"Si hay una constante en todas las fuentes de yoga, esa es su insistencia en el carácter “secreto” de su enseñanza. El secretismo es la forma de salvaguardar la transmisión íntegra y protegerla de contaminaciones externas. Aunque actualmente el acceso a todo tipo de información es libre, rápido y cómodo, el carácter secreto del yoga sigue estando vigente. Cabe distinguir entre “información”, a la cual se puede acceder de manera casi ilimitada, y “conocimiento”, cuyo acceso está tan restringido hoy como siempre lo ha estado. En la tradición india, el conocimiento es un bien que se merece y conquista, no un derecho que tienen todos los hombres por igual, a modo de como se entiende en el mundo moderno. Tradicionalmente, el acceso a los textos clásicos estaba restringido a iniciados en yoga, principalmente porque su comprensión dependía directamente de su práctica. De esta forma, se evitaban malas lecturas manteniendo la escritura en secreto. Actualmente, casi todo el mundo puede tener acceso a la lectura de estas obras o a alguna de sus traducciones. Sin embargo, de todos los que tendrían acceso a la lectura, verdaderamente muy pocos se interesarán por las obras, y de esos, otros pocos las leerán. De esos escasos lectores, alguno será practicante de yoga. Y de esos practicantes, quizá alguno llegue a comprender su contenido. De esta manera, se puede entender que la restricción de este tipo de textos sigue siendo la misma que cuando fueron redactados por primera vez. La única diferencia es que tradicionalmente se evitaban las lecturas inapropiadas a través del secretismo, y en el mundo moderno, el libre acceso a la información propicia que algunos confundan “información” con “conocimiento”. Más allá de esas distinciones, el conocimiento verdadero sigue estando protegido como siempre lo estuvo." - José A. Offroy Arranz

martes, 28 de julio de 2015

La Literatura Védica: Tradición y Transcendencia por Visuddha-sattva das - part 5

Los Upanishads son disertaciones filosóficas y marcan el comienzo de la vida trascendental. Hay 108 Upanishads (también se dice que llegan a 250), aunque sólo una docena de ellos se consideran los más importantes y genuinos. La palabra upa-ni-sat significa literalmente “sentarse conjuntamente.” Se refiere a la reunión de los discípulos en torno al maestro para recibir el conocimiento trascendental.

Max Müller ha dado una interpretación filológica de la palabra upanisat, derivando la raíz sat , “estar sentado”(aunque también significa “eterno” y aún “santo”, “inmaculado”); de upa, “cercanía” o “estar próximo a”; y ni, “reverentemente”, “algo venerable”o “con devoción”. En síntesis, según esta última interpretación, que no contradice a la primera, la palabra upanishad expresaría el acto de estar sentado cerca del maestro para escuchar con reverencia sus instrucciones (siksa). De allí que el maestro perfecto es también llamado sat-guru, y la asociación, reunión o asamblea (sanga) de personas santas es llamada sat-sanga.

El Occidente parece haber tenido una primera información de los Upanisads en 1801, a través de un manuscrito persa, cuando el francés A. Duperron descubrió el Zend-Avesta, los textos sagrados de la doctrina de Zoroastro. El tradujo los Upanishads al Latín, versión en las que fueron leídos por el filósofo alemán Shopenhauer, que los consideró como una revelación, pues llegó a decir:

“Este libro incomparable, conmueve el espíritu hasta las mismas raíces del alma. De cada frase brotan pensamientos profundos, originales y sublimes, y el conjunto está impregnado de espíritu elevado, santo y serio...”.

El carácter de los Upanishads es más profundo y místico que los Aranyakas. En las clasificaciones tradicionales de la literatura de la India, los Upanishads se consideran parte o apéndices complementarios de los Aranyakas, de la misma manera que estos se vinculan a los Brahmanas, y estos a los cuatro Vedas. De manera que este grupo de textos sánscritos están muy relacionados, y son como diferentes evoluciones de las distintas partes de la literatura Védica. Los Upanishads han sido traducidos al bengalí, al hindi, al tamil, inglés, alemán, y francés, y de estas lenguas a otros idiomas. A partir del conocimiento de los Upanishads, comienza en Occidente un estudio más sistemático de la filosofía de la India y sus diversas expresiones.

Los Upanishads han sido considerados la mayor expresión intelectual del pensamiento de la India y su fundamento filosófico-religioso. Todos los grandes sabios hasta el presente han encontrado inspiración en las profundas doctrinas expuestas en los Upanishads. Esta continua interrelación data de más de tres mil años, lo cual no es un período imaginario, si se tiene en cuenta que los Puranas más antiguos, como el Bhagavatam Purana, ya se conocía al comienzo de Kali-yuga, hace cinco mil años.

Aunque los Upanishads no son un estudio filosófico sistemático, pueden considerarse los primeros razonamientos filosóficos que aparecieron en la literatura escrita de la India. Con razón se estiman como la mayor expresión intelectual del pensamiento védico, y el fundamento de su religión y filosofía. Todos los grandes pensadores y reformadores indios han encontrado inspiración en la doctrina de los Upanishads, habiendo sido traducidos a lenguas internas como el bengalí, al telegu, al tamil, al oriya, al hindi, y posteriormente al inglés y muchas otras lenguas occidentales, como diversas interpretaciones y comentarios. Por eso se ha visto en ellos el punto de partida del pensamiento filosófico de la India, en un incesante tejido evolutivo que ha nutrido la sabiduría Védica por miles de años.



Estructura y temática de los Upanishads.

Los Upanishads son tratados de la teología brahmánica. Son conversaciones sobre el tema de la Verdad Absoluta entre almas liberadas y sus estudiantes. Los aspectos filosóficos de todos los procesos y prácticas del conocimiento (conocidos como vidyas) que son dados en los Vedas, son discutidos en los Upanishads.

El tema central de los Upanishads es el monoteísmo, la deliberación acerca de un único Ser Supremo como principio cardinal del universo, el cual es designado como Brahman, Atman, Aksahara, Akasha, Prana, etc. En estos textos, los términos akasha y prana pueden también significar el elemento akasha (el espacio o medio cósmico etéreo), la divinidad Vayu que rige el viento, etc. El significado que se asigna en un texto particular tiene que ser interpretado de acuerdo a los atributos mencionados en el contexto. El Principio Supremo es descrito como el Creador, Mantenedor, Regulador, Destructor, Iluminador, y Liberador de todos. Su naturaleza divina es el única principio independiente del cual dependen todas las demás entidades vivientes. El Brahman es inmanente y trascendental.

Básicamente, en los Upanishads se establece así la realidad eterna no manifestada (Brahman) y la naturaleza filosófica del atman (alma), en base a la lógica del Vedanta. Describen al Brahman como eterno: la realidad espiritual de la cual surgen todas las manifestaciones y donde reposan nuevamente. Es simultáneamente atómica (anu) e infinita (mahat). Siendo inconmensurable en todo sentido, no puede ser comprendido por nadie completamente. Es así descrito como sat, chit y ananda en su naturaleza esencial, y todos los demás seres derivan de El sus cualidades y capacidades limitadas, aunque tienen su misma esencia respecto a estos tres aspectos sat-cit-ananda—eternidad, conocimiento y bienaventuranza.

Estas características del Ser Supremo se describen en casi todos los Upanishads, aunque Prana, término ya referido, ocupa un lugar importante cercano al Supremo Creador, como en el caso del Chandogya y Shatprashna Upanishads, donde el rol de Prana es el principal y superior a las otras divinidades que son mencionadas. Los Upanishads tienen su propio estilo único y sus exposiciones se hacen mediante el siguiente esquema:

Diálogos con preguntas y respuestas diversas.
Narraciones y episodios interconectados.
Analogías, metáforas e ilustraciones sobre aspectos filosóficos.
Alegorías y descripciones simbólicas.

En los dos primeros casos, no es difícil adivinar el significado de los textos. Las preguntas y respuestas son del tipo conocido en lógica como argumentos de “reducción al absurdo”, de los cuales debe extraerse la conclusión correcta. En los otros casos, el significado puede ser más difícil de entender, en lo que concierne al aspecto o sentido figurado del símil o la comparación que se está haciendo referencia, para ilustrar o comprender el sentido de la enseñanza expuesta en el texto. Sin embargo, en la presentación de los símiles y las analogías, y en los sucesivos pasajes que presentan el tema, hay indicios o pistas que permiten descifran el sentido de los mismos. Esta es una forma de acceder a la comprensión de la enseñanza de los Upanishads. Debido a su aparente abstracción, muchos textos han sido objeto de comentarios e interpretaciones escritas por acharyas como Madhava, Sankara y otros preceptores védicos.

Como a veces puede variar ligeramente en distintos textos, los simbolismos usados en los Upanishads requieren un estudio cuidadoso. Son esencialmente de 3 tipos: el simbolismo de la Naturaleza; sacrificios (yajñas) y artículos de sacrificio usados como símbolos; y sílabas místicas sonoras, tales como el Om (o Aum, como se pronuncia), también usado de manera simbólica, de acuerdo al contexto. El significado correcto de estos símbolos o alegorías, puede deducirse aplicando la prueba de consistencia a los diferentes sucesos, además del otro criterio a mencionado.

El Vedanta-sutra, que será estudiado más adelante, indica tres pautas o normas principales para entender el significado de los Upanishads. Debido a que esas pautas fundamentales no se utilizan de manera correcta, muchos comentadores de los Upanishads han caído en apreciaciones incorrectas, siendo conducidos al monismo y absolutismo, que no responde al espíritu del Vedanta, estando fuera del enfoque filosófico de esta clase de textos sánscritos.

En los Upanishads se plantean importantes interrogantes de naturaleza filosófica: el origen y destino del alma, el fundamento de la realidad, quien controla la naturaleza cósmica, y cual es la meta última de nuestra existencia. Las respuestas a estas preguntas fundamentales se proyectan e interrelacionan de diversas maneras, no existiendo una metodología sistemática ni pedagógica. En los diferentes textos, las explicaciones surgen de diferentes sabios y pensadores con puntos de vista diferentes, respondiendo a diversos puntos filosóficos, sobre los cuales coinciden en ciertos aspectos fundamentales. Entre esos diversos temas discutidos en las sesiones de los Upanishads, podrían destacarse los siguientes:

1. La eternidad del atma, el alma individual, y la eternidad del alma universal (Paramatma).
2. La clara distinción entre el Ser Supremo y las demás almas.
3. El origen y la estructura del universo, sus energías y aspectos fenoménicos, la evolución de las entidades vivientes (jivas).
4. Prakrti es la naturaleza primordial y la causa material del mundo externo, mientras que Dios es la causa eficiente de todas las causas.
5. La trascendencia más allá de la muerte en el destino humano.
6. El sentido monista de que todo es uno (pero a la vez distinto—filosofía advaita, no-dual)
7. La naturaleza de la divinidad y sus saktis o energías.
8. El fenómeno de la trasmigración del alma en diferentes encarnaciones, que a causa del karma engendra el sufrimiento del mundo.
9. La diferencia entre la realidad espiritual y la material.
10. Los poderes psíquicos e intelectuales del hombre, etc.
11. La doctrina de prasada (la gracia de Dios) como la bendición necesaria para todos.
12. La relaciones entre el hombre y Dios, según distintos procesos o caminos espirituales.
13. La identificación mística con los aspectos del Absoluto.

La principal contribución filosófica que aportan los Upanishads, consiste en que establecen el Absoluto como una entidad no-material. Siendo inconcebible a los sentidos materiales, el Brahman es descrito como nirguna (sin cualidades o atributos) y sin forma (rupa). Puesto que la meta de la religión ya no consiste en obtener la felicidad terrenal y celestial, la sabiduría de los Upanishads trasciende las secciones karma-kanda de los cuatro Vedas, y enfoca plenamente la atención en el Brahman. Se descarta así el bienestar que resulta de ofrecer sacrificios apropiados a los dioses, para enfocar la búsqueda de la liberación, la cual, como resultado del cultivo del verdadero conocimiento, consiste en renacer en la absorción del Brahman o la unión con el espíritu supremo

A pesar de destacar este aspecto de la meditación en el Brahman impersonal (nirguna-brahman), los Upanishads no niegan que la Verdad Absoluta (param satyam) tiene personalidad, ni tampoco contradicen que la conclusión acerca de la realidad última resumida en el Bhagavad-gita. Los Upanihsads no niegan que la Verdad Absoluta tenga personalidad; sólo niegan que el Supremo tenga personalidad material, y afirman su naturaleza trascendental. Por eso, el Bhagavad-gita también es llamado Gitopanisad. Esta comprensión de la Personalidad de Dios, con forma, nombre y atributos completamente espirituales, es el aspecto llamado Bhagavan de la Verdad Absoluta.

Además de la comprensión Brahman y Bhagavan, los Upanishads también hablan acerca de una comprensión o realización de una forma intermedia y localizada, llamada Paramatma (Superalma). El Mundaka, Svetasvatara, y Katha Upanisads declara que dentro del corazón de cada entidad viviente, reside tanto el alma atómica individual o jiva, y la Superalma o Paramatma. Son descritos como dos pájaros asentados en el árbol del cuerpo. Uno de ellos (la jiva individual) está comiendo el fruto del árbol, es decir, está disfrutando los sentidos, y el otro pájaro (Paramatma) está siendo simplemente testigo. El olvido de la jiva de su relación con Paramatma es la causa de que cambie su posición de un cuerpo a otro, y eso es técnicamente se conoce como el proceso de transmigración, el cual está explicado en el Bhagavad-gita(2.13): dehino ‘smin yatha dehe...”Así como en este cuerpo el alma encarnada pasa continuamente de la niñez a la juventud y luego a la vejez, de la misma manera el alma pasa a otro cuerpo en el momento de la muerte, A la persona sobria (dhirah, establecida en el conocimiento trascendental) no la confunde ese cambio (deha-antara).

La existencia eterna del alma y de la Superalma se sustenta en el Katha y el Svetasvatara Upanishad donde se dice que la Suprema Personalidad de Dios es el sustentador de innumerables entidades vivientes, según sus diferentes posiciones de acuerdo al karma individual (acciones y reacciones). El Svetasvatara Upanishad (6.8) dice claramente: parasya saktir vividhaiva sruyate—“La Verdad Absoluta tiene múltiples potencias.

El Señor está presente eternamente con todas sus porciones plenarias dentro del corazón de cada entidad viviente (jivas), y es supremo entre todas: nityo nityanam cetanas cetananam eko bahunam yo vidadhati kamam / tat atmastham ye ‘nupasyanti dirás tesam santih sasvati netaresam (Svetasvatara Upanishad, 2.2.13). El es el superior a todos, y por eso es también llamado vibhu-caitanya. El es infinito y es directamente la causa de la manifestación cósmica y de los seres infinitesimales. Por lo tanto, nunca debe ser considerado una entidad viviente ordinaria, porque eso va en contra de la conclusión de las Escrituras autorizadas.

Hay muchos himnos védicos similares que establecen el Supremo Absoluto como una Persona, situada más allá de la naturaleza material. Aunque cada Upanishads primero presenta al Supremo Brahman como impersonal, al final emerge la forma personal de Bhagavan, el pleno poseedor de todas las opulencias. El Brhad-aranyaka Upanishad declara: “Ese (Ser Supremo) es el todo—este [universo] es la totalidad. Del todo emerge la totalidad.” Y el Svetasvatara Upanishad (3.8) declara: “Yo conozco al gran Purusa, quien es luminoso, como el sol, y está más allá de la oscuridad.” El Aitareya (o Aittiriya) Upanishad (1.1.2) describe al Supremo Controlador (param-isvara) como la causa energética de la creación: “Él creó estos mundos...”. El Prasna Upanishad (6.3) confirma que El es “El Eterno entre los eternos, la Conciencia entre toda conciencia... concede los frutos (de las actividades de todas las) jivas...”

Vemos así que a través de los Upanishads, tanto la jiva individual como Paramatma conservan su individualidad separada, aunque alcanza una clase de unidad cuando la jiva accede actuar de acuerdo al deseo de Paramatma. Cualquiera que sea el caso, ni Paramatma ni la entidad viviente individual pierden su individualidad. Este y otros aspectos de ambas naturalezas eterna está bien explicado tanto en el Bhagavad-gita como en el Isa Upanishad. Este es un aspecto muy importante, porque como enfatiza el Gita, el concepto del bhakti o relación amorosa con el Supremo, se pierde cuando la jiva se vuelve una con el Supremo Brahman en todo sentido, en una pretendida fusión indiferenciada, la cual es la principal característica de la realización impersonal de la escuela Mayavada, la filosofía propugnada por Sankara.

En cambio, en la escuela teísta del bhakti, también llamada bhakti-yoga o servicio devocional, se desarrolla un vínculo o relación amorosa entre la jiva individual y la Persona Suprema, Sri Bhagavan, y esta es la comprensión final de la filosofía Védica que enfatiza en Bhagavad-gita. De manera que no hay cabida para confundir la jiva con el purusa supremo, la Persona Suprema. Aunque ambos son iguales en naturaleza son distintas en potencia, y si uno confunde eso o intenta fusionarlos o sumergirlos en uno, entonces pierde el sentido de la conclusión última (siddhanta) de la Literatura Védica.

En conclusión, la Verdad Absoluta se describe en los Upanishads y en el Brahma-sutra (el Vedanta-sutra), pero uno debe comprender los versos tal como son. Esa es la suprema gloria del entendimiento. Desde el tiempo del monismo de Sankara se ha vuelto una moda explicarlo todo en relación a las Escrituras Védicas de una manera indirecta, caprichosa e inapropiada, no según la versión Védica autorizada o upanisad. Los eruditos académicos se enorgullecen de explicarlo todo a su propia manera, y declaran que se pueden entender las sastras “como uno guste.” Este método de “como Usted guste” es sólo una necedad, y ha creado estragos en la cultura Védica, incluso dentro de la India. Como A.C.Bhaktivedanta Swami lo ha señalado precisamente:

“Uno no puede aceptar un conocimiento científico según sus propios caprichos. Por ejemplo, en la ciencia de la Matemáticas, dos más dos son cuatro, y uno no hacer que eso sea igual a tres o cinco. Sin embargo, aunque no es posible alterar el verdadero conocimiento, la gente ha adoptado la moda de entender el conocimiento Védico como les parezca. Es por esta razón que yo he presentado el Bhagavad-gita Tal Como Es”.

Los Upanishads describen sin ambigüedades la característica antimaterial o completamente espiritual del Supremo Absoluto, y debido a ello facilitan el camino para la comprensión apropiado de la Personalidad Trascendental (Bhagavan), quien posee todas las opulencias y es el último objeto de toda meditación y devoción (bhakti). El sendero del bhakti implica tres cosas: el devoto (bhakta), el objeto supremo de adoración (Bhagavan), y la relación amorosa entre ambos (bhakti-rasa).

La escuela teísta que sigue los preceptos de su fundador, Sri Chaitanya, rechaza cualquier interpretación errónea que no dé el significado directo de los Upanishads. La interpretación directa de las conclusiones filosóficas correctas se llamada abhida-vrtti —la palabra vrtti indica comentario o interpretación—, mientras que la interpretación indirecta se llama laksana-vritti, y no sirve a ningún propósito constructivo.

Como se expuso en el primer capítulo, existen varios procesos de percepción. Realmente, existen cuatro clases de entendimiento o comprensión:

1) pratyaksa, la comprensión directa;
2) anumana, el conocimiento hipotético;
3) aitihya, el discernimiento histórico;
4) sabda, la comprensión a través del sonido, la vibración sonora que proviene del plano superior, también llamado aparauseya o avarodha-pantha, el conocimiento que desciende mediante el sruti o revelación.

Este es el mejor método de los cuatro. Los Upanishads hablan de esta clase de percepción, enfatizando la necesidad de acudir a un maestro espiritual para ser iluminados en la verdad. Por eso los estudiantes védicos tradicionales, aceptan este tipo de entendimiento a través del sonido o trasmisión oral como la mejor de todas.

A través de preguntas (prasna) y respuestas a los ¿por qué? (kena), sabios y discípulos entretejen la temática de cada uno de los textos, llenos de diálogos e historias, las cuales no está exentas de humor ni de profundas moralejas, aunque su naturaleza abstrusa requiere ser bien interpretada, siendo esta forma inquisitiva característica de los Upanisads en su conjunto. Su sabiduría es críptica pero su contenido no es inaccesible; se trata de un conocimiento interior que no debe ser revelado a la gente e clase baja que no esté realmente interesada en recibir instrucción espiritual del guru calificado.

El siguiente par de historias, son iluminador prototipo de las enseñanzas de los Upanisads:

“Uddalaka ordenó a Shvetaketu: ‘Tráeme un higo de ese árbol.’ —Aquel respondió: ‘Aquí está, señor.’ ‘Ábrelo.’ ‘Ya lo he abierto, señor.’ ‘¿Qué ves en el?’ ‘Nada, señor.’ ‘Sin embargo, mi querido muchacho—dijo Uddalaka—, esta gran higuera creció de una sutil esencia que no podemos ver. Ten fe, querido mío, porque esa sutil esencia es el Alma del universo entero. Eso es la Realidad. Eso es el “Alma. Tu eres eso [tat tvam asi]’.“

“Otro sabio dijo: ‘Hay dos formas del Ser cósmico y no formal; mortal e inmortal; fijo e inmóvil; existente y esencial o indispensable. Con respecto al Alma, lo formal constituye lo que es diferente del hálito y del espacio que está dentro del alma. Esto es mortal, estático y existente. Lo no-formal es el aliento y el espacio que está dentro del alma. Esto es inmortal, móvil y esencial. La forma de este Ser es como un manto color azafrán, como una lana blanca, como un escarabajo rojo, como una llama de fuego, como un loto blanco, como una fulguración de relámpago. Y como una fulguración de relámpago es la gloria del hombre que conoce esto”.



Los nombres de los Upanisads

Existen 108 Upanisads, escritos en prosa y en verso, de extensión variable. Aunque existe un orden tradicional de acuerdo al canon formal, conocido como muktika, estos textos han sido clasificados de acuerdo a su importancia. Según ciertos criterios lingüísticos, de vocabulario, estilo, tesis doctrinal, analogías y otros aspectos relevantes, algunos especialistas han dado un cierto orden cronológico apropiado. En base a estos factores, los siguientes doce Upanisads se consideran los más importantes y dignos de estudio filosófico:
  • Isha,
  • Brhad-aranyaka,
  • Chandogya,
  • Taittiriya,
  • Aitareya,
  • Kena,
  • Katha,
  • Prasna,
  • Mundaka,
  • Mandukya,
  • Svetasvatara 
  • Maitrayana.

Entre este grupo principal, el Isha Upanisad (Sri Isopanisad) es muy importante, porque afirma el predominio de Isha o Ishvara como el controlador supremo. Es curioso notar que, en el transcurso de la historia, no se han dado ninguno de los nombres de los autores de estos tratados, aunque en ellos aparecen mencionados distintos rsis y sus enseñanzas, como el sabio Yajñavalkya, Shakayanya, Gargya, Shvetvasvatara, Uddalaka, Pippalada, Baka, Ushasti, Satyakama, los Valakhilyas, ascetas castos y enanos, Sanat Kumara, Kapeya, Vamadeva, Angiras, etc. Entre estos elevados filósofos, se destaca el poético Yajñavalkya, ocupando sus disertaciones la mayor parte del extenso Brhad aranyaka Upanisad.

En el Muktikopanisad (30-39) hay una lista de los 108 Upanisads. Para información del estudiante, los nombres de esos 108 Upanisads son los siguientes:

LOS 108 UPANISADS

1) Isa Upanisad
2) Kena Upanisad
3) Katha Upanisad
4) Prasna Upanisad
5) Mundaka Upanisad
6) Mandukya Upanisad
7) Taittiriya Upanisad
8) Aitareya Upanisad
9) Chandogya Upanisad
10) Brhad-Aranyaka Upanisad
11) Brahma Upanisad
12) Kaivalya Upanisad
13) Jabala Upanisad
14) Svetasvatara Upanisad
15) Hamsa Upanisad
16) Aruneya Upanisad
17) Garbha Upanisad
18) Narayana Upanisad
19) Paramahamsa Upanisad
20) Amrta-bindu Upanisad
21) Nada-bindu Upanisad
22) Sira Upanisad
23) Atharva-sikha Upanisad
24) Maitrayany Upanisad
25) Kausitaky Upanisad
26) Brhaj-jabala Upanisad
27) Nrsimha-tapany Upanisad
28) Kalagni-rudra Upanisad
29) Maitreya Upanisad
30) Subala Upanisad
31) Ksurika Upanisad
32) Mantrika Upanisad
33) Sarva-sara Upanisad
34) Niralamba Upanisad
35) Suka-rahasya Upanisad
36) Vajra-sucika Upanisad
37) Tejo-bindu Upanisad
38) Nada-bindu Upanisad
39) Dhyana-bindu Upanisad
40) Brahma-vidya Upanisad
41) Yoga-tattva Upanisad
42) Atma-bodha Upanisad
43) Narada-parivrajaka Upanisad
44) Trisikhy Upanisad
45) Sita Upanisad
46) Yoga-cudamany Upanisad
47) Nirvana Upanisad
48) Mandala-brahmana Upanisad
49) Daksina-murty Upanisad
50) Sarabha Upanisad
51) Skanda Upanisad
52) Mahanarayana Upanisad
53) Advaya-taraka Upanisad
54) Rama-rahasya Upanisad
55) Rama-tapany Upanisad
56) Vasudeva Upanisad
57) Mudgala Upanisad
58) Sandilya Upanisad
59) Paingala Upanisad
60) Bhiksu Upanisad
61) MahadUpanisad
62) Sariraka Upanisad
63) Yoga-sikha Upanisad
64) Turiyatita Upanisad
65) SannyasaUpanisad
66) Paramahamsa-parivrajaka Upanisad
67) Malika Upanisad
68) Avyakta Upanisad
69) Ekaksara Upanisad
70) Purna Upanisad
71) Surya Upanisad
72) Aksy Upanisad
73) Adhyatma Upanisad
74) Kundika Upanisad
75) Savitry Upanisad
76) Atma Upanisad
77) Pasupata Upanisad
78) Param-brahma Upanisad
79) Avadhuta Upanisad
80) Tripuratapana Upanisad
81) Devy Upanisad
82) TripuraUpanisad
83) Katha-rudra Upanisad
84) Bhavana Upanisad
85) Hrdaya Upanisad
86) Yoga-kundalinyUpanisad
87) Bhasma Upanisad
88) Rudraksa Upanisad
89) Gana Upanisad
90) Darsana Upanisad
91) Tara-sara Upanisad
92) Maha-vakya Upanisad
93) Pañca-brahma Upanisad
94) Pranagni-hotra Upanisad
95) Gopala-tapany Upanisad
96) Krsna Upanisad
97) Yajñavalkya Upanisad
98) Varaha Upanisad
99) Satyayany Upanisad
100) Hayagriva Upanisad
101) Dattatreya Upanisad
102) Garuda Upanisad
103) Kaly Upanisad
104) Jabaly Upanisad
105) Saubhagya Upanisad
106) Sarasvati-rahasya Upanisad
107) Bahvrca
108) Muktik Upanisad

Entre los Upanisads apreciados en la escuela Vaisnava, sobre los cuales se han escrito importantes comentarios, tenemos el Sri Krishna Upanisad, Sri Narayana Upanisad, Sri Kali-santarana Upanisad, Sri Vasudeva Upanisad, y Sri Gopala tapani Upanisad. Aunque se ha dicho que los Upanisads fueron compuestos entre los años 800 y 450 antes de Cristo, y algunos incluso en el siglo XV después de Cristo, su esencia es eterna como los mismos Vedas, de los cuales son anexos.

La esencia de todos los temas expuestos por los sabios que hablan en los Upanisads, considerados como enseñanzas o doctrinas secretas, es la búsqueda del Brahman o la realidad última, el conocimiento del espíritu (atma) y de su vínculo con el plano trascendental. El proceso místico para alcanzar esa unión consiste en la práctica del Yoga.

Por su profundidad y originalidad, los Upanisads no se asemejan a ningún sistema filosófico occidental, aunque se haya tratado de establecer alguna comparación, incluso con el Nuevo Testamento, debido a la dimensión espiritual tratada, la cual se fundamenta en las enseñanzas recibidas de un maestro. Los traductores españoles de la versión de Max Müller sobre los Upanisads, han señalado acertadamente lo siguiente:

“Por su importancia filosófica, de tránsito al pensamiento lógico, podrían ser comparados con la filosofía de los presocráticos. Pero a diferencia de éstos, en cuya filosofía se fue perdiendo poco a poco el espíritu mágico de sus orígenes, en los Upanisads se mantiene nítida la inspiración divina de las enseñanzas del guru (maestro) y su carácter iniciático”.

Debido a esta situación, entre las diversas acepciones e interpretaciones que la misma palabra sánscrita upanisad o upanishad ha recibido, no obstante las deficiencias de sus traducciones literales, la significación más relevante de estos textos védicos se asocia definitivamente a la asociación del maestro y el discípulo, la enseñanza recibida por una persona que acude a un alma iluminada que puede instruirle en el conocimiento trascendente de la realidad última, sentándose a los pies del maestro. Y quien se sienta en un lugar inferior y próximo al que ocupa un lugar más elevado (tradicionalmente el vyasasana, o el asiento superior que ocupa el guru o representante de Vyasadeva), debe considerarse como discípulo. Por eso en los Upanisadsabundan los diálogos entre los sabios maestros (munis o rsis), y los discípulos que escuchan de cerca sus enseñanzas confidenciales.



Enseñanzas de los Upanisads más Relevantes

En las siguientes páginas se dará un resumen de algunos aspectos de las enseñanzas expuestas en diez de los Upanisads que se consideran más importantes.

Sri Isopanisad

El Sri Isopanisad consta de 18 mantras y puede dividirse en cinco secciones. Este Upanisad pertenece alVajaseneyi Samhita de la Parte Blanca (shukla) del Yajur Veda, y comprende el último capítulo de este samhita. También suele llamarse un Mantra Upanishad, porque forma parte de un Veda (samhita). El tema central exalta la naturaleza omnipenetrante (sarva-vyapakatva) y plenamente controladora (sarva-niyamakatva) del Señor Supremo. Así queda establecido desde el principio mediante la expresiónishavasyam. Se allí el nombre Isha de este Upanisad, que no sólo alude a la omnipotencia del Señor, sino a su control sobre todo cuanto existe.

Los dos primeros versos son invocaciones. El primer mantra: om purnam hada purnam idam / purnat purnam udacyate, afirma la perfección y plenitud del Señor Supremo, así como lo es Su creación universal, en la cual ha dispuesto todo cuanto sea necesario para que las entidades vivientes puedan vivir felices. El segundo verso establece el concepto isavasya, es decir, Dios es la totalidad perfecta y completa, y el Supremo Controlador (Isha) de todo cuanto existe en el universo: isavasyam idam sarvam / yat kiñca jagatyam jagat: Todo es creación de Dios, quien posee inmensas potencias (saktis), siendo todas tan completas como Él. Por eso el mundo fenoménico (jagat) también es completo en sí mismo, aunque es una manifestación temporal de 24 elementos, que son los ingredientes básicos para el mantenimiento y subsistencia del universo material.

Las unidades completas (los seres vivientes o jivas) que viven dentro de el reciben todas las facilidades para que puedan comprender a la totalidad completa, siendo la forma humana de vida la manifestación completa de la conciencia del ser viviente, la cual se obtiene tras una evolución a través de 8.400.000 especies de vida orgánica, de las cuales 400.000 son especies humanas. Desde el comienzo, el Isopanisad establece la jerarquía del todo completo, el cual es sólo comprendido en el estado de vida humana cuando la parte subordinada se ocupa en el servicio de la totalidad completa. Por lo tanto la forma de vida humana es una oportunidad que no se puede desaprovechar.

El tercer mantra dice que uno sólo debe aceptar las cosas necesarias y merecidas, y no oras, pues se debe saber a quien pertenecen. La tercera sección puede considerarse los mantras 4 al 8, donde se dice que elIsa es la persona suprema y posee características únicas, y todas las contradicciones se resuelven en Él. También describe a los tipos de almas puras a él consagradas, y por lo tanto totalmente liberadas de la ansiedad y el sufrimiento, las cuales han realizado el plano espiritual de conciencia mediante el servicio directo al todo completo. El mantra 7 —yasmin sarvani bhutany atmaivabhud vijanatah / tatra ko mohah kah soka ekatvam anupasyatah se traduce así: “Aquel que siempre observa a todas las entidades vivientes como chispas espirituales, de la misma cualidad que el Señor, se torna en un verdadero conocedor de las cosas, y el no padece ansiedad ni ilusión.”

La sección cuarta comprende los mantras 9 al 14, que mencionan la existencia de diferentes tipos de personas ateas, las cuales sufren diferentes desgracias. También se dice que para su progreso en la vida espiritual, un devoto debe aprender tanta la naturaleza de la vida espiritual como los defectos de la vida material, culminando en el entendimiento del aspecto personal de la Suprema Verdad Absoluta. El mantra 13 aprueba el sistema de que para comprender la causa de todas las causas, hay que acudir a las autoridades, a los acharyas o maestros espirituales genuinos. También se declara que diferentes formas de adoración producen diferentes resultados, y el última instancia hay que adorar al Señor Supremo.

La quinta sección son los mantras del 15 al 18, donde el orador se dirige al Señor para que remueva su refulgencia corporal y le revele Su verdadera forma personal. Ante la cercanía de la muerte el devoto solicita la misericordia superior, y ora al Señor para que interceda favorablemente y lo acepte como su sirviente, concediéndole el refugio eterno. Por lo tanto, el Isopanisad afirma la existencia de otro mundo trascendental el cual puede ser alcanzado por las almas que han comprendido la finalidad del conocimiento védico.

Brhad-aranyaka-Upanisad

Brhad significa “grande”y de allí el nombre de este “Gran Upanisad del bosque”, que comprende seis extensos capítulos. Sus profundas disertaciones profundidades filosóficas acerca del Brahman y el Atman se encuentran en el segundo, tercer y cuarto capítulo. Algunas de sus enseñanzas son las siguientes: “Aham brahmasmi: “Yo soy Brahman, yo soy espíritu.” (1.4.10); Yo va etad aksaram gargy aviditvasmal lokat pariti sa krpanah: ‘Aquel que no resuelve los problemas de la vida mientras es un ser humano, y que, por ende, se va de este mundo como los perros y los gatos, sin entender la ciencia de la autorrealización, es un avaro”. (3.8.10)

Este Upanisad es digno de un estudio más a fondo. El siguiente fragmento corresponde al Primer Brahmana del Quinto Adhyaya:

“Ese Brahman invisible es infinito, este Brahman visible es infinito. Este Brahman visible infinito procede de este Brahman invisible infinito. Al captar la plenitud de este Brahman visible infinito, queda ese Brahman invisible infinito.

Om es el éter, es el Brahman. Existe el antiguo éter invisible y el éter visible en la atmósfera; así habló Kauravyayaniputra. Este (el Om) es el Veda (el medio para llegar al conocimiento), así lo conocen los brahmines. A través de ellos uno conoce todo lo que tiene que ser conocido”.

El profesor K.T. Pandurangi ha analizado un conjunto significativo de Upanisads, describiendo su diverso contenido temático bajo un resumido y útil enfoque pedagógico de cada una de las características y aspectos principales tratados en estos textos sánscritos. En algunos de los resúmenes incluidos en estas páginas, que exploran la temática de diez relevantes Upanisads, se han usado como referencia algunos de los aspectos filosóficos desarrollados por el Prof. Pandurangi, así como otras versiones y fuentes bibliográficas confiables, inglesas, francesas y españolas, en las cuales se han estudiado o descrito pasajes globales o fragmentos de los Upanisads.

Chandogya Upanisad

Está relacionado con el Sama Veda y es citado con mucha frecuencia. Se basamenta principalmente en la identidad entre el alma universal y la suprema, aunque esta unidad amerita ser explicada con más precisión, porque podría considerarse como la fusión de la jiva con en el Brahman, postulada en la filosofía Maya-vada de Sankara.

El texto se ha relacionado con el Sama Veda y contiene enseñanzas de carácter religioso, y conjeturas filosóficas sobre el ser y la divinidad, el universo y su creación, el espíritu y la materia. También describe el proceso védico de los sacrificios, especialmente la práctica llamada pañcagni-vidya, incluyendo conceptos sobre Dios y la entidad viviente, la materia y el alma, y la creación del universo. Se ha dicho que el Mundaka Upanisad trata de reconciliar el ritual brahmanico con la filosofía Vedanta. Pero es preciso examinar a fondo el texto para establecer tal conclusión.

En el capítulo cinco (5.10.3-5) se describen las dos maneras en que el alma puede irse de este mundo, en la luz y en la oscuridad, tal como se explica en el Gita (8.26). Entre sus pasajes pueden destacarse los siguientes:

“En el cuerpo de un ser viviente, ni la facultad de hablar, ni la de ver, ni la de oír, ni la de pensar, es el factor primordial; la vida es lo que constituye el centro de todas las actividades”. (5.1.15)

“Aunque yo soy uno he de volverme muchos”. (6.2.3)

“La Superalma que sale del cuerpo entra en el brahmajyoti impersonal (la radiación o refulgencia del Brahman); luego, con Su forma, permanece en Su identidad espiritual. Ese Supremo se denomina la Personalidad suprema (sa uttamah purusah)”. (8.12.3)

En el Chandogya Upanisad (8.13.1) hay una declaración explícita—syamac chavalam prapadye savalac chyamaà prapadye: Para recibir la Gracia de Krishna, me entrego a Su energía (Radha), y para recibir la misericordia de Su energía (Radha, la potencia placentera interna o hladini-sakti), yo me entrego a Krishna.” En concordancia, en el Rg Veda (1.22.20) también se dice—tad visnoh paramam padam sada / pasyanti surayah diviva caksur atatam / visnor yat paramas padam: “Los pies de loto de Visnu son el objeto supremo de todos los semidioses. Esos pies de loto del Señor son tan radiantes como el sol en cielo”.

Taittiriya Upanisad

Este Upanisad trata en forma lógica y preceptiva aspectos sobre cosmología, psicología, constitución del cuerpo, así como consideraciones éticas y místicas. Debido a su carácter “esotérico” se han detectado en este texto ciertas connotaciones parapsicológicas sobre el subconsciente, la mente, la personalidad subliminal, y los planos de percepción interna de la conciencia. En el mantra (2.7.1) se dice —“raso vai sah, rasam hy evayam labdhvanandi bhavati: “Cuando uno entiende a la Personalidad de Dios, el depósito del placer, uno se vuelve en verdad bienaventurado de un modo trascendental”.

El verso (2.8) declara: “Es debido al temor del Brahman Supremo que sopla el viento, por temor a El es que sale y se oculta el Sol, y por temor a El actúa el fuego. El sólo por temor a El que la muerte, e Indra, el rey del cielo, llevan a caso sus respectivos deberes (mrtyur dhavati pañcamah).”

Kena Upanisad

El Kena Upanisad Pertenece al Talavakara Brahmana del Sama Veda y es también llamado Talavakara Upanishad. Su tema central está en la forma de un diálogo entre Chaturmukha Brama (el Brahma de cuatro cabezas que generó este universo o Brahmanda), y Sadashiva (el Siva original). En el se exponen los aspectos del controlador de todos los seres (sarva-prerakatva), la supremacía sobre todo cuento existe (sarvottamatva), y lo incomprensible de su integridad o la imposibilidad de conocer completamente al Brahman (sakalyena avedyatva).

Este Upanisad termina preguntando:

1) ¿Quién dirige a la mente hacia los objetos buenos o malos?;
2) ¿Quién dirige a Mukhya Prana para la ejecución de sus deberes?; y
3) ¿Quién dirige los sentidos—el ojo, la oreja, etc., hacia los objetos respectivos?

Todas estas preguntas tienen una sola respuesta. Quién da el poder de ver al ojo, el de oír a la oreja, el de pensar a la mente y el poder de moverse al prana (entendido aquí como el aire vital, o la manifestación de la conciencia) dirige sus actividades respectivas. Él es evidentemente el Dios Supremo. Aquéllos que comprenden que Él es quien dirige a la mente, los sentidos e incluso al mukhya prana, logrará la liberación. Esto conduce a la pregunta acerca de la naturaleza de Dios.

Dios está más allá del alcance de los sentidos, más allá de las palabras e incluso el más allá la mente. Siendo Infinito, Él no puede traerse dentro del compás del conocimiento limitado. Uno no puede saber cómo Él conduce los sentidos, la mente, etc. Sin embargo, Él no permanece totalmente desconocido en total, sino que puede conocerse plenamente debido a Su naturaleza infinita.

Este último punto conduce a una importante consideración, teniendo en cuenta la guía vedántica del sruti y la doctrina del prasada: sólo por la gracia superior del infinito puede este ser conocido a través de lo finito. Es decir, la jiva atómica, el ser individual que es la parte finita del absoluto infinito, sólo puede conocer al infinito por la gracia del infinito, que al manifestarse revela su plena naturaleza y opulencia a la conciencia individual (jiva-atma).

Esta es le enseñanza central del Kena Upanisad, que termina indicando los medios para adquirir conocimiento espiritual: penitencia (tapas), dama (la regulación o control de los sentidos), y karma (la ejecución de la acción prescrita o el deber apropiado).

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