitud o siempre en liberación?"

ESCLAVITUD y LIBERACIÓN

"Se dice que el alma es esclava o libre en referencia a las Gunas, pero esto no es cierto en realidad. Debido a que las Gunas tienen su origen en Maya, son la creación de Maya, no se puede hablar de esclavitud ni liberación.

El pesar y el engaño, el placer y el dolor, incluso el tomar un cuerpo (encarnar) son todos atributos de Maya. Del mismo modo en que un sueño es solamente una ficción ilusoria de la mente, también el ciclo de nacimientos, Samsara, es irreal.

¡Oh tú, que eres muy inteligente! El Jiva es parte de Mí, está siempre esclavizado debido a la ignorancia, pero se libera mediante el conocimiento. Es esclavo cuando, debido a su ignorancia, imagina que está separado de Mí. Se libera cuando logra el conocimiento de que él y Yo somos uno.

Ahora te diré la diferencia entre el alma esclavizada y el alma liberada, que aún cuando ambas viven en un cuerpo tienen cualidades completamente opuestas.

Dos aves que se asemejan (porque ambas son la manifestación de la conciencia) y son compañeras, por casualidad construyen su nido en el mismo árbol (el cuerpo). Una de ellas (el Jiva) come los frutos de ese árbol (los resultados de sus acciones recogidos en el cuerpo), mientras que la otra (Ishvara), aunque no come ningún fruto, es la más fuerte y poderosa de las dos.

Aquél que no come los frutos (del Karma) es sabio. Se conoce a sí mismo tanto como al otro, pero él no come los frutos. Aquél que está unido a Avidyá está siempre atado, mientras que el (Ishvara) que está unido a Vidyá está lleno de conocimiento y es eternamente libre.

El sabio no está condicionado por el cuerpo, aunque está en el cuerpo, de la misma manera que un hombre que ha despertado del sueño. Pero el tonto, que tiene una noción equivocada, está condicionado por el cuerpo como el que está soñando. El hombre ignorante se identifica con el cuerpo como el hombre que sueña.

Los sentidos perciben los objetos. El sabio no se identifica con éstos. Por lo tanto, ellos no lo afectan.

El hombre ignorante, sin embargo, mientras vive en este cuerpo que está bajo el control de las acciones pasadas, en el cual actúan los sentidos, piensa que es el actor y, en consecuencia, está atado.

El sabio, libre de apego a actos tales como el soñar, sentarse, caminar, bañarse, ver, tocar, oler, comer, oír y demás, no se ata como el hombre ignorante; porque en tales actos él se da cuenta de que son las Gunas (en forma de sentidos) las que perciben y no su Ser. No se identifica con esos actos. Permanece como un testigo silencioso de las actividades o las experiencias de los órganos. Aunque esté viviendo en medio de Prakriti, es impasible ante ella de la misma manera que el cielo, el sol y el aire. Vive en el cuerpo, pero no está apegado a él. El sol se refleja en el agua, pero no se apega al agua. El aire se mueve por todas partes, pero no se apega a objeto alguno. El Akasha penetra todo, pero no se apega a nada.

Por la fuerza del desapego, la visión se clarifica. Desaparecen todas las dudas. Es como si el sabio se despertara del sueño y se apartara de las diversidades del cuerpo y los otros objetos materiales. Sus dudas son borradas por el conocimiento de que el Jiva es Brahman; sus deseos son cortados por la espada del desapego, Vairagya; ve a Brahman en todas partes, y ya no es más engañado por la apariencia de la diversidad o la confusión. Como el hombre que se despierta de un sueño nunca más es engañado por las experiencias del sueño, el hombre sabio nunca más es engañado por la multiplicidad.

Aquél cuyas respiraciones, sentidos, mente e intelecto cumplen con sus funciones sin la idea de propósito o plan alguno, está liberado de los atributos del cuerpo aunque viva en el cuerpo. Está libre de los lazos del Karma, aunque aún esté envuelto por el cuerpo.

Aquél que no es afectado en lo más mínimo cuando es perjudicado por otros o venerado por alguien, es un hombre sabio. No alaba ni censura a otros por sus buenas o malas acciones o palabras. Está libre de méritos y deméritos. No conoce mérito o demérito. Considera a todos por igual. No hace nada, no dice nada, no piensa en nada bueno ni malo. Encuentra deleite en su propia Atman. Está inmerso en el Ser y deambula como si fuera materia inerte, haciendo caso omiso del mundo exterior.

Si la conciencia de un hombre versado en los Vedas no está en Brahman, si no tiene una experiencia directa e intuitiva del Ser, su trabajo se vuelve infructuoso como el de un hombre que retiene a una vaca de reproducción que no ha tenido ningún ternero.

Aquél que mantiene a una vaca que ha dejado de producir leche, una esposa impura, un cuerpo que está bajo el control de otro, un hijo inútil o perverso, riqueza que no es ofrecida a personas merecedoras, y un discurso en el que Mis glorias no encuentran expresión, va de miseria en miseria.

El hombre sabio no debe permitirse esa conversación estéril en la que no hay ninguna mención de Mis actos sagrados y gloriosos en relación con la creación, el mantenimiento y la destrucción del mundo; o de Mis Avataras o encarnaciones, llenas de pasatiempos que gustan mucho a la gente.

Mediante el discernimiento, uno debe destruir la ilusión de la diversidad en el Atman. Debe desistir de todo lo demás y debe detener todas las actividades. Si tú no puedes fijar la mente en Brahman regularmente, entonces lleva a cabo todas las acciones sin expectativa por el fruto, ofreciéndomelas incondicionalmente.

(Ahora, Shri Krishna inculca Bhakti o devoción).

¡Oh Uddhava! El hombre de fe logra una devoción inquebrantable hacia Mí, el Eterno, escuchando Mis muy auspiciosas historias que purifican a los mundos, cantando constantemente, recordando Mis actos y vidas, actuando para Mí, tomándome como su único refugio, y buscando cumplir el deber, satisfacer los deseos y obtener riqueza por Mí, solamente. Él se convierte en Mi fiel devoto, logra devoción hacia Mí a través de la relación con los sabios. Él, seguramente, Me alcanza, como dicen los sabios".


SADHU y BHAKTI

Uddhava dijo: "¡Oh Señor glorioso! ¿Quién es un Sadhu para Ti? ¿Qué tipo de Sadhu prefieres? ¿Qué devoción es fructífera para Ti? ¿Qué tipo de Bhakti aprobada por los Rishis, como Narada y otros, es la que consideras más aceptable?

¡Oh Gobernante de todas las personas!, ¡Oh Señor del universo! Ten a bien contarme esto porque estoy a Tus pies, soy Tu devoto y me he entregado a Ti. ¡Oh Señor! Tú eres el Brahman Supremo, infinito como el cielo, el Purusha que está más allá de Maya y de las Gunas. Tú has encarnado sobre la Tierra por propia voluntad".

Shri Krishna dijo, "Aquél que es compasivo, sin mala intención o enemistad hacia cualquier criatura, paciente, tolerante, firme en la verdad, con una mente sin falta, el mismo con todos, que hace el bien a todos con su mente no contaminada por los deseos, que es autocontrolado, dulce, puro, amable, piadoso, sin posesiones, pobre, físicamente inactivo, moderado en la comida y la bebida, que tiene su mente controlada, que es firme, que busca refugio en Mí, que es meditativo, cuidadoso, vigilante, de mente equilibrada, lleno de entereza, que tiene control sobre las seis clases de agitaciones (ira, sed, pena, ilusión, decaimiento y muerte), que respeta a todos sin esperar respeto de otros, que es diestro, amigable, misericordioso y prudente, tal es el Sadhu o sabio.

Aquél que, conociendo Mis preceptos y prohibiciones en el cumplimiento del propio Dharma o los deberes de la vida, los abandona por Mí y Me venera, es el mejor de todos los Sadhus.

Aquellos que sabiendo o no ‘quién soy, qué soy, cuánto y cómo soy’ Me veneran con su mente y corazón no desviado hacia ningún otro son, en Mi opinión, los mejores entre Mis devotos.

Ver, tocar y adorar Mis símbolos o imágenes; servir y adorar a Mis devotos; recitar humildemente Mis glorias y actos; tener intensa fe y anhelo por escuchar Mis historias, meditar en Mí, ofrecerse a Mi servicio; narrar Mis nacimientos y acciones, observar Mis días y festividades especiales en Mis templos con canciones y danzas acompañados por instrumentos musicales; hacer procesiones, hacer ofrendas de adoración en todos los días especiales del año, recibir la iniciación de acuerdo con los ritos védicos, y esforzarse, con sus propios medios o con la ayuda de otros, por construir jardines, parques, huertos, campos de juegos y templos dedicados a Mí; prestar servicio en Mi templo como un sirviente, barriendo, lavando y decorándolo con figuras y dibujos; estar libre de orgullo e hipocresía; no alardear con respecto a sus buenas acciones, mantener silencio, no usar ni siquiera una luz ofrecida a Mí para un propósito privado o fines egoístas—éstos son los métodos seguros para obtener Mi gracia y la beatitud eterna. Éstos son los signos de Bhakti. Ellos desarrollarán devoción en el corazón.

Deben ofrecerme sólo lo que más deseen y lo que les guste a las personas en general . Esa ofrenda trae resultados buenos, infinitos y eternos.

¡Oh amigo!, soy venerado en el sol, el fuego, el Brahmana, la vaca, el Vaishnava (devoto), el cielo, el aire, el agua, la tierra, el corazón y en todos los seres. Éstos son los santuarios para Mi adoración. Éstos son los once lugares para Mi adoración.

Debo ser adorado en el sol, mediante himnos Védicos; en el fuego, por medio de oblaciones de ghi; en el Brahmana, con la hospitalidad; en la vaca, ofreciéndole hierba; en el devoto, mediante el respeto, el trato dulce y la recepción cordial; en el Akasha del corazón, por medio de la meditación regular; en el aire, considerándolo como Prana; en el agua, mediante el ofrecimiento de libaciones y con diversos artículos como agua, hojas, flores y demás; en la tierra, por medio de Mantras sagrados; en el cuerpo o en el propio Ser, con comestibles; y en todos seres, debo ser venerado como el Kshetrajna, considerando a todos por igual.

En todas estas moradas o lugares de adoración, deben meditar con una mente serena y concentrada sobre Mi forma benigna con cuatro brazos, en los que llevo la caracola, el disco, la masa y el loto. Aquél que me venera con concentración a través del Ishta (sacrificio) y el Purti (la construcción de estanques, jardines, templos, etc.), que Me recuerda y sirve a los Sadhus o personas piadosas, logra una devoción perfecta hacia Mí.

¡Oh Uddhava! Excepto por la devoción que es adquirida mediante la compañía de los Sadhus, prácticamente no hay ninguna otra forma de salvación, porque Yo soy su principal soporte, objetivo y recurso. ¡Oh descendiente de Yadus! Ahora voy a contarte este gran secreto, aunque muy confidencial, porque tú eres Mi servidor, amigo y compañero".

GLORIA DE SATSANGA

"Ni por el Yoga, el Sankhya o discernimiento, el Dharma, el estudio de los Vedas, el Tapas, la renuncia, las donaciones, los actos caritativos, los ritos tales como el Agnihotra, los ayunos, los votos, los Yajnas, los Mantras secretos, las peregrinaciones, ni por los Yamas y Niyamas (reglas morales) soy tan fácilmente alcanzable como por medio de Satsanga (compañía de los Sadhus) que pone fin a todos los apegos.

Fue solamente por asociación con el sabio y el recto, que muchos que eran de naturaleza Rajásica o Tamásica Me han alcanzado. Vritra, el hijo del sabio Twashtri, Prahlada, el Daityas, los Asuras y los Rakshasas, los Gandharvas, las Apsaras, los Nagas, los Siddhas, los Charanas, los Guhyakas y los Vidhyadharas, muchas bestias y aves, y entre los seres humanos, los Vaishyas, los Shudras, las mujeres y los descastados, que son los de nacimiento más bajo, todos ellos Me alcanzaron de esa manera.

Vrishaparva, Bali, Bana, Maya, Vibhishana, Sugriva, Hanuman, el oso Jambavan, el elefante Gajendra, el buitre Jatayu, el comerciante Tuladhara, el cazador de aves Dharmavyadha, Kubra, el jorobado vendedor de perfumes, las gopis de Vraja, las esposas de los Brahmanas que realizaban sacrificios en Brindavan y otros, aunque ninguno de ellos investigó los Vedas, ni permaneció a los pies de grandes eruditos para obtener conocimiento, ni observó votos o ayunos, ni practicó Tapas, todos ellos Me alcanzaron por la relación con santos y Sadhus.

Mediante el amor, solamente, desarrollado por la compañía de santos, las gopis e incluso las vacas, los árboles, las bestias, las serpientes y otros, lentos por naturaleza, se perfeccionaron y Me alcanzaron, fácilmente, a Mí que no soy fácil de alcanzar mediante grandes esfuerzos a través del Yoga o el Sankhya, la caridad, los votos, el Tapas, los sacrificios, la enseñanza y el estudio de los Vedas, o la renuncia. Cuando Akrura Me llevó a Mathura junto con Balarama, las gopis, con sus corazones entregados a Mí por la intensa devoción, estaban muy afligidas y angustiadas por Mi partida. Nada ni nadie más que Yo mismo podía causarles deleite o interés. Para las gopis, las mismas noches de Brindavan que parecieron un momento en Mi compañía, la de su más amado, en Mi ausencia, son como Yugas. Con sus corazones y mentes fijos en Mí, por el intenso amor y cariño, no eran conscientes de sus cuerpos, de sus parientes, o de lo que estaba cerca o lejos, del mismo modo en que los sabios no reconocen los nombres y las formas en el estado de Samadhi o la condición de súper-conciencia, como los ríos que funden sus aguas en el océano.

Cientos de gopis ignorantes, que no eran conscientes de Mi naturaleza como el Supremo Brahman, Me tomaron como su amado y Me alcanzaron por el poder de Satsanga o compañía santa. Por lo tanto, ¡Oh Uddhava!, abandona los mandatos y las prohibiciones, el camino del Pravritta Karma y el del Nivritta Karma, lo que hay por estudiar y lo que ya ha sido estudiado, elévate por sobre las reglas y sus opuestos. No te preocupes por los Shrutis o los Smritis, por las prescripciones o las prohibiciones. Toma refugio en Mí, solamente, el Alma de todos los seres, con todo corazón y con toda devoción. No tendrás ninguna razón para temer".

El Señor dijo: "Este Paramatman, que da la vida a todos, se manifiesta en los Chakras o los centros que están a lo largo de la columna vertebral. Ha entrado en el Muladhara Chakra junto con el Prana y la forma más sutil del sonido (Pará). Después de pasar por formas menos sutiles, como Pashyanti, Madhyama, que son perceptibles sólo para la mente, finalmente sale como sonido grosero (Vaikhari) constando de sílaba, tono y letra, Matra (medida), Svara (acento), y Varna (letras del alfabeto)".

(Nota: la articulación es la última y más grosera expresión de la energía sonora divina. La manifestación más alta de la energía sonora, la voz primordial, la voz divina es Pará. La voz Pará se convierte en la raíz de las ideas o el germen de los pensamientos. Es la primera manifestación de la voz. En Pará, el sonido permanece en una forma indiferenciada. Pará, Pashyanti, Madhyama y Vaikhari son las distintas gradaciones del sonido. Madhyama es el estado intermedio del sonido, no tiene expresión. Su asiento es el corazón.

El asiento de Pashyanti es el ombligo o el Manipura Chakra. Los yoguis que tienen visión interior sutil pueden experimentar el estado Pashyanti de la palabra, el que tiene color y forma; que es común a todas las lenguas y que tiene la homogeneidad vibratoria del sonido. Indios, europeos, estadounidenses, japoneses, aves, bestias, todos experimentan el mismo Bhavana de una cosa en el estado Pashyanti de la voz o el sonido. El gesto es una clase de lenguaje mudo sutil. Es uno y el mismo para todas las personas. Cualquier persona, de cualquier país, hará el mismo ademán llevando la mano a su boca de un modo especial cuando está sedienta. Así como un mismo poder o Shakti trabajando a través de los oídos, se convierte en audición, a través de los ojos, en visión, y así con los otros órganos, también Pashyanti asume diferentes modalidades del sonido cuando se materializa. El Señor se manifiesta como Pará Vani a través de su poder de Mayá, primero en el Muladhara Chakra; luego se materializa como Pashyanti en el Manipura Chakra, en el ombligo; después como Madhyama en el corazón y luego, al final, como Vaikhari en la garganta y la boca. Ésta es la ascendencia divina de Su voz. Toda expresión de Vaikhari es Su voz, solamente. Es la voz de Virat Purusha.

Así como el fuego existe en la madera como un calor latente que, mediante la enérgica fricción, se manifiesta como una chispa con la ayuda del viento, luego como una pequeña llama y, finalmente, como un gran fuego abrasador por medio de la oblación de ghi, así es Mi manifestación en forma de palabra. El calor corresponde a Pará Vani, la chispa a Pashyanti, la llama pequeña a Madhyama, y el gran fuego abrasador a Vaikhari o la forma audible del sonido).

"Por lo tanto, la palabra es Mi manifestación. La acción, el movimiento, la excreción, el oler, experimentar, ver o tocar, el calor, la reflexión, el conocimiento, las facultades del deseo o de la voluntad, el discernimiento, el criterio, la identificación, el Sutra o la inteligencia o energía cósmica, las modificaciones de Sattva, Rajas y Tamas son todas Mis manifestaciones.

En el principio, este Ishvara era uno, inmanifiesto e indiferenciado. Sin embargo, debido a que es el soporte de las tres Gunas y es el origen del loto del universo, con el tiempo, se diferenció y apareció como muchos, del mismo modo en que una semilla arrojada a la tierra produce muchos retoños y presenta muchas formas.

Así como una pieza de tela existe en los hilos, también este universo descansa en el Atman como Su misma urdimbre. Este árbol del Samsara es muy viejo y sin comienzo. La actividad es su naturaleza. Produce flores (el Karma) y frutas (el goce) y Moksha (los frutos del Karma). Tiene también dos semillas (la virtud y el vicio), cientos de raíces (los incontables deseos), tres troncos (Sattva, Rajas, Tamas) y once ramas menores (los diez órganos y la mente); produce cinco clases de esencias (el sonido, el tacto, la forma, el sabor y el olor); tiene un nido para las dos aves (el Jiva y Paramatman), tres cortezas, (los tres humores, Vatha - el viento, Pitta - la bilis, Sleshma - la flema; o los temperamentos nervioso, bilioso y flemático respectivamente), y dos frutos (el placer y el dolor), y se extiende hasta el sol. Aquél que va más allá de la esfera del sol no está sujeto a renacimiento.

Los buitres que viven en pueblos (Gridhras, los hombres de familia codiciosos que están apegados a la vida doméstica) comen uno de los frutos, la miseria; aquellos que viven en el bosque (Sannyasins) y que están llenos de discernimiento y sabiduría, por lo que son llamados Hamsas (cisnes), comen el otro fruto, gozan la dicha eterna del Atman. Aquél que mediante la gracia de su Gurú sabe que el Señor se ha convertido en muchos a través de Su Maya, conoce la Verdad y comprende los Vedas.

Con el hacha del conocimiento, afilada mediante la intensa devoción adquirida por el servicio y la adoración al Gurú, derriba este árbol del Samsara con tranquilidad y firmeza, y alcanza a Paramatman. Luego baja el arma, detén el esfuerzo por lograr la experiencia del Ser".

No hay comentarios: