"Si hay una constante en todas las fuentes de yoga, esa es su insistencia en el carácter “secreto” de su enseñanza. El secretismo es la forma de salvaguardar la transmisión íntegra y protegerla de contaminaciones externas. Aunque actualmente el acceso a todo tipo de información es libre, rápido y cómodo, el carácter secreto del yoga sigue estando vigente. Cabe distinguir entre “información”, a la cual se puede acceder de manera casi ilimitada, y “conocimiento”, cuyo acceso está tan restringido hoy como siempre lo ha estado. En la tradición india, el conocimiento es un bien que se merece y conquista, no un derecho que tienen todos los hombres por igual, a modo de como se entiende en el mundo moderno. Tradicionalmente, el acceso a los textos clásicos estaba restringido a iniciados en yoga, principalmente porque su comprensión dependía directamente de su práctica. De esta forma, se evitaban malas lecturas manteniendo la escritura en secreto. Actualmente, casi todo el mundo puede tener acceso a la lectura de estas obras o a alguna de sus traducciones. Sin embargo, de todos los que tendrían acceso a la lectura, verdaderamente muy pocos se interesarán por las obras, y de esos, otros pocos las leerán. De esos escasos lectores, alguno será practicante de yoga. Y de esos practicantes, quizá alguno llegue a comprender su contenido. De esta manera, se puede entender que la restricción de este tipo de textos sigue siendo la misma que cuando fueron redactados por primera vez. La única diferencia es que tradicionalmente se evitaban las lecturas inapropiadas a través del secretismo, y en el mundo moderno, el libre acceso a la información propicia que algunos confundan “información” con “conocimiento”. Más allá de esas distinciones, el conocimiento verdadero sigue estando protegido como siempre lo estuvo." - José A. Offroy Arranz

sábado, 30 de noviembre de 2013

LAS TABLAS ESMERALDA DE THOTH - Hermes Trismegisto - part 2


Tabla III – La Clave de la Sabiduría

Yo, Thoth, El Atlante, doy mi sabiduría, doy mi conocimiento, doy mi poder. Libremente lo doy a los hijos de los hombres. Dado eso que ellos, también, tengan sabiduría para brillar desde el velo de la noche a través del mundo.

La sabiduría es poder y el poder es sabiduría, una con la otra, perfeccionando el todo.

No seas orgulloso, Oh hombre, en tu sabiduría. Conversa con el ignorante así como también con el sabio. Si alguien llega a ti lleno de conocimiento, escucha y pon atención, puesto que la sabiduría es todo.

No te mantengas en silencio cuando lo malo sea hablado por Verdad, como el sol brilla sobre todo. Aquel que sobrepasare la Ley castigado será, puesto que solamente a través de la Ley llega la libertad de los hombres. Que no te cause miedo, ya que el miedo es un límite, un grillete que ata a los hombres a la oscuridad.

Sigue tu corazón durante tu vida. Haz más de lo que es esperado de ti. Cuando hayas ganado riquezas, sigue tu corazón, puesto que éstas de provecho no son si tu corazón está cansado. No disminuyas el tiempo de seguir a tu corazón. Es aborrecimiento del alma.

Aquellos que son guiados no se pierden, pero esos que están perdidos no pueden encontrar un sendero recto. Si andas entre los hombres, hazlo por ti mismo, Ama, el inicio y el fin del corazón.

Si alguien viniere a ti por consejo, deja que hable libremente, que aquello por lo que ha venido a ti sea hecho. Si duda en abrir su corazón a ti, es por causa tuya, el juicio, es incorrecto.

No repitas un diálogo extravagante, ni lo escuches, puesto que es la palabra de uno que no está en equilibrio. No hables de eso, para que el que esté frente a ti conozca la sabiduría.

El silencio es de gran beneficio. Una abundancia de diálogo no es de provecho. No exaltes tu corazón sobre los hijos de los hombres, para que no sea llevado más abajo que el polvo.

Si eres grande entre los hombres, sé honrado por el conocimiento y la gentileza. Si buscas conocer la naturaleza de un amigo, no pidas su compañía, sino pasa un tiempo a solas con él. Debate con él, probando su corazón por sus palabras y su porte.

Eso que va a guardarse debe surgir, y las cosas que son tuyas deben compartirse con un amigo.

El conocimiento considerado por el tonto como ignorancia, y las cosas que son de provecho son hirientes para él. Él vive en la muerte. Es, por lo tanto, su alimento.

El hombre sabio permite que su corazón se desborde, pero mantiene en silencio su boca. Oh hombre, escucha a la voz de la sabiduría, escucha a la voz de la luz.

Misterios existen en el Cosmos que revelados llenan al mundo con su luz. Permitan al que sería libre de los límites de la oscuridad primero distinga lo material de lo no material, el fuego de la tierra, puesto que sepan que cuando la tierra desciende a la tierra, así también el fuego desciende sobre el fuego y se vuelve uno con el fuego. Aquel que conoce el fuego que está en su interior ascenderá hacia el fuego eterno y morará en él eternamente.

El fuego, el fuego interno, es la más potente de toda fuerza, puesto que sobrepasa las cosas y penetra a todas las cosas de la Tierra. El hombre se soporta solamente hasta donde pueda resistir. Así que la Tierra debe resistir al hombre si no existiera.

Todos los ojos no ven con la misma visión, puesto que para uno un objeto parece de una forma y color y diferente para el ojo de otro. Así también el fuego infinito, cambiando de color a color, nunca es el mismo día a día.

Así, hablo yo, THOTH, de mi sabiduría, puesto que un hombre es un fuego ardiendo a través de la noche; nunca es apagado en el velo de la oscuridad, nunca es apagado por el velo de la noche.

Dentro de los corazones de los hombres, busqué mi sabiduría, no los encontré libres de la esclavitud de la disputa. Liberen de las dificultades, a su fuego, oh mi hermano, ¡para que no sean sepultados en la sombra de la noche!

Escucha, oh hombre, y escucha esta sabiduría: ¿en dónde termina el nombre y la forma? Solamente en la conciencia, invisible, una fuera infinita de resplandor brilla. Las formas que creas iluminando su visión son verdaderamente efectos que siguen tu causa.

El hombre es una estrella ligada a un cuerpo, hasta el final, él es liberado a través de su contienda. Solamente por medio de lucha y trabajo lo más duro que puedas, la estrella dentro de ti brotará a una nueva vida. Para el que conoce el comienzo de todas las cosas, libre es su estrella del reino de la noche.

Recuerda, oh hombre, que todo lo que existe solamente es otra forma de eso que no existe. Todo lo que tiene ser está pasando a otro ser y tu mismo no eres una excepción.

Considera la Ley, puesto que todo es Ley. No busques eso que no sea de la Ley, puesto que tal cosa existe solamente en las ilusiones de los sentidos. La sabiduría llega a todos sus hijos incluso cuando ellos vienen a la sabiduría.

Todo a través de las eras, ha sido escondido de la luz. Despierta, oh hombre, y se sabio.

En lo profundo de los misterios de la vida he viajado, buscando e indagando eso que está escondido.

Escúchate, oh hombre, y se sabio. Lejos debajo de la corteza terrestre, en los Salones de Amenti, misterios vi que están escondidos de los hombres.

Con frecuencia he caminado por el profundo pasaje escondido, mirado en la Luz que es la Vida entre los hombres. Ahí debajo de las flores de la Vida siempre viviente, busqué los corazones y los secretos de los hombres. Encontré que el hombre está viviendo en la oscuridad, la luz del gran fuego está escondida en el interior.

Ante los Señores de la escondida Amenti aprendí la sabiduría que doy a los hombres.

Maestros son ellos de la gran Sabiduría Secreta, traída del futuro del fin de la infinidad. Siete son ellos, los Señores de Amenti, señores ellos de los Niños de la Mañana, Soles de los ciclos, Maestros de Sabiduría.

¿No están formados ellos como los hijos de los hombres? TRES, CUATRO, CINCO Y SEIS, SIETE, OCHO, NUEVE son los títulos de los Maestros de los hombres.

Del distante futuro, sin forma no obstante formándose, llegaron ellos como maestros para los hijos de los hombres. Viven ellos para siempre, no obstante no de la vida, sin lazos a la vida y no obstante libres de la muerte.

Gobiernan ellos para siempre con infinita sabiduría, ligados sin estar ligados a los oscuros Salones de la Muerte. La vida que ellos tienen, vida que no es vida, libres de todo ellos son los Señores del TODO.

De ellos surgió el Logos, instrumentos ellos del poder sobre todo. Vasto es su semblante, no obstante escondidos en la pequeñez, formados por una formación, conocidos pero desconocidos.

TRES mantiene la clave de toda la magia escondida, creador él de los salones de los Muertos; enviando poder, envolviendo con oscuridad, atando a las almas de los hijos de los hombres; enviando la oscuridad, atando la fuerza del alma; director de lo negativo de los hijos de los hombres.

CUATRO es el que suelta el poder. Señor, él, de la Vida de los hijos de los hombres. La luz es su cuerpo, la flama es su semblante; libertador de almas para los hijos de los hombres.

CINCO es el maestro, el Señor de toda la magia – Llave a La Palabra que resuena entre los hombres.

SEIS es el Señor de la Luz, el camino oculto, camino de las almas de los hijos de los hombres.

SIETE es aquel que es el Señor de la vastedad, maestro del Espacio y la llave de los Tiempos.

OCHO es el que pone orden al progreso; pesa y equilibra el viaje de los hombres.

NUEVE es el padre, vasto es su semblante, formándose y cambiando de lo que no tiene forma.

Medita sobre los símbolos que te doy. Claves son ellos, aunque escondidas de los hombres.

Ve siempre hacia arriba, oh Alma de la mañana. Gira tus pensamientos hacia la Luz y la Vida. Encuentra las claves de los números que te traigo, ilumina el camino de la vida hacia la vida.

Busca con sabiduría. Lleva tus pensamientos al interior. No cierres tu mente a la flor de la Luz.

Coloca en tu cuerpo una imagen formada de pensamiento. Piensa en los números que te guían a la Vida.

Claro es el camino al que tiene sabiduría. Abre la puerta al Reino de la Luz.

Vierte tu flama como un Sol de la mañana. Apaga la oscuridad y vive en el día.

Toma, ¡oh hombre! Como parte de tu ser, a los Siete que son pero no son como parecen. He abierto, ¡oh hombre!, yo mi sabiduría. Sigue el camino en la forma que he guiado.

Maestros de Sabiduría. SOL de la LUZ DE LA MAÑANA y VIDA para los hijos de los hombres.


Tabla IV - El Nacido del Espacio 

Escucha, oh hombre, la voz de la sabiduría, escucha la voz de THOTH, el Atlante.

Libremente doy a ustedes mi sabiduría, reunida del tiempo y espacio de este ciclo; maestro de los misterios, SOL de la mañana, viviendo por siempre, un niño de la LUZ, brillando con resplandor, estrella de la mañana.

THOTH el maestro de los hombres, es de TODOS. Hace mucho tiempo, yo en mi niñez, yacía debajo de las estrellas en la hace tiempo enterrada ATLÁNTIDA, soñando con los misterios lejos de los hombres.

Entonces en mi corazón creció un gran anhelo por conquistar el camino que guiaba a las estrellas. Año tras año, busqué la sabiduría, buscando nuevo conocimiento, siguiendo el camino, hasta que al fin mi ALMA, en gran labor, se liberó de su esclavitud y se apartó.

Libre fui de la esclavitud del hombre terrestre. Libre del cuerpo, destellé a través de la noche. Abierto para mí, al fin, estaba el espacio estelar. Libre fui de la esclavitud de la noche. Ahora en el fin del espacio busqué sabiduría, mucho más allá del conocimiento del hombre finito.

Lejos en el espacio, mi ALMA viajó libremente hacia el círculo de luz de la infinidad. Extraños, más allá del conocimiento, eran algunos de los planetas, grandes y gigantes, más allá de los sueños de los hombres.

No obstante encontré la Ley, en toda su belleza, trabajando a través y entre ellos como aquí entre los hombres.
Proyecté mi alma a través de la belleza de la infinidad, lejos a través del espacio volé con mis pensamientos.
Descansé ahí en un planeta de belleza. Variedades de armonía llenaban el aire.

Formas habían, moviéndose en Orden, grandes y majestuosas como estrellas en la noche; organizadas en armonía, en equilibrio ordenadas, símbolos de lo Cósmico, como en la Ley.

Muchas de las estrellas pasé en mi viaje, muchas de las razas de los hombres en sus mundos; algunos llegando alto como las estrellas de la mañana, algunos cayendo bajo en la negrura de la noche.

Todos y cada uno de ellos luchando, ganando las alturas y sondando, moviéndose a veces en los planos de la brillantez, viviendo a través de la oscuridad, ganando la Luz.

Sabe, oh hombre, que la Luz es tu herencia. Sabe que la oscuridad solamente es un velo. Sellado en tu corazón está el resplandor eterno, esperando el momento de libertad para conquistar, esperando por desgarrar el velo de la noche.

Algunos encontré que habían conquistado lo etéreo. Libres del espacio estaban ellos no obstante eran hombres. Usando la fuerza que es la base de TODAS las cosas, lejos en el espacio construyeron ellos un planeta, atraídos por la fuerza que fluye a través de TODO; condensando, fusionando lo etéreo en formas, que crecieron como ellos desearon.

Aventajados en ciencias, ellos, todas las razas, poderosos en sabiduría, hijos de las estrellas. Largo tiempo me detuve, observando su sabiduría. Los vi crear de las gigantescas ciudades etéreas de rosas y oro. Formadas del elemento primario, base de toda la materia, lo etéreo extenso.

Lejos en el pasado, ellos habían conquistado lo etéreo, liberados de la esclavitud del trabajo duro; formaban en su mente solamente una imagen y rápidamente se creaba, crecía.

Después, mi alma se apresuró, a través del Cosmos, siempre viendo, cosas nuevas y viejas; aprendiendo que el hombre verdaderamente es nacido del espacio, un Sol del Sol, un hijo de las estrellas.

Sus cuerpos no son nada más que planetas girando alrededor de sus centros solares.

Cuando hayan ganado la luz de toda la sabiduría, libres serán para brillar en lo etéreo - uno de los Soles que brilla en la oscuridad exterior - uno de los nacidos del espacio que llegó a ser Luz.

Así como las estrellas a tiempo pierden su brillo, la luz pasa de ellas a la gran fuente, así, oh hombre, el alma pasa hacia delante, dejando detrás la oscuridad de la noche.

Formado tú, de lo etéreo primario, lleno con el brillo que fluye de la fuente, atado por lo etéreo fusionado alrededor, no obstante siempre ardiendo hasta que, al fin, eres libre.

Viajé yo a través del espacio-tiempo, sabiendo que mi alma, al fin, era puesta en libertad, sabiendo que ahora debo buscar la sabiduría. Hasta que al final, pasé a un plano, oculto del conocimiento, no conocido para la sabiduría, una extensión más allá de todo lo que conocemos.

Ahora, oh hombre, cuando tuve este conocimiento, feliz mi alma creció, puesto que ahora era libre. Escucha, tu nacido del espacio, escucha mi sabiduría; no sabes que tú, también, serás libre.

Escucha nuevamente, oh hombre, a mi sabiduría, que escuchando, tú también, puedes vivir y ser libre. No de la tierra eres tú – terrestre, sino hijo de la Infinita Luz Cósmica.

¿No sabes tú, oh hombre, de tu herencia? ¿No sabes que tú eres verdaderamente de la Luz? Sol del Gran Sol, cuando ganas sabiduría, verdaderamente conciente eres de tu parentesco con la Luz.

Ahora, a ti, doy mi conocimiento, libertad para andar por el camino que he caminado, mostrándote verdaderamente cómo, con esfuerzo, anduve por el camino que lleva a las estrellas.

Escúchate, oh hombre, y conoce tu esclavitud, sábete cómo liberarte de los problemas. Fuera de la oscuridad te elevarás, uno con la Luz y uno con las estrellas.

Sigue siempre el camino de la sabiduría. Solamente desde aquí te elevas desde abajo. El destino del hombre siempre lo lleva hacia delante, hacia las Curvas del TODO infinito.

Sábete, oh hombre, que todo el espacio está ordenado. Solamente por medio del Orden eres Uno con el TODO. El Orden y el Equilibrio son la Ley del Cosmos. Síguela y serás Uno con el TODO.

Aquel que siguiera el camino de la sabiduría, abierto debe estar a la flor de la vida, extendiendo su conciencia fuera de la oscuridad, fluyendo a través de tiempo y del espacio en el TODO.

Profundo en el silencio, primero debes perdurar hasta que al fin seas libre del deseo, libre del anhelo de hablar en el silencio.

Conquista por el silencio, la esclavitud de las palabras. Absteniéndote de comer hasta que hayamos conquistado el deseo por la comida, que es la esclavitud del alma.

Después yace en la oscuridad. Cierra tus ojos de los rayos de la Luz. Centra tu fuerza del alma en el lugar de tu conciencia, liberándola de las ataduras de la noche.

Coloca en tu mente la imagen que desees. Imagina el lugar que desees ver. Vibra de aquí para allá con tu poder. Desaten el alma de su noche. Ferozmente debes sacudirte con todo tu poder hasta que al final su alma sea libre.

Poderosa más allá de las palabras es la flama de lo Cósmico, colgando en los planos, desconocida para el hombre; poderosa y equilibrada, moviéndose en Orden, música de las armonías, mucho más allá del hombre.

Hablando con música, cantando con color, arde desde el inicio de TODA la eternidad. Chispa de la flama son ustedes, oh mis niños, ardiendo con color y viviendo con música. Escuchen la voz y ustedes serán libres.

La libre conciencia está fusionada con lo Cósmico, Una con el Orden y Ley del TODO. Que no sabes hombre, que de la oscuridad, la Luz surgirá, un símbolo del TODO.

Haz esta oración por logro o sabiduría. Ora por la llegada de la Luz al TODO.

Poderoso ESPÍRITU de LUZ que brilla a través del Cosmos, lleva mi flama más cerca en armonía hacia ti.

Eleva mi fuego de la oscuridad, magneto del fuego que Uno con el TODO. Eleva mi alma, tú poderoso y fuerte.

Hijo de la Luz, no te apartes. Llévame en poder para fundirme en tu horno; Uno con todas las cosas y todas las cosas en Uno, fuego del esfuerzo de vida y Uno con el Cerebro.

Cuando hayas liberado tu alma de su esclavitud, sábete que para ti la oscuridad se ha ido. Siempre a través del espacio puedes buscar sabiduría, atados no están los grilletes en la carne.

Hacia delante y arriba hacia la mañana, destella libre, oh Alma, hacia los planos de la Luz. Muévete en Orden, muévete en Armonía, libremente te moverás con los Hijos de la Luz.

Busca y conoce, mi LLAVE a la Sabiduría. Así, oh hombre, seguramente serás libre.

LAS TABLAS ESMERALDA DE THOTH - Hermes Trismegisto - part 1


Tabla I - La Historia de Thoth, el Atlante

Yo, THOTH, el Atlante, maestro de los misterios, guardián de los registros, poderoso rey, mago, viviendo de generación en generación, preparándome para entrar a los salones de Amenti, dejando la guía de aquellos que van a pasar, estos registros de la poderosa sabiduría de la Gran Atlántida.

En la gran ciudad de KEOR en la isla de UNDAL, en un tiempo muy lejano, comencé esta encarnación. No como lo hicieron los hombrecitos de la era actual, los poderosos de la Atlántida viven y mueren, pero en lugar de cómo lo hacían de eones a eones, ellos renovaban su vida en los Salones de Amenti en donde el río de la vida fluye eternamente hacia delante.

Cien veces diez he descendido el camino oscuro que guía a la luz, y como muchas veces he ascendido de la oscuridad hacia la luz mi fuerza y poder se renovaban.

Ahora por un tiempo desciendo, y los hombres de KHEM (Khem es el antiguo Egipto) ya no me conocerán más.

Pero en un tiempo todavía no nacido surgiré nuevamente, poderoso y potente, requiriendo un informe de aquellos que quedaron atrás de mí.

Entonces tengan cuidado, Oh hombres de KHEM, si ustedes han falsamente traicionado mi enseñanza, puesto que los arrojaré de su alto estado hacia la oscuridad de las cuevas de las cuales vienen.

No revelen mis secretos a los hombres del norte o a los hombres del sur para mi maldición no caiga sobre ustedes.

Recuerden y cuiden mis palabras, puesto que seguramente volveré nuevamente y requeriré de ustedes eso que cuidan. Así es, incluso desde más allá del tiempo y desde más allá de la muerte yo regresaré, recompensando o castigando si han abandonado su verdad.

Grande era mi gente en los antiguos días, grande más allá de la concepción de las pequeñas personas que ahora están a mi alrededor; conociendo la sabiduría de lo antiguo, buscando más dentro del corazón del conocimiento infinito que pertenecía a la juventud de la Tierra.

Sabios éramos nosotros con la sabiduría de los Niños de Luz quienes habitaban entre nosotros. Fuertes éramos nosotros con el poder extraído del fuego eterno.

Y de todos esos, el más grande entre los hijos de los hombres era mi padre, THOTME, guardián del gran templo, enlace entre los Niños de Luz que habitaban dentro del templo y las razas de hombres que moraban en las diez islas.

Portavoz, después de los Tres, del Morador de UNAL, hablando a los Reyes con la voz que debe ser obedecida.

Crecí ahí de niño a la adultez, siendo enseñado por mi padre los antiguos misterios, hasta que a tiempo ahí crecí dentro del fuego de la sabiduría, hasta que ardió en una flama consumiéndose.

Nada deseé más que el logro de la sabiduría. Hasta que un gran día la orden vino del Morador del Templo que me presentara frente a él. Pocos habían entre los hijos de los hombres que hubieran mirado esa poderosa cara y vivido, puesto que no como los hijos de los hombres son los Hijos de la Luz cuando no están encarnados en un cuerpo físico.

Elegido fui de los hijos de los hombres, enseñado por el Morador para que sus propósitos fueran cumplidos, propósitos todavía no nacidos en el vientre del tiempo.

Largas eras habité en el Templo, aprendiendo siempre y todavía más sabiduría, hasta que yo, también, alcancé la luz emitida del gran fuego.

Me enseñó él, el camino a Amenti, el inframundo en el que los grandes Reyes se sientan sobre su trono de poder.

Una profunda reverencia hice en homenaje ante los Señores de la Vida y los Señores de la Muerte, recibiendo como mi regalo la Llave de la Vida.

Libre fui de los Salones de Amenti, no destinado a estar muerto en el círculo de la vida. Lejos a las estrellas viajé hasta que el espacio y el tiempo se convirtieron en nada.

Después de haber bebido profundamente de la copa de la sabiduría, miré en los corazones de los hombres y ahí encontré misterios más grandes y estaba contento. Puesto que solamente en la Búsqueda de la Verdad podría mi Alma estar tranquila y la flama interior estar apagada.

A través de las eras viví, viendo a aquellos a mi alrededor probar de la copa de la muerte y regresar de nuevo en la luz de la vida.

Gradualmente desde los Reinos de la Atlántida pasaron olas de conciencia que había sido una conmigo, solamente para ser recolocadas por semillas de una estrella inferior.

En obediencia a la ley, la palabra del Maestro se volvió flor. Descendentes a la oscuridad se volvieron los pensamientos de los Atlantes, hasta que al fin en esta cólera surgida de su AGWANTI (esta palabra no tiene equivalente; significa un estado de indiferencia), el Morador, hablando La Palabra, llamando al poder.

Profundo en el corazón de la Tierra, los hijos de Amenti escucharon, y escucharon, dirigiendo el cambio de la flor de fuego que arde eternamente, cambiando y cambiando, usando el LOGOS, hasta que ese gran fuego cambió su dirección.

Sobre el mundo entonces se abrieron las grandes aguas, inundando y hundiendo, cambiando el equilibrio de la Tierra hasta que solamente quedó el Templo de la Luz parado sobre la gran montaña en UNDAL todavía surgiendo del agua; algunos hubo que estaban viviendo, salvados del torrente de las fuentes.

Me llamó entonces el Maestro, diciendo: Reunid a mi gente. Llévalos por las artes que has aprendido a través de las lejanas aguas, hasta que alcances la tierra de los velludos bárbaros, morando en cuevas del desierto. Sigue allí el plan que todavía conoces.

Reuní entonces a mi pueblo y entré al gran barco del Maestro. Hacia arriba nos elevamos en la mañana. Oscuro debajo de nosotros yace el Templo. Repentinamente sobre él surgen las aguas. Desaparecido de la Tierra, hasta el tiempo señalado, fue el gran Templo.

Rápido volamos hacia el sol de la mañana, hasta que debajo de nosotros yació la tierra de los hijos de KHEM. Furiosos, con palos y lanzas, elevados en ira buscando asesinar y completamente destruir a los Hijos de la Atlántida.

Entonces elevé mi báculo y dirigí un rayo de vibración, alcanzándoles en sus caminos como fragmentos de piedra de la montaña.

Después les hablé con palabras tranquilas y pacíficas, hablándoles del poder de la Atlántida, diciendo que nosotros éramos hijos del Sol y sus mensajeros. Los intimidé con mi manifestación de magia-ciencia, hasta que a mis pies se postraron, cuando los liberé.

Mucho habitamos en la tierra de KHEM, mucho y todavía más nuevamente. Hasta que obedecieran las órdenes del Maestro, quien mientras duerme no obstante vive eternamente, envié a los Hijos de la Atlántida, los envié en muchas direcciones, que desde el vientre de la sabiduría del tiempo puede surgir nuevamente en sus hijos.

Largo tiempo habité en la tierra de KHEM, haciendo grandes trabajos por la sabiduría dentro de mí. Hacia arriba crié en la luz del conocimiento a los hijos de KHEM, regados por las lluvias de mi sabiduría.

Maldije entonces un camino a Amenti para que pudiera retener mis poderes, viviendo de era a era un Sol de la Atlántida, cuidando la sabiduría, preservando los registros.

Pocos grandes los hijos de KHEM, conquistando personas a su alrededor, creciendo lentamente hacia arriba en la fuerza del Alma.

Ahora por un tiempo me voy de entre ellos hacia los oscuros salones de Amenti, profundo en los salones de la Tierra, ante los Señores de los poderes, cara a cara una vez más con el Morador.

Me levanté en la entrada, una puerta, un portal guiando hacia a Amenti.

Pocos habrían con el valor para atreverse, pocos pasan el portal al oscuro Amenti. Erigí sobre el pasaje, yo, una poderosa pirámide, usando el poder que supera la fuerza de la Tierra (gravedad). Profundo y todavía más profundo coloqué un fuerte o cámara; desde ahí tallé un pasaje circular alcanzando casi la gran cima.

Ahí en el ápice, coloqué yo el cristal, enviando el rayo hacia el “Tiempo-Espacio”, atrayendo la fuerza de lo etéreo, concentrándose sobre el portal a Amenti.

Otras cámaras construí y dejé vacantes para todas las apariencias, no obstante ocultas dentro de ellas están las llaves a Amenti. El que con valor desafiare los reinos oscuros, primero dejen que se purifique por un largo ayuno.

Yacerá en el sarcófago de piedra en mi cámara. Después revelaré a él los grandes misterios. Pronto él seguirá a donde lo encontraré, incluso en la oscuridad de la Tierra lo encontraré, Yo, Thoth, el Señor de la Sabiduría, lo encontraré y lo tomaré y moraré con él siempre.

Construí la Gran Pirámide, modelé después la pirámide de la fuerza Terrestre, ardiendo eternamente para que, también, pueda permanecer a través de las eras.

En ella, construí mi conocimiento de “Magia-Ciencia” para que pueda estar aquí cuando nuevamente regrese de Amenti, sí, mientras duermo en los Salones de Amenti, mi Alma que vaga libre encarnará, morará entre los hombres en esta forma u otra. (Hermes, el tres veces nacido)

Emisario en la Tierra soy del Morador, cumpliendo sus órdenes para que muchos puedan ser elevados. Ahora regreso a los salones de Amenti, dejando detrás de mí algo de mi sabiduría. Preserven y mantengan la orden del Morador: Eleven siempre sus ojos hacia la luz.

Seguramente a tiempo, son uno con el Maestro, seguramente por derecho ustedes son uno con el Maestro, seguramente por derecho todavía son uno con el TODO.

Ahora, me aparto de ustedes. Conozcan mis órdenes, manténganlas y sean ellas, y yo estaré con ustedes, ayudándolos y guiándolos hacia la Luz.

Ahora ante mi se abre el portal. Bajo en la oscuridad de la noche.


Tabla II - Los Salones de Amenti

En lo profundo de la Tierra yacen los salones de Amenti, muy debajo de las islas de la hundida Atlántida, los Salones de la Muerte y los salones de la vida, lavados en el fuego del TODO infinito.

Lejos en un tiempo pasado, perdido en el espacio tiempo, los Hijos de la Luz miraron al mundo. Viendo a los hijos de los hombres en su esclavitud, atados por la fuerza que venía del más allá. Supieron que solamente por medio de la libertad de la esclavitud el hombre alguna vez podría surgir de la Tierra al Sol.

Ellos descendieron y crearon cuerpos, tomando la semejanza del hombre como propia. Los Maestros de todo dijeron después de su formación:

“Nosotros somos esos que fueron formados de espacio-polvo, tomando parte de la vida del TODO infinito; viviendo en el mundo como hijos de los hombres, igual y no obstante diferentes a los hijos de los hombres”.

Después para un lugar donde habitar, muy debajo de la corteza terrestre, explotaron ellos grandes espacios con su poder, espacios lejos de los hijos de los hombres. Rodeados por fuerzas y poder, escudaron del daño a los Salones de los Muertos.

De lado a lado entonces, colocaron ellos otros espacios, llenos con Vida y con Luz de arriba. Construyeron entonces los Salones de Amenti, que pueden habitar eternamente ahí, viviendo con vida hasta el fin de la eternidad.

Treinta y dos estaban ahí de los hijos, hijos de la Luz que habían venido entre los hombres, buscando liberar de la esclavitud de la oscuridad a aquellos que estaban atados por la fuerza del más allá.

En lo profundo de los Salones de la Vida creció una flor, ardiendo, expandiéndose, manejando la noche hacia atrás.

Colocaron en el centro, un rayo de gran potencia, dador de Vida, dador de Luz, llenando con poder a todo el que se acercara. Colocaron a su alrededor tronos, dos y treinta, lugares para cada uno de los Hijos de la Luz, colocados para que ellos fueran bañados en el resplandor, llenados con la Vida de la Luz eterna.

Ahí repetidas veces colocaban sus primeros cuerpos creados para pudieran ser llenados con el Espíritu de la Vida. Cien años de cada mil debe la flama de la Luz dadora de Vida surgir en sus cuerpos. Apresurando, despertando el Espíritu de la Vida.

Ahí en el círculo de eones a eones, se sientan los Grandes Maestros, viviendo una vida no conocida entre los hombres. Ahí en los Salones de la Vida ellos yacen durmiendo; libres fluyen sus Almas a través de los cuerpos de los hombres.

Repetidas veces, mientras sus cuerpos yacen dormidos, encarnan ellos en los cuerpos de los hombres. Enseñando y guiando hacia delante y hacia arriba, de la oscuridad a la luz.

Ahí en los Salones de la Vida, llenos con su sabiduría, no conocidos por las razas del hombre, viviendo por siempre bajo el frío fuego de la vida, se sientan los Hijos de la Luz. Veces hay en las que cuando se despiertan, salen desde las profundidades para ser luces entre los hombres, infinitos ellos entre los hombres finitos.

El que por progreso ha surgido de la oscuridad, que se ha elevado de la noche hacia la luz, liberado es de los Salones de Amenti, libre de la Flor de la Luz y de la Vida. Guiado entonces, por la sabiduría y el conocimiento, pasa de los hombres a los Maestros de la Vida.

Ahí él puede habitar como uno con los Maestros, libre de las ataduras de la oscuridad de la noche. Sentados dentro de la flor del resplandor están Siete Señores del Espacio-Tiempo sobre nosotros, ayudando y guiando a través de la Sabiduría infinita, el camino a través del tiempo de los hijos de los hombres.

Poderosos y extraños, ellos, velados con su poder, silenciosos, todo sapientes, atrayendo la fuerza de Vida, diferentes no obstante uno con los hijos de los hombres. Sí, diferentes, y no obstante Uno con los Hijos de la Luz.

Custodios y guardianes de la fuerza de la esclavitud del hombre, listos para soltarse cuando la luz haya sido alcanzada. Primero y muy poderoso, se sienta la Presencia Cubierta, Señor de Señores, el Nueve infinito, sobre los otros de cada uno de los Señores de los Ciclos;

Tres, Cuatro, Cinco, y Seis, Siete, Ocho, cada uno con su misión, cada uno con sus poderes, guiando, dirigiendo la densidad del hombre. Ahí se sientan ellos, poderosos y potentes, libres de todo tiempo y espacio.

No de este mundo, no obstante semejantes a él, Hermanos Ancianos ellos, de los hijos de los hombres. Juzgando y pesando, ellos con su sabiduría, observando el progreso de la Luz entre los hombres.

Ahí ante ellos estaba Yo guiado por el Morador, lo observé mezclarse con UNO de arriba.

Entonces de ÉL surgió una voz diciendo: “Grande eres tú, Thoth, entre los hijos de los hombres. Libre de ahora en delante de los Salones de Amenti, Maestro de la Vida entre los hijos de los hombres. No pruebes la muerte excepto si lo deseas, bebe tu Vida hasta el fin de la Eternidad, de ahora en adelante está la Vida, tú mismo tómala. De ahora en adelante la Muerte está al llamado de tu mano.

Mora aquí o sal de aquí cuando lo desees, libre es Amenti para el Sol del hombre. Toma tu Vida en la forma que desees, Hijo de la Luz que ha crecido entre los hombres. Elige tú el trabajo, puesto que todos deberían laborar, nunca estar libres del camino de la Luz.

Un paso tú has ganado en gran camino hacia arriba, infinita ahora es la montaña de la Luz. Cada paso que tomaste no hace más que engrandecer la montaña; todo tu progreso engrandece más la meta.

Alcanza la siempre infinita Sabiduría, siempre ante ti reside la meta. Liberado ahora estás de los Salones de Amenti para caminar mano a mano con los Señores del mundo, uno en un propósito, trabajando juntos, trayendo la Luz a los hijos de los hombres”.

Entonces de su trono vino uno de los Maestros, tomando mi mano y guiándome hacia delante, a través de los Salones de la profunda tierra escondida. Me guió él a través de los Salones de Amenti, mostrándome los misterios que no son conocidos para el hombre.

A través del oscuro pasaje, hacia abajo él me guió, hacia el Salón que es sitio es la oscura Muerte. Vasto como el espacio yace el gran Salón ante mí, con paredes de oscuridad pero no obstante llenas con Luz.

Ante mí se elevó un gran trono de oscuridad, velado en él estaba sentada una figura de la noche. Más oscura que la oscuridad sentada la gran figura, oscura con una oscuridad que no es de la noche. Ante ella entonces el Maestro pausó, diciendo.

La Palabra que provoca Vida, diciendo: “Oh, maestro de la oscuridad, guía del camino de la Vida a la Vida, ante ti traigo un Sol de la mañana. No lo toques alguna vez con el poder de la noche. No llames a su flama a la oscuridad de la noche. Conócelo, y míralo, uno de nuestros hermanos, elevado desde la oscuridad hacia la Luz. Libera su flama de esta esclavitud, libre deja a su flama a través de la oscuridad de la noche”.

Elevó entonces la mano de la figura, surgió una flama que creció clara y brillante. Dio vueltas rápidamente sobre la cortina de la oscuridad, develando el Salón de la oscuridad de la noche.

Entonces creció en el gran espacio ante mí, flama tras flama, desde el velo de la noche. Incontables millones saltaron ellos ante mí, algunos flameando como flores de fuego.

Otros había que emitían un resplandor tenue, fluyendo pero débilmente fuera de la noche.

Algunos había que caían rápidamente; otros que crecían de una pequeña chispa de luz. Cada uno rodeado por su tenue velo de oscuridad, no obstante flameante con luz que nunca podría ser apagada. Yendo y viniendo como luciérnagas en primavera, llenos con espacio, con Luz y con Vida.

Entonces se oyó una voz, poderosa y solemne, diciendo: “Estas son luces que son almas entre los hombres, creciendo y cayendo, existiendo por siempre, cambiando no obstante viviendo, a través de la muerte hacia la vida. Cuando han florecido, alcanzado el momento cumbre del crecimiento en su vida, rápidamente entonces envío mi velo de oscuridad, envolviendo y cambiando a nuevas formas de vida.

Continuamente hacia arriba a través de las eras, creciendo, expandiéndose en todavía otra flama, iluminando la oscuridad con aún un poder más grande, apagado no obstante encendido por el velo de la noche.

Así crece el alma del hombre siempre hacia arriba, apagada no obstante encendida por la oscuridad de la noche.

Yo, la Muerte, vengo, y no obstante no me quedo, puesto que la vida eterna existe en el TODO; solamente un obstáculo, Yo en el camino, rápido para ser conquistada por la luz infinita.

Despierta, Oh flama que arde siempre hacia el interior, surge y conquista el velo de la noche”.

Entonces en el medio de las flamas en la oscuridad surgió una que empujó la noche, flameando, expandiéndose, siempre muy brillante, hasta que al fin no fue nada sólo Luz.

Entonces mi guía habló, la voz del maestro: Mira tu propia alma mientras crece en la luz, libérate ahora para siempre del Señor de la noche.

Hacia delante me guió a través de muchos grandes espacios llenos con los misterios de los Hijos de la Luz; misterios de los cuales el hombre quizá nunca conozca hasta que él, también, sea un Hijo de la Luz.

Retrocediendo entonces ÉL me guió hacia la Luz del salón de la Luz. Me arrodillé entonces ante los grandes Maestros, Señores de TODO de los ciclos de arriba.

Habló ÉL entonces con palabras de gran poder diciendo:

Liberado has sido de los Salones de Amenti. Elige tú el trabajo entre los hijos de los hombres.

Entonces hablé yo:

Oh, gran maestro, permítame ser un maestro de los hombres, guiarlos hacia delante y arriba hasta que ellos, también, sean luces entre los hombres; liberados del velo de la noche que los rodea, flameando con luz que brillará entre los hombres.

Me habló entonces la voz:

Anda, como sea tu voluntad. Así sea decretado. Maestro eres tú de tu destino, libre de tomar o rechazar como sea tu voluntad. Toma tu poder, toma tu sabiduría. Brilla como una luz entre los hijos de los hombres.

Hacia arriba entonces, me guió el Morador. Habité de nuevo entre los hijos de los hombres, enseñando y mostrando algo de mi sabiduría; Hijo de la Luz, un fuego entre los hombres.

Ahora nuevamente piso el camino hacia abajo, buscando la luz en la oscuridad de la noche. Los marco y los guardo, preserven mi registro, guía será para los hijos de los hombres.


viernes, 29 de noviembre de 2013

YOGA KUNDALINI UPANISHAD - part 1


PRIMER ADHYAYA

El chitta tiene dos causas (de movimiento): las latencias-vasanas y el vayu (o prana). Si se controla uno de los dos, se controlan los dos.

De los dos, la persona debe controlar constantemente a vayu (o prana) moderando la ingesta, con posturas y tercero, con el sakti-chala.

Ahora voy a explicar la natualeza de estas cosas. Escucha, Gautama. Hay que tomar alimentos dulces y nutritivos, dejando sin llenar un cuarto (del estómago), para complacer a Shiva (el patrono de los yogis). A esto se llama ingesta moderada. Las posturas que se requier en al respecto son de dos clases: Padma y Vajra.

La (postura) Padma consiste en poner cada talón sobre el muslo opuesto. Esto acaba con todos los pecados.

La postura Vajra consiste en poner un talón debajo del mulakanda y el otro encima, sentado con el cuerpo, el cuello y la cabeza erguidos.

La sakti que se nombró antes no es otra que Kundalini. El hombre sagaz debe hacerla subir de su lugar (en el ombligo) hasta el entrecejo. A esto se llama sakti-chala.

Para practicarlo se necesitan dos cosas: sarasvati-chalana y el control de prana (respiración). Entonces, gracias a la práctica, se desenrollará kundalini (que está enroscada en espiral).

De los dos, te explicaré primero el sarasvati-chalana. Los sabios de la antigüedad dicen que Sarasvati es lo mismo que Arundhati. Sólo al despertarla a ella se despierta la Kundalini.

Cuando el aliento Prana pasa por (nuestro) Ida (la fosa nasal izquierda), debe adoptar firmemente la postura padma y aumentar (hacia adentro) en cuatro dedos el akasha de doce dedos

Luego el hombre inteligente debe atar al nadi (Sarasvati) con este (aliento) aumentado, y sujetándose firmemente (los extremos de las costillas cerca del ombligo) con los índices y pulgares de ambas manos (uno a cada costado) debe agitar a Kundalini con todas sus fuerzas de derecha a izquierda una y otra vez. Durante un lapso de dos muhurtas (2 veces 48 13 minutos), debe agitarla sin miedo.

Luego debe inhalar un poco cuando Kundalini entra en el Sushumna. De este modo, kundalini entra en la boca del Sushumna. (También) Prana, luego de dejar (ese sitio) entra por sí solo en el Sushumna (junto con la kundalini).

Al comprimir el cuello hay que expandir el ombligo. Entonces, al sacudir al Sarasvati, el Prana sube al pecho.

Con la contracción del cuello, Prana sube más arriba del pecho. Sarasvati, en cuyo vientre hay sonido, debe ser agitado (o puesto en vibración) todos los días. Por lo tanto, con sólo agitarlo, uno queda curado de las enfermedades.

Indudablemente al agitar esta sakti se destruyen el gulma (una enfermedad del bazo), el jalodara (la hidropesía), el pliha (otra enfermedad del bazo), y todas las otras enfermedades que se originan en el vientre

Ahora voy a describirte brevemente el pranayama. Prana es el vayu que se mueve en el cuerpo y se conoce como kumbhaka su retención en el interior del mismo.

Ahora voy a describirte brevemente el pranayama. Prana es el vayu que se mueve en el cuerpo y se conoce como kumbhaka su retención en el interior del mismo.

Hay cuatro bhedas (divisiones) (de pranayama), a saber surya, ujjayi, sitali y bhastri. El kumbhaka asociado a estas cuatro se llama sahita kumbhaka.

Hay que agitar (o poner en vibración) el Sarasvati sentados en la postura padma, sobre un asiento limpio y agradable, que sea cómodo, ni muy alto ni muy bajo, en un lugar limpio, bonito, libre de guijarros, etc., y que se halle libre de (fuentes de) frío, fuego y agua a la distancia de un tiro de arco.

Hay que inhalar lentamente el aire externo todo lo que se desee, a través de la fosa nasal derecha y exhalarlo por la fosa nasal izquierda.

Se debe exhalar después de purificar el cráneo (enviando el aire con fuerza hacia arriba). Esto acaba con los cuatro tipos de males que causan el vayu y los parásitos intestinales. A esto se llama surya bheda, y hay que practicarlo frecuentemente.

Cerrando la boca e inhalando lentamente el aire, igual que antes, por los dos nadis (fosas nasales), hay que retenerlo en el espacio entre el corazón y el cuello, para exhalarlo por la fosa nasal izquierda.

Esto acaba con el calor producido en la cabeza igual que la flema de la garganta, elimina todas las enfermedades, purifica el cuerpo y aumenta el fuego (gástrico) interior.

Elimina también los males que se originan en los nadis, el jalodara (vientre acuoso o hidropesía) y los dhatus. Este kumbhaka se denomina ujjayi, y se puede practicar (incluso) de pie o andando

El hombre debe inhalar el aliento atravesando la lengua (haciendo el sonido sibilante de la letra “Sa”) y luego de retenerlo como antes, debe exhalarlo lentamente por las (dos) fosas nasales.

A esto se llama sitali kumbhaka, y elimina enfermedades como el gulma, el pitha, la consunción, la bilis, la fiebre, la sed y el veneno.

El hombre sagaz se sentará en la postura padma, cerrará la boca y exhalará con cuidado a través de las (dos) fosas nasales.

Luego debe inhalar un poco con velocidad, llegando hasta el corazón, de modo que el aire llene con ruido el espacio entre el cuello y el cráneo.

Después debe exhalar de la misma manera, e inhalar una y otra vez. Igual que se mueven los fuelles del herrero (es decir, se llena el interior con aire y luego se expulsa el aire), así debe mover el aire dentro de su cuerpo. Si se le cansa el cuerpo, debe inhalar entonces por la fosa nasal derecha.

Cuando su abdomen está lleno de vayu, entonces debe comprimir bien sus fosas nasales con todos los dedos menos el índice, y realizar kumbhaka como antes (se dijo), y exhalará por la fosa nasal izquierda.

Esto lo libra a uno de las enfermedades del fuego (o inflamación) de la garganta; aumenta el fuego gástrico interno, permite que uno conozca la kundalini, produce pureza al eliminar los pecados, da felicidad y placer y destruye la flema que es el cerrojo (u obstáculo) de la puerta de la boca del brahma-nadi (el Sushumna).

Asimismo perfora los tres granthis o nudos diferenciados según las tres gunas.
Este kumbhaka se denomina Bhastri, y debe realizarse especialmente.

Cuando está cerca kumbhaka (o cuando se la va a realizar), el yogi intachable ha de practicar los tres bandhas de estas cuatro maneras.

El primero se llama mula-bandha; el segundo se llama uddiyana, y el tercero es jalandhara. Ahora se describirán sus naturalezas.

Al (aliento) Apana que tiene tendencia a descender, se lo fuerza a subir cuando uno se inclina hacia abajo. A este proceso se lo llama mula-bandha.

Cuando se levanta el Apana y llega a la esfera de agni (fuego), entonces la llama de agni aumenta avivada por vayu.

Entonces agni y Apana llegan a (o se funden con ) el Prana en estado caliente. Por medio de este agni
que es muy fogoso, surge en el cuerpo la llama (o el fuego) que con su calor despierta a la Kundalini
dormida.

Entonces esta Kundalini hace un ruido sibilante y se yergue como una serpiente apaleada con un bastón y se mete en el orificio del brahma-nadi (Sushumna). Por lo tanto los yogis deben practicar diariamente el mula-bandha con frecuencia.

El uddiyana debe realizarse al final del kumbhaka y al comienzo de la exhalación. Debido a que en este
bandha el Prana asciende-uddiyate , por tal motivo los yogis lo llaman uddiyana.

Hay que sentarse en postura vajra y sujetar con firmeza los dos dedos gordos de los pies con ambas manos y apretar en el plexo─kanda y en el lugar próximo a los dos tobillos.

Entonces debe levantarse gradualmente el tana (hilo o nadi) que se halla del lado oriental, primero hacia el udara (parte superior del abdomen, encima del ombligo), después hacia el corazón y luego hacia el cuello. Cuando el Prana llega al sandhi (0unión) del ombligo, lentamente elimina las impurezas (o enfermedades) del ombligo. Por lo tanto, hay que practicar esto con frecuencia.

El bandha llamado jalandhara debe practicarse al fin del kumbhaka. La forma de este jalandhara es la contracción del cuello, y es un impedimento al paso del vayu (hacia arriba).

El bandha llamado jalandhara debe practicarse al fin del kumbhaka. La forma de este jalandhara es la contracción del cuello, y es un impedimento al paso del vayu (hacia arriba).

Hay que tomar asiento según se mencionó recién, agitar el Sarasvati y controlar el Prana.

El primer día hay que practicar kumbhaka cuatro veces; el segundo día hay que hacerlo diez veces y otras cinco, en dos momentos separados.

Al tercer día será suficiente con veinte veces y después el kumbhaka deberá realizarse con los tres bandhas, con un aumento de cinco veces por día.

Las enfermedades se generan en el cuerpo por las causas siguientes: dormir durante el día, estar en vela hasta tarde por las noches, exceso de relaciones sexuales, andar entre multitudes, detener la descarga de la orina y las heches, el perjuicio de la alimentación poco sana y la operación mental laboriosa sobre el prana.

Si el yogi teme a estas enfermedades (cuando ellas lo ataquen) puede decir: “Mis malestares se han originado por mis prácticas de  yoga”, e interrumpir entonces su práctica. Se dice que este es el primer obstáculo al yoga.

El segundo (obstáculo) es la duda; el tercero es el descuido; el cuarto es la pereza; el quinto la somnolencia; el sexto, el no abandonar los objetos (de los sentidos), el séptimo, la percepción errónea; el octavo, los objetos sensuales; el noveno, la falta de fe, y el décimo es el fracaso en alcanzar la verdad del yoga. El hombre sagaz debe abandonar estos diez obstáculos luego de gran deliberación.

La práctica del pranayama debe realizarse diariamente con la mente firmemente fija en la verdad. Entonces el chitta se absorbe en el Sushumna y (por lo tanto), el prana no se mueve más.

Cuando se eliminan así las impurezas (del chitta) y el prana se absorbe en el Sushumna, se convierte en un yogi verdadero.

Hay que hacer subir con esfuerzo al Apana, cuya tendencia es a descender, mediante la contracción (del ano) y a esto se denomina mula-bandha.

Cuando se lo ha hecho subir, el Apana se mezcla con agni y luego ambos se dirigen velozmente a la sede del Prana. Entonces, Prana y Apana se unen entre sí, y van a Kundalini, que se encuentra enroscada y dormida.

Cuando agni calienta a Kundalini y vayu la agita, ella extiende su cuerpo hacia la boca del Sushumna, perfora el brahma-granthi constituido por rajas, y de inmediato destella como el relámpago en la boca del Sushumna.

Entonces sube de inmediato a través del vishnu-granthi en el corazón. Luego atraviesa ascendiendo el rudra-granthi y por encima de éste, hasta el entrecejo; luego de haber perforado este sitio, sube al mandala (o esfera) de la luna.
Entonces seca la humedad que produce la luna en el anahata chakra de dieciséis pétalos.

Cuando la sangre se agita por la velocidad del prana, se convierte en bilis en contacto con el sol, luego de lo que va a la esfera de la luna, donde adquiere la naturaleza del flujo de la flema pura. ¿Cómo es que (la sangre) que es muy fría se calienta al pasar por allí?

(Porque) al mismo tiempo la forma intensamente blanca de la luna se calienta rápidamente. Entonces, al ser agitada, sube.

Al incorporarla el chitta, que se movía entre los objetos sensorios, queda refrenada allí. El novicio que disfruta de este elevado estado alcanza la paz y se vuelve devoto del Atman.

Kundalini se reviste con las ocho formas de Prakriti y llega a Shiva rodeándolo, y se disuelve luego en Shiva.

Así el rajas-sukla (fluido seminal) que asciende, va hacia Shiva junto con marut (vayu); el Prana y el Apana que se producen siempre, se hacen iguales.

Los pranas fluyen en todas las cosas, grandes y pequeñas, descriptibles e indescriptibles, como el fuego está en el oro.

Entonces este cuerpo que es adhibhautika (compuesto por elementos) se vuelve adhidhaivata (de naturaleza divina) y queda así purificado. Entonces logra el estado de ativahika.

Entonces, el cuerpo queda libre del estado inerte y se vuelve inmaculado y de la naturaleza del chit.
En él, el ativahika se vuelve principal entre todos, al tener la naturaleza de aquello.

Como al imaginar una serpiente cuando se ve una soga, la idea de liberación de la vida y del samsara es la ilusión del tiempo.

Todo lo que aparece es irreal. Todo lo que se disuelve es irreal. Como la percepción errónea de plata en la madreperla, así es la idea de hombre y mujer.

El microcosmos y el macrocosmos son uno y lo mismo. Así también el linga y el sutratman, el svabhava (la substancia) y la forma, la luz que resplandece por sí misma y el chidatma.

Con la punta de su capuchón (o sea con la boca), la sakti llamada Kundalini, que es como un filamento de loto y que es resplandeciente, muerde la raíz del loto del mulakandha.

Con la boca se muerde la cola y está en contacto con el orificio del Brahmarandhra (del Sushumna). Si la persona sentada en la postura Padma que se ha acostumbrado a contraer el ano, hace que su vayu ascienda con la mente concentrada en el kumbhaka, entonces agni llega al svadhisthana en llamas, debido al soplo de vayu.

Por el soplo de vayu y de agni, el jefe (Kundalini) perfora la abertura del brahmarandhra, y luego el vishnu-granthi.

Luego perfora el rudra-granthi, después a (todos) los seis lotos (o plexos). Entonces Shakti está contenta con Shiva en el sahasrara kamala (sede de los mil lotos, o glándula pineal). Hay que saber que éste es el avastha (sede) más elevada y sólo él otorga la beatitud final.

jueves, 28 de noviembre de 2013

KSHURIKA UPANISHAD

¡Om! Que a los dos nos proteja 
que a los dos nos nutra 
que podamos trabajar juntos con gran energía 
que nuestro estudio sea vigoroso y efectivo 
que no disputemos (u odiemos a nadie) 

¡Om! ¡Paz en mí, paz alrededor mío, paz en las fuerzas que actúan sobre mí! 


¡Om! Aquí describiré el dharana que es la daga ─ kshurika que permite alcanzar la perfección del yoga, tal que al obtenerlo el dedicado al yoga no vuelve a nacer. 

Según el pronunciamiento hecho por el Señor Brahma y el significado implícito en la verdad de los Vedas, hay que buscar un asiento apropiado en lugar salutífero, e igual que la tortuga retrae sus miembros, hay que llevar a la mente a detenerse en el corazón, por medio de la unión con los doce matras del pranava (Om) y lenta, muy lentamente, habrá de inhalarse (puraka) el Atman universal. 


En este estado hay que restringir todos los accesos (del aliento) y mantener pecho, rostro, abdomen y cuello debidamente erguidos y adelantar la zona cardíaca.
El aire que circula por las fosas nasales debe dirigirse a los órganos principales con kumbhaka, y luego de que lo haya hecho, hay que exhalarlo lentamente según el proceso de rechaka

Luego de firme ejercitación (en pranayama) hay que sostener (el dharana) dos veces entre el tobillo y el dedo gordo, luego tres veces en cada pantorrilla, dos veces en cada rodilla, luego tres veces en cada pierna, dos veces en la cadera y tres veces en el ano, y otras tantas en los genitales, y luego llevar a reposar (el prana) a la morada de vayu en el ombligo.

Allí está el Sushumna nadi, envuelto en otros muchos nadis sutilísimos, de colores rojo, amarillo, negro y cobrizo.

Hay que recurrir a los nadis blancos y ultra-sutiles y hacer mover allí el prana como se mueve la araña en las hebras que ella misma segrega.

La región espaciosísima del corazón que en los vedantas se llama dahara o pundarika, semejante a un loto rojo, está adyacente al ombligo. 

Luego de penetrarla, el aliento va a la garganta, llevando sensibilidad a todos los nervios; luego pasa al lugar de la mente y al secreto que está más allá, al lugar de la pura y agudísima sabiduría.

Así pues, vale la pena concentrarse en los nombres y formas de las regiones sensitivas de los pies hacia arriba; la región llamada indravajra (adyacente a las piernas) debe atravesarse desarrollando una mente aguda por la práctica permanente del yoga.

Los cuatro lugares sensitivos (desde muladhara hasta la región del corazón) deben penetrarse desarrollando concentración de la mente por la práctica permanente del yoga formado por meditación ─ dhyana, fuerza ─ bala y concentración ─ dharana a través del prana que descarga los lugares sensitivos.

Luego el yogi debe hacer circular el aliento en el plexo nervioso de la garganta. Allí hay ciento un nadis y se dice que en el centro está la Parashakti (o poder místico). 

El Sushumna se disuelve en el elemento supremo e inmaculado que tiene la forma de Brahman. Ida está situado a su izquierda y Pingala a la derecha.

La persona que conoce el sitio óptimo en medio de estos dos (Ida y Pingala), ese conoce los Vedas
(o sea el conocimiento eterno). Se calcula que la cantidad de nadis es de setenta y dos mil, y son (penetrantes) como el aceite de sésamo.

Se los puede penetrar gracias a la meditación del yoga, mas no se puede penetrar a Sushumna; la persona osada ha de penetrar estos cientos de nadis aplicando en este nacimiento la daga de filo purísimo y brillante que es el fuego yógico.

Al hacer esto, los nadis se perfuman tal como las flores de jazmín dan buen olor al aceite de sésamo.

El yogi debe conocer pues los diversos nadis que portan los diversos pensamientos faustos e infaustos y al meditar así, marcha (al Brahman supremo) librándose del ciclo de renacimientos.

El conocedor de la verdad del yoga que ha vencido al chitta mediante tapas, ha de vivir en lugar solitario y sin sonidos, sin la compañía de las gentes, y lenta, lentamente ha de volverse refractario a tales objetos.

Como el cisne se eleva libre por el cielo tras desgarrar las redes que lo sujetan, así el jiva que escinde los lazos alcanza la otra orilla del ciclo de los renacimientos.

Como al momento de apagar la lámpara su ardor se disuelve en la luz, así el yogi hace cenizas todas sus acciones.

La daga que el conocedor del yoga afiló por pranayama sobre la piedra del desapego corta todo lazo mundano, y él nunca vuelve a quedar ligado.

Liberado de los deseos, el yogi conquista la inmortalidad y se deshace de toda ulterior atadura. Así dice el upanishad


¡Om! Que a los dos nos proteja 
que a los dos nos nutra 
que podamos trabajar juntos con gran energía 
que nuestro estudio sea vigoroso y efectivo 
que no disputemos (u odiemos a nadie) 

¡Om! ¡Paz en mí, paz alrededor mío, paz en las fuerzas que actúan sobre mí!

miércoles, 27 de noviembre de 2013

HATHA YOGA PRADIPIKA - Svatmarama - part 4

CAPÍTULO CUARTO — SAMADHI


Samâdhi.
4.1. Loor a Shiva, el guru que se presenta en forma de nada, bindu y kâla; quien se consagre a él alcanzará el estado sin mancha y se librará de mâyâ.
4.2. A continuación se expone la técnica del samâdhi que vence a la muerte, conduce a la felicidad (eterna) y a la gloriosa disolución en brahman.
4.3-4. Rajayoga, samâdhi, unmani, manonmani, amaratva, laya, tattva, shûnyashûnya, paramapada, amanaska, advaita, niralamba, niranjana, jivanmukti, sahaja y turiya son sinónimos.
4.5. Samâdhi: así como un grano de sal se disuelve en el agua y se convierte en uno con ella, durante el estado de samâdhi se produce una unión similar entre mente y âtman.
4.6. Cuando no hay movimiento de prâna (duante kumbhaka) y la mente se disuelve en el sí mismo, tal estado de armonía se denomina samâdhi.
4.7. El estado de equilibrio, unión de jivâtman y paramatman, que se produce cuando cesan todos los
procesos mentales, es samâdhi.

Efectos.
4.8. ¿Quién conoce realmente la grandeza del rajayoga?; gracias a la enseñanza impartida por el guru, se alcanza jñâna, mukti, sthiti y siddhi.
4.9. Sin la ayuda de un auténtico guru, es muy difícil lograr la renuncia a los deseos (vairâgya), la percepción de la verdad y el auténtico estado natural de samâdhi (sahajâvasthâ)
4.10. Cuando se ha despertado kundalini mediante la práctica de âsana, kumbhaka y mudra, el prâna se disuelve en el vacío (shûnya) de brahmarandhra.
4.11. El yogui que ha despertado a shakti y se ha liberado de todo karma, alcanzará de forma natural el auténtico estado de su ser (samâdhi).
4.12. Cuando prâna fluye por sushumna y la mente se disuelve en el vacío (shûnya), el conocedor del yoga (que ha logrado detener el flujo de las modificaciones mentales) extirpa las raices del karma.

Conclusión.
4.13. Loor a Ti, ¡oh, amara!, que has conquistado incluso el tiempo, en cuyas fauces sucumbe el universo con todas las cosas animadas e inanimadas.

Prâna.
4.14. Amaroli, vajroli y sahajoli, se consiguen con éxito cuando la mente es reducida a un estado de equilibrio perfecto y prâna fluye por sushumna.
4.15. ¿Cómo podría obtenerse jñâna si prâna todavía vive (se halla activo) y la mente aún no ha muerto (no ha detenido sus procesos mentales)?; solamente quien logre permanecer en la inmovilidad, deteniendo prâna y mente, alcanzará la liberación.
4.16. Una vez dominada la técnica para abrir sushumna y hacer que prâna fluya por su interior, hay que practicar en un lugar adecuado (y no descansar) hasta que kundalini se establezca en brahmarandhra.

Sushumna.
4.17. Sol y luna originan la división del tiempo en forma de día y noche; sushumna (sin embargo) devora el tiempo; esto es un gran secreto.
4.18. Hay 72.000 nâdi en el cuerpo; de todos ellos, sushumna es el que contiene la energía divina (shambavi-shakti) que apacigüa a Shiva; los otros no son de gran uso.
4.19. Con prâna controlado, hay que despertar a kundalini y encender el fuego gástrico para entrar en sushumna sin temor.
4.20. Cuando prâna fluye a través de sushumna se alcanza manonmani-âvasthâ; otro tipo de prácticas son simples esfuerzos del yogui.

Prâna y mente.
4.21. Cuando se detiene prâna se detienen también los procesos mentales; quien controle la mente, controlará también prâna.
4.22. Las dos causas de actividad mental son prâna y vâsanâ; la inactividad de una de ellas provoca la inactividad de la otra.
4.23. Cuando la mente está absorta, prâna se detiene; cuando prâna está suspendido, la mente permanece quieta.
4.24. Mente y prâna están relacionados entre sí como la leche y el agua (que contiene), siendo sus actividades coincidentes; si existe movimiento de prâna, existe movimiento mental, y si hay actividad mental, la hay de prâna.
4.25. Si se suspende la actividad de una de ellas (mente y prâna), la otra parará; si una actúa, la otra también actuará; si no permanecen quietas, los sentidos estarán siempre activos; si se consigue controlarlas, se alcanzará moksha.

Mente y mercurio.
4.26. La naturaleza de la mente consiste en estar en movimiento continuo, igual que la del mercurio; cuando
ambos quedan inmóviles, ¿hay algo en este mundo que no pueda lograrse?
4.27. ¡Oh Parvati! Tanto el mercurio como el prâna, cuando se inmovilizan, se vencen todas las enfermedades; cuando mueren (se vuelven inactivos), proporcionan vida; cuando se controlan, la levitación es posible.

Prâna, mente y semen.
4.28. Cuando la mente queda quieta, prâna se detiene y, en consecuencia, bindu permanece inmóvil; cuando bindu permanece estable, el cuerpo adquiere fuerza y estabilidad, a su vez.
4.29. La mente domina los indriya y depende de prâna; laya produce prâna y, a su vez, depende de nada.

Liberación.
4.30. La quietud mental en sí misma se llama moksha, aunque otros puedan denominarla de distinta forma; en cualquier caso, cuando mente y prâna se disuelven, sobreviene una indefinible alegría.

Laya.
4.31. Cuando cesa el movimiento respiratorio y la atracción por los objetos de los sentidos, cuando el cuerpo permanece inmóvil y se detienen las modificaciones mentales, el yogui experimenta el layayoga.
4.32. Cuando cesa completamente toda actividad mental y física se produce el indescriptible estado del laya yoga, del cual sólo el sí mismo es consciente, pues está mas allá de las
palabras.
4.33. La disolución tiene lugar en brahmarandhra, en el lugar adonde se dirige la concentración; en el indiferenciado brahman se disuelve avidyâ, por medio de la cual existen los bhûta y los indriya, y la energía (shakti) que se halla en todo ser vivo.
4.34. La gente dice “laya, laya”, pero, ¿qué es realmente laya?: es el estado de olvido de los objetos de los sentidos, debido a que los samskâra dejan de actualizarse.

Shambhavimudra.
4.35. Los vedas, los shastras y los purânas son como prostitutas (pues están disponibles para todo el mundo); en cambio shambavimudra se encuentra cuidadosamente guardada, como una mujer honesta.
4.36. Shambavimudra consiste en concentrar la mente en el interior (en cualquiera de los chakra) mientras se mantiene fija la mirada en un objeto exterior, sin parpadear; los vedas y los shastras mantienen este mudra en secreto.
4.37. Shambavimudra es un estado en que mente y prâna se vuelven uno con el objeto interno, mientras la mirada permanece fija, como si todo lo viera, cuando en realidad no ve nada; cuando, gracias al guru, se alcanza ese estado, mas allá del vacío y del no-vacío (shûnyashûnya), en que todo se convierte en manifestación del gran Shambu, entonces se manifiesta la realidad.
4.38. Tanto shambavimudra como khecharimudra, aunque difieren en el punto en que se fija la mirada y en el objeto de concentración, tienen en común que ambas proporcionan el estado de felicidad que tiene lugar cuando se disuelve la mente en el vacío (en âtman), el cual es un estado de bienaventuranza en sí mismo.
4.39. El estado unmani surge de forma natural cuando la mirada se dirige hacia la luz que aparece en la punta de la nariz, se levantan un poco las cejas y se concentra la mente, como se ha explicado antes (shambavimudra).
4.40. Algunos se engañan con las promesas de los âgama, otros con las perplejidades de los vedas y otros mas con la dialéctica; ninguno de ellos conoce aquello (unmaniâvasthâ) con cuya ayuda se puede cruzar el océano de la existencia.
4.41. Con los ojos semicerrados, la mirada fija en la punta de la nariz, la mente en calma y la corriente de prâna en ida y pingala detenida, permaneciendo en un estado de quietud (corporal, sensual y mental) se alcanza lo más elevado en forma de luz radiante que es la fuente de todas las cosas y, en sí mismo es todo, la suprema realidad; ¿qué más se puede decir?

Lingam.
4.42. No se debe adorar el lingam ni de día ni de noche; el lingam ha de adorarse sólo cuando han dejado de existir el día y la noche.

Khecharimudra.
4.43. Cuando prâna, que normalmente fluye por los nâdi derecho e izquierdo, (los abandona y) se mueve por sushumna, entonces se puede practicar khecharimudra hasta alcanzar la perfección, sin lugar a dudas.
4.44. Cuando el vacío (shûnya) entre ida y pingala (sushumna), devora la corriente de prâna, indudablemente khecharimudra se vuelve perfecto.
4.45. Entre ida y pingala hay un espacio vacío donde se aplica la lengua para la práctica de khecharimudra.
4.46. Khecharimudra, que recoge el néctar procedente de la luna, es la amante visible de Shiva; la entrada del incomparable y divino sushumna debe bloquearse con la lengua invertida, vuelta hacia el velo del paladar.
4.47. Sushumna también quedará bloqueado cuando se llene de prâna; esta es la perfecta khecharimudra que conduce al unmani-âvasthâ.
4.48. Entre las cejas está la sede de Shiva, el lugar donde la mente se aquieta; este estado mental (samâdhi) se conoce como turiya, al que no tiene acceso el tiempo (la muerte).
4.49. Se ha de practicar khecharimudra hasta que se alcance el estado de yoganidra; el tiempo (la muerte) no existirá para quien lo logre.

Disolución.
4.50. Una vez se ha liberado la mente de todo objeto y concepto, ya no se desarrollan mas pensamientos; entonces se parece a una vasija vacía rodeada y llena de akâsha.
4.51. Cuando cesa la respiración exterior (con la práctica de khechari), también lo hace la interior (producción de prâna); entonces, la corriente de prâna y la corriente mental se detienen en el lugar apropiado (brahmarandhra).
4.52. El practicante que día y noche dirige el flujo de prâna (a través de sushumna), consigue disolver la mente allí donde prâna se disuelve.
4.53. Hay que inundar el cuerpo de pies a cabeza con el néctar (que fluye de la luna); así, el cuerpo se dotará de gran fortaleza y valor.
4.54. Centrar la mente en shakti y mantener shakti en el centro de la mente; observar la mente con la mente y hacer del supremo estado (samâdhi) el objeto de concentración.
4.55. Colocando el sí mismo (âtman) en medio de akâsha y akâsha en medio del sí mismo, reduciendo todo a la naturaleza de akâsha (mas allá del tiempo y del espacio), no se piensa en nada más.
4.56 Así, el yogui en estado de meditación se vacía por dentro y por fuera como una vasija en akâsha, y, al mismo tiempo, se llena por dentro y por fuera como una vasija en el océano.
4.57. No debe haber procesos mentales sobre cosas externas o internas; se han de abandonar todos los pensamientos subjetivos y objetivos, y no hay que pensar en nada.
4.58. La totalidad de este mundo es solo una creación de la mente, incluso la misma actividad mental es una ilusión; cuando se trasciende la mente, compuesta de procesos mentales, se halla descanso en aquello que no cambia; con seguridad, ¡oh Rama!, se ha conseguido la paz.
4.59. Igual que el alcanfor en la llama y la sal en el agua, la mente se disuelve en contacto con la realidad (âtman).

Maya.
4.60. Todo lo que se presenta ante la mente no es mas que lo cognoscible, pues la mente es el conocimiento mismo; cuando el proceso de conocimiento y el objeto de concentración se absorben recíprocamente, desaparece toda dualidad.
4.61. Todo en este mundo, tanto animado como inanimado, es una creación de la mente; cuando la mente alcanza el estado trascendente (unmani-âvasthâ), deja de experimentarse la dualidad.

Conclusiones.
4.62. Cuando se abandonan todos los objetos de conocimiento, la mente se disuelve (en el absoluto sat-
cit-ânanda) y sólo permanece el estado kaivalya.
4.63. Los diferentes caminos que conducen al samâdhi, que utilizan distintas técnicas, fueron descritos por los grandes maestros de la antigüedad, los cuales basaron las enseñanzas en su propia experiencia.
4.64. Loor a sushumna, a kundalini, al néctar que fluye de la luna, al manonmani-âvasthâ y al gran shakti, en forma de conciencia pura.

Nadam.
4.65. Ahora se describe la práctica de nada (anahata), tal como la enseñó Gorakshanatha, válida incluso para los menos ilustrados, incapaces de comprender la realidad.
4.66. El Primigenio Señor Shiva ha mostrado innumerables caminos que conducen a laya, pero parece que el mejor de todos ellos es la práctica de nadam.
4.67. El yogui, sentado en muktâsana y adoptando shambavimudra, debe escuchar atentamente el sonido
interior que se oye en el oído apropiado.
4.68. Cerrando los oídos, la nariz, la boca y los ojos, entonces se oirá claramente un sonido en el purificado
sushumna.

Etapas.
4.69. Toda práctica de yoga contiene cuatro etapas: arambhavasthâ, ghatâvasthâ, paricayâvasthâ y
nishpattyavasthâ.

Arambhâvasthâ.
4.70. Arambhavasthâ: cuando brahmagranthi (situado en anahatachakra) es atravesado (con la práctica de
prânâyâma), se experimenta una especie de beatitud en el shûnya (akâsha del corazón) donde se oyen sonidos tintineantes, como de joyas, en el centro del cuerpo.
4.71. En cuanto se hace audible el sonido en el vacío (interior), el cuerpo del yogui se vuelve resplandeciente y brillante; emana una exquisita fragancia, se aleja de la enfermedad y su corazón se llena de prâna y felicidad.

Ghatâvasthâ.
4.72. Ghatâvasthâ: en la segunda etapa prâna se une con apana, nada y bindu y entra en el chakra medio (el del corazón); ahora las âsana se perfeccionan y surge la sabiduría divina.
4.73. Cuando el vishnugranthi es atravesado (por prâna durante kumbhaka), la felicidad divina está próxima; en el vacío de vishuddhachakra, surge un sonido que retumba, como de timbales.

Paricayâvasthâ.
4.74. Paricayâvasthâ: en la tercera etapa se percibe un sonido parecido al de un mardala situado en el entrecejo; entonces, prâna entra en el gran vacío (mahashûnya, es decir, sushumna), la sede de todos los siddhi.
4.75. Una vez superado el estado de felicidad puramente mental (logrado al escuchar los sonidos místicos), se experimenta de forma espontánea la felicidad que deriva del conocimiento de âtman; entonces, se superan todos los desequilibrios (de los dhatu), los dolores, la vejez, la enfermedad, el hambre y el cansancio.

Nishpattyâvasthâ.
4.76. Nishpattyâvasthâ: una vez atravesado el rudragranthi, el prâna alcanza el asiento de îshvara (en el akâsha entre las cejas); entonces se escucha el sonido como de una la flauta que asume la resonancia de la vina.
4.77. La integración mental (en un estado en el cual la dualidad sujeto-objeto no existe) se denomina rajayoga; el yogui, se convierte ahora en maestro de creación y destrucción, igual que îshvara.
4.78. Se le llame o no liberación, esto es la felicidad perfecta; esta felicidad proviene de laya y se consigue a través del rajayoga.

Hatha y Raja.
4.79. Hay muchos que solo son hathayoguis, y no conocen el rajayoga; estos son simples practicantes que nunca alcanzarán los (verdaderos) frutos de sus esfuerzos.

Unmaniâvasthâ.
4.80. La contemplación en el espacio situado entre las cejas es la mejor forma de alcanzar el unmani-âvasthâ en poco tiempo; incluso para las personas de intelecto limitado ésta es la forma más adecuada para alcanzar el rajayoga. El estado de laya que nace de nada, proporciona esta experiencia de forma inmediata.
4.81. (Todos) los grandes yoguis que han logrado el estado de samâdhi a través de la concentración en nada, han experimentado en sus corazones una felicidad inigualable, mas allá de toda descripción y que sólo puede ser conocida por el bendito maestro (Sri Gurunatha).

Práctica del nadam.
4.82. El muni, cerrados sus oídos con los pulgares, escucha (atentamente) el sonido místico (en su interior) hasta que alcanza lo inmutable (turiya).
4.83. Por medio de la práctica de la escucha atenta, el sonido interior sobrepasa gradualmente a los sonidos exteriores; así, el yogui en quince días puede superar la inestabilidad mental y alcanzar la felicidad.
4.84. En las primeras etapas de la práctica se pueden oir diversos sonidos fuertes, pero a medida que se progresa se vuelven más y más sutiles.
4.85. Al principio se oyen interiormente varios sonidos como el rugir del océano o como el trueno, como el del tambor o el del timbal; en la etapa intermedia los sonidos se escuchan como un tambor mardala, la concha, la campana o el cuerno; finalmente, el sonido se asemeja al de las campanillas, la flauta, la vina o las abejas.
4.86. Los distintos sonidos se escuchan desde el centro del cuerpo.
4.87. Aunque todavía se escuchen los sonidos fuertes, como el del trueno o el del timbal, hay que dirigir la atención exclusivamente a los mas sutiles.
4.88. Aunque la atención pueda alternarse entre los sonidos fuertes y los sutiles, se ha de impedir que la mente vague por todas partes, al ser de naturaleza inestable.
4.89. En cualquier sonido interno en que la mente fije primero su atención, se puede lograr estabilidad cuando se funden (laya) mente y sonido
4.90. La mente absorta en nada no siente atracción por los objetos de los sentidos, igual que una abeja que cuando bebe el nectar (de las flores) no se preocupa de su olor.
4.91. El afilado hierro de nada refrena la mente, que se comporta como un elefante loco (dificil de controlar)
vagando por el jardín de los objetos sensoriales.
4.92. Cuando se ha despojado a la mente de su (habitual) naturaleza inquieta y se halla sujeta con las cuerdas de nada, alcanza la mayor estabilidad, como un pájaro al que se le han recortado las alas.
4.93. El que desea alcanzar el dominio del yoga ha de reducir al máximo toda la actividad mental y, con la mente totalmente concentrada, meditar exclusivamente en nada.

Semejanzas.
4.94. Nada es como la trampa que captura al ciervo interno (la mente); y también como el cazador que mata al animal interior (el pensamiento conceptual).
4.95. Nada es como el cerrojo de la puerta que encierra el caballo (el pensamiento conceptual) del yogui; por consiguiente, se ha de meditar diariamente sobre nada.
4.96. La mente y el nada son como el mercurio y el sulfuro que, cuando se unen, la mezcla se solidifica y el mercurio (la mente) pierde su naturaleza activa, capaz incluso de moverse sin apoyo en el akâsha de brahman.
4.97. Cuando la mente se sumerge en nada es como una serpiente absorta en la unidad, que se olvida de toda inquietud y no huye a ninguna parte.

Asamprajñatasamâdhi.
4.98. El fuego que quema un trozo de madera se apaga cuando ha consumido toda la madera; así también la mente, cuando permanece concentrada (y no busca mas combustible), se disuelve en nada.
4.99. La mente (antahkarana) es como un ciervo que, atraído por el sonido del reclamo, se queda inmóvil y puede ser herido facilmente por un arquero (es decir, totalmente silenciada por aquel que domina prâna).
4.100. Lo que se puede oir ahora es la resonancia mística de un sonido; y la quintaesencia de eso que se oye es el supremo objeto de conocimiento, la consciencia absoluta (caitanya); antahkarana (mente) se vuelve una con caitanya, se disuelve en ella; este es el supremo estado de Vishnu (el omnipenetrante ser).
4.101. El concepto de akâsha (el substrato del sonido) existe sólo mientras el sonido puede escucharse; la máxima realidad (brahman) expresada en el silencio, es el supremo âtman.
4.102. Todo lo que se escucha bajo forma del místico nada es realmente shakti; es el estado que está más allá de toda forma, en el que los elementos (tattva) se disuelven (laya), es el Supremo Señor (parameshvara).

Unmaniâvasthâ.
4.103. Todas las prácticas del hathayoga y el layayoga no son más que medios para conseguir el rajayoga; quien logre el rajayoga triunfará sobre la muerte.
4.104. La mente es la semilla, el hathayoga el suelo y vairâgya el agua; con estos tres elementos crece
rápidamente el árbol (kalpavriksha) del unmani-âvasthâ.
4.105. Por medio de la constante meditación en nada, se destruyen todos los deseos acumulados, y la mente y el prâna se disuelven definitivamente en la inmaculada consciencia absoluta (vacía de todas las gûna).
4.106. Durante unmani-âvasthâ el cuerpo se parece a un trozo de madera y el yogui no se inmuta ni por los fuertes sonidos de la concha marina ni por el del dundubhi.
4.107. El yogui que supera todos los estados y se libera de todos los pensamientos, parece como muerto (es decir, inmutable ante los estímulos externos) y se halla liberado, sin duda alguna.

Samâdhi.
4.108. Un yogui en samâdhi no resulta dominado por el proceso del tiempo (la muerte), ni por el fruto de las
acciones (karma); nada ni nadie puede afectarle.
4.109. Un yogui en samâdhi no recibe nada a través de los sentidos; no se conoce a si mismo ni a los demás.
4.110. Aquel cuya mente no está despierta ni dormida, libre de los recuerdos y del olvido, para quien nada permanece quieto o activo, es realmente un liberado (jivanmukti).
4.111. Un yogui en samâdhi es insensible al calor y al frío, al dolor y al placer, al honor y al insulto.
4.112. Ciertamente, se trata de una persona liberada, de aspecto saludable (con la mente clara y despejada), que parece dormido pero está despierto, que no inspira ni espira (debido al sostenimiento de kumbhaka).
4.113. Un yogui en samâdhi no puede ser herido por ningún arma, ni ser atacado por nadie; está mas allá de las influencias de mantras y yantras.

Conclusión.
4.114. Pero, mientras prâna no entre en sushumna y alcance su meta en brahmarandhra, mientras bindu no esté controlado mediante la contención de la respiración, mientras la mente no refleje su auténtica naturaleza durante la meditación, los que hablan de conocimiento espiritual no son mas que charlatanes y tergiversadores.

HATHA YOGA PRADIPIKA - Svatmarama - part 3


CAPÍTULO TERCERO – MUDRA

Kundalini.
3.1. De la misma forma que Ananta, el señor de las serpientes, sostiene todo el universo con sus montañas y
bosques, kundalini es el fundamento de todas las prácticas de yoga.
3.2. Cuando la dormida kundalini se despierta por mediación del guru, todos los chakra y todos los granthi
son atravesados.
3.3. (Entonces) sushumna se convierte en el camino real del prâna, la mente queda inactiva y el yogui vence a la muerte.
3.4. Sushumna, shunyapadavi, brahmarandhra (la entrada hacia brahman), mahapatha, shmashana, shambavi, madhyamarga, se refieren a la misma cosa.
3.5. Así, se ha de practicar con empeño los diversos mudra a fin de despertar a la poderosa diosa kundalini que duerme cerrando la entrada a sushumna (la puerta de acceso a lo absoluto).

Mudra.
3.6. Los diez mudra son: mahamudra, mahabandha, mahavedha, khechari, uddiyanabandha, mûlabandha,
jalandharabandha, viparitakarani, vajrolimudra y shakticalana.
3.7. Destruyen la vejez y eliminan la muerte.
3.8. Los ha enseñado Shiva y proporcionan los ocho siddhi; los siddha se esfuerzan en su práctica, pero son difíciles de obtener (perfectamente), incluso para los dioses.
3.9. Se han de mantener cuidadosamente en secreto, como una caja llena de joyas; y no han de mencionarse a nadie, igual que la relación adúltera con una mujer de buena familia.

Mahamudra.
3.10. Mahamudra: presionar en el perineo con el talón izquierdo y manteniendo esirada la pierna derecha, agarrar los dedos del pie (derecho) con las manos.
3.11. Contraer la garganta (en jalandharabandha) y llevar prâna hacia arriba (por el sushumna); De esta forma kundalini se estira, igual que una serpiente (enroscada) cuando se golpea con un palo.
3.12. Entonces, los otros dos nâdi se quedan sin vida (porque prâna ya no los recorre).
3.13. Espirar a continuación muy lentamente, nunca deprisa; los sabios denominan a esta práctica mahamudra.
3.14. Con su práctica, se destruyen los klesha y se vence la muerte; por eso, los hombres mas sabios la llaman mahamudra, el gran mudra.
3.15. Después de practicar con el (talón) izquierdo (en el perineo) se debe repetir con el derecho, finalizando la práctica cuando se haya ejecutado igual número de veces por cada lado.
3.16. Para quien lo practica ningún alimento es ya saludable o dañino, pues todas las cosas, independientemente de su sabor, incluso sin sabor, y hasta el mas fuerte veneno, se digieren y se convierten en néctar para él.
3.17. El que practica mahamudra supera problemas como enflaquecimiento, lepra, hemorroides, gulma, molestias digestivas, etcétera.
3.18. Así se ha descrito mahamudra, que proporciona grandes siddhi a los hombres; debe mantenerse
cuidadosamente en secreto, sin revelársela a nadie.

Mahabandha.
3.19. Mahabandha: colocar el talón izquierdo contra el perineo y el pie derecho sobre el muslo
3.20. Después de la inspiación, apretando firmemente la barbilla contra el pecho (en jalandharabandha), contraer el esfinter anal y concentrar la atención en sushumna.
3.21. Tras contener la respiración el mayor tiempo posible, hay que espirar lentamente; después de haber practicado por el lado izquierdo, hay que repetir por el derecho.
3.22. Según otras versiones, no es necesario contraer la garganta (jalandharabandha); en su lugar, debe apretarse la lengua firmemente contra la raiz de los dientes superiores (jihvabandha).
3.23. A través de esta versión (de mahabandha con jihvabandha) que ayuda a conseguir grandes siddhi, detiene el flujo ascendente de prâna por todos los nâdi (a excepción de sushumna).
3.24. Esta técnica permite liberarse de la gran trampa de Yama, consigue la unión de las tres corrientes (ida, pingala y sushumna) y posibilita que la mente permanezca concentrada en el Kedara.
3.25. Igual que la belleza y el encanto no le sirven de nada a una mujer si no esta junto a un hombre, mahamudra y mahabandha carecen de utilidad sin mahavedha.

Mahavedha.
3.26. Mahavedha: el yogui, sentado en mahabandha, debe inspirar con la mente concentrada y detener a continuación el flujo de prâna tanto hacia arriba como hacia abajo, por medio de jalandharabandha.
3.27. Con las palmas de las manos apoyadas en el suelo, el yogui debe elevar su cuerpo en el aire para dejarse caer suavemente sobre sus nalgas varias veces; así, el prâna abandona los nâdi (ida y pingala) y se introduce en sushumna.
3.28. De esta forma tiene lugar la unión de luna, sol y fuego (ida, pingala y sushumna), que conduce a la inmortalidad; cuando el cuerpo adopte un aspecto cadavérico, el yogui ha de espirar (lentamente).
3.29. Con la práctica de mahavedha se consiguen grandes siddhi; hace desaparecer las arrugas y las canas,
combatiendo el movimiento tembloroso (propio todo ello de la vejez), y por lo tanto es practicado por los mejores maestros.

Efectos.
3.30. Éstas son las tres (prácticas) que deben mantenerse secretas y que protegen contra la muerte y la vejez, aumentan el fuego gástrico y proporcionando siddhi, tales como anima y otros.
3.31. Deben practicarse las tres ocho veces al día, cada tres horas; esto aumenta los efectos beneficiosos de las acciones y elimina los dañinos; quien reciba la instrucción adecuado (por parte del guru) lo practicará gradualmente.

Khechari: técnica.
3.32. Khechari: con la lengua doblada hacia atrás se tapona el orificio de conexión del paladar con las fosas nasales y se fija la mirada entre las cejas.
3.33. La lengua debe alargarse gradualmente, cortando (el frenillo), agitandola y estirandola, hasta que pueda tocar el entrecejo; entonces se consigue realizar propiamente khecharimudra. (para agitar la lengua hay que cogerla con los dedos y moverla de derecha a izquierda; para estirarla hay que agarrarla y ordeñarla como las ubres de una vaca)
3.34. Con un cuchillo limpio y muy afilado, en forma de hoja de cactus, se practica un corte en el frenillo del espesor de un cabello.
3.35. Luego se frota la zona con una mezcla de sal de roca y mirobalán amarillo (polvo de cúrcuma); . Después de siete días cortar nuevamente el espesor de un pelo.
3.36. Continuar haciendo lo mismo durante seis meses, con cuidado y de forma gradual; entonces el frenillo de la lengua quedará completamente cortado.
3.37. Cuando el yogui dobla su lengua hacia arriba y atrás puede cerrar el punto en que se cruzan los tres nâdi, denominado vyomachakra; esto es khecharimudra.

Khechari: efectos.
3.38. El yogui que permanece siquiera medio kshana (24 minutos) con la lengua dada vuelta, se libera de
envenenamientos, enfermedad, vejez y muerte.
3.39. Quien domine khecharimudra no se verá afectado por la enfermedad, la muerte, la decadencia mental, el sueño, el hambre, la sed o la falta de lucidez intelectual.
3.40. Quien domine khecharimudra quedará libre de (las leyes del) karma y del tiempo.
3.42. Una vez taponado el orificio en la parte superiortrasera del paladar por medio de la khecharimudra, el yogui puede controlar la eyaculación incluso en el abrazo mas pasional con una mujer.
3.43.- Incluso aunque sobrevenga la eyaculación, el bindu es forzado hacia arriba, por medio de yonimudra.

Néctar.
3.44. Quien domine los secretos del yoga puede vencer a la muerte en quince dias, manteniendo la lengua doblada hacia atrás, con la mente concentrada y bebiendo somarasa (fluido vital, néctar).
3.45. El yogui que inunda su cuerpo diariamente con el néctar que fluye de la “luna” (somarasa) es inmune al
veneno, aunque le muerda takshaka.
3.46. De la misma forma que el fuego arde mientras hay combustible y la lámpara luce mientras quedan aceite y mecha, el alma permanece en el cuerpo mientras hay néctar que brota del soma
3.47. Quien coma gomansa y beba amaravarunni diariamente, será considerado como una persona distinguida; en otro caso, desprestigiará a su familia.
3.48. La palabra go alude a la lengua; “comerla” (gomansabhaksna) equivale a meter la lengua en la cavidad
del paladar; esto destruye todos los pecados.
3.49. Cuando la lengua da la vuelta y penetra en la garganta el cuerpo se calienta mucho y fluye somarasa; a esto se le llama amaravarunni.
3.50. Si la lengua permanece apretada contra el orificio del paladar haciendo fluir somarasa, que tiene un sabor salado, ácido y picante, pero que también parece leche, miel y ghee, entonces se eliminan todas las enfermedades y la vejez, se vuelve invulnerable a los ataques armados, alcanza la inmortalidad y los ocho siddhi y se vuelve irresistible ante las mujeres siddha.
3.51. El que, con la mirada dirigida hacia arriba y la lengua cerrando el orificio del paladar, medita sobre parashakti y bebe de la clara corriente del somarasa, desde la cabeza hasta el loto de dieciséis pétalos (vishuddhachakra), por medio del control del prâna, se libera de toda enfermedad y vive mucho tiempo con un hermoso cuerpo, delicado como un tallo de loto.
3.52. El que posee una mente pura (de la naturaleza de sattva, no ensombrecida por rajas ni tamas) reconoce la Verdad (su popio âtman) en el néctar segregado desde la cavidad de donde surgen los nâdi, dentro de la parte superior del monte Meru; de la “luna” surge el néctar, la esencia corporal y, de su pérdida, la destrucción física; por consiguiente, se ha de practicar el beneficioso khecharimudra (para detener la pérdida); de lo contrario no se conseguirá obtener la perfección física (caracterizada por belleza, gracia, fuerza y autocontrol).
3.53. Dicha cavidad en la abertura superior de sushumna, es el lugar de confluencia de los cinco ríos (nâdi) y
proporciona conocimiento divino; en el vacío de la abertura, libre de la influencia de la ignorancia (avidyâ), el dolor y las ilusiones, khecharimudra alcanza la perfección.

Conclusión.
3.54. Existe solo un germen de evolución, que es Om; existe un solo mudra, khechari; un solo deber, llegar a ser independiente de todo; y un solo estado espiritual, manonmani-âvasthâ.

Uddiyanabandha.
3.55. Uddiyanabandha: se llama así entre los yoguis porque con su práctica el prâna vuela por sushumna.
3.56. Gracias a esta bandha, el gran pájaro prâna vuela incesantemente a través de sushumna; a continuación se explica uddiyanabandha.
3.57. Se llama uddiyanabandha a la retracción del abdomen por encima del ombligo; es el león que vence al elefante, la muerte.
3.58. El que practica con frecuencia uddiyanabandha tal como le enseña su guru, hasta que se produce de forma natural, rejuvenece por viejo que sea.
3.59. Se debe contraer el abdomen con fuerza por encima del ombligo y hacia atrás, y en el plazo de seis meses se vencerá a la muerte, sin lugar a dudas.
3.60. Entre todas las bandha, uddiyana es la mejor. Cuando se consigue dominarla, la liberación se produce
espontáneamente.

Mulabandha.
3.61. Mulabandha: presionar el perineo con el talón y contraer el (esfinter del) ano para hacer subir apana.
3.62. Por medio de la contracción de muladhara, la corriente de prâna, que normalmente fluye hacia abajo, es forzada a subir (por sushumna); los yoguis llaman a este ejercicio mûlabandha.
3.63. Apretando el talón contra el perineo presionar fuertemente sobre apana hasta que inicie el movimiento
ascendente.
3.64. A través de mûlabandha, tanto prâna y apana como nada y bindu, se unen y proporcionan el éxito en el yoga, sin la menor duda.
3.65. Con la práctica constante de mûlabandha se alcanza la unión de prâna y apana, se reducen considerablemente las secreciones (de orina y excrementos) e incluso los mas viejos rejuvenecen.
3.66. Cuando apana se eleva y alcanza la zona del fuego (manipurachakra), alimenta e intensifica la llama (del fuego interior).
3.67. Cuando apana y el fuego se unen a prâna, caliente por naturaleza, el fuego corporal se intensifica
especialmente.
3.68. Gracias al intenso calor generado, la durmiente kundalini percibe la fuerte energía y despierta de su sueño como una serpiente golpeada por un palo, que silba y se endereza.
3.69. Entonces penetra en sushumna, como una serpiente que se mete en su agujero; por consiguiente, el yogui ha de practicar siempre mûlabandha.

Jalandharabandha.
3.70. Jalandharabandha: contraer la garganta y mantener la barbilla apretada contra el pecho (hueco del esternón); jalandharabandha destruye la vejez y la muerte.
3.71. Esta bandha se llama jalandhara porque contrae los nâdi y detiene el flujo descendente del néctar que baja desde soma a través de la cavidad en el paladar; elimina todas las afecciones de garganta.
3.72. Cuando se ejecuta jalandharabandha con la garganta contraida, el néctar no puede caer al fuego de la vida (manipurachakra), y prâna no resulta agitado (siguiendo un camino equivocado).
3.73. Cuando la garganta está firmemente contraida los dos nâdi (ida y pingala) quedan como muertos; en la garganta se encuentra el chakra del medio, vishuddha, donde se unen firmemente los (nâdi que conectan los) dieciséis puntos vitales.

Bandhatraya.
3.74. Practicando (simultaneamente) uddiyanabandha, mûlabandha y jalandharabandha, se hacer subir prâna por sushumna.
3.75. De esta forma prâna queda inmovil en sushumna y se vence a la vejez, la enfermedad y la muerte.
3.76. El yogui conoce estas tres bandha que practicaban los grandes siddha, como medios fundamentales a través de las cuales se consigue el éxito en hathayoga.

Viparitakaranimudra.
3.77. Viparitakarani: todo el néctar que produce la luna celestial (somarasa) acaba siendo devorado por el sol; así envejece el cuerpo.
3.78. Existe una excelente práctica por medio de la cual se consigue burlar al sol, pero sólo la podemos aprender del guru, y no por el estudio teórico de los shastras
3.79. Se trata de viparitakarani, que situa el sol, en el plexo solar, por encima de la luna, sobre el paladar; esto ha de aprenderse siguiendo las instrucciones del guru.
3.80. En el que practica cada día incrementa el fuego gástrico y ha de tener siempre comida abundante.
3.81. Si reduce su alimentación, el fuego consumirá rápidamente su cuerpo. El primer día debe permanecer
(sólo) por poco tiempo apoyado sobre la cabeza, con los pies en alto.
3.82. Aumentar la duración de la práctica de forma gradual, dia a dia; al cabo de seis meses desaparecen las canas y las arrugas; practicando tres horas al día se vence a la muerte.

Vajrolimudra.
3.83. Vajrolimudra: incluso los que llevan una vida desordenada sin observar las disciplinas proclamadas por el yoga, pueden alcanzar el triunfo dominando vajrolimudra.
3.84. Para esta práctica se necesitan dos cosas difíciles de obtener para la gente común: leche (en el momento preciso) y una mujer que se comporte del modo deseado.
3.85. Aspirando el bindu que se eyacula durante la relación sexual, sea el sujeto hombre o mujer, se obtiene éxito en la práctica de vajroli.
3.86. Con cuidado, soplar con fuerza en el interior del pene con ayuda de un tubo (insertado en la uretra), a fin de permitir el paso del aire (hacia el interior).
3.87. El bindu que esta a punto de ser eyaculado en la vagina de una mujer debe aspirarse con la ayuda de
vajrolimudra; si la eyaculación ya ha tenido lugar se debe reaspirar el propio bindu junto con los fluidos vaginales a fin de preservarlo.
3.88. De esta forma, el yogui preserva su bindu y vence a la muerte; cuando se malgasta bindu, la muerte sobreviene a su debido tiempo, pero quien lo preserva, vive una larga vida.
3.89. Reteniendo bindu con ayuda de vajrolimudra, el cuerpo del yogui emana un agradable olor; no hay que
temer la muerte mientras bindu este retenido en el cuerpo.
3.90. El bindu de los hombres esta bajo el control de la mente, y la vida depende del bindu. Por lo tanto, la mente y el bindu deben ser protegidos por todos los medios.
3.91. Quien domine esta práctica debe aspirar completamente el semen junto con los fluidos vaginales de
la mujer con quien tiene relación sexual, a través del pene.

Sahajolimudra.
3.92. Sahajolimudra: sahajoli y amaroli son distintas variaciones de vajroli, dependiendo del resultado que se
obtenga. Hay que mezclar cenizas de estiercol quemado con agua.
3.93. Tras la práctica de vajroli durante la relación sexual, una vez finalizada toda actividad, el hombre y la mujer sentados comodamente, deben frotar las partes mas notables de su cuerpo (cabeza, frente, ojos, corazón, hombros y brazos) con esta mezcla.
3.94. Esto se denomina sahajoli y debe ser estimado por los yoguis, pues es un proceso benéfico que proporciona la liberación a través de la experiencia sensual.
3.95. Esta técnica solo es dominada por personas virtuosas y valientes, que conocen la verdad y no son en absoluto envidiosas.

Amarolimudra.
3.96. Amarolimudra: según la doctrina secreta de los kapalika, amaroli consiste en beber la propia orina (amari) una vez enfriada, desechando la primera orina de la mañana, por poseer un exceso de bilis, y la última del día, por ser muy ligera.
3.97. Quien bebe amari, lo huele y practica vajroli diariamente, recibe el nombre de practicante de amaroli.

Vajroli para la yoguini
3.98. Hay que mezclar cenizas con bindu tras la práctica de vajroli y frotar con esta mezcla las partes nobles del cuerpo, obteniendo así visión divina.
3.99. Si una mujer practica lo suficiente como para volverse una experta y es capaz de absorber el bindu de un hombre (eyaculado en su interior) y retenerlo dentro, por medio de la técnica vajroli, se convertirá en una yoguini.
3.100. (Así) sin duda, no se pierde ni la mas mínima cantidad de semen y en el cuerpo (de la yoguini) nada se transforma en bindu.
3.101. Si bindu y rajas permanecen unidos en el interior del cuerpo mediante vajroli, se consigue todo tipo de siddhi.
3.102. La yoguini que preserva su rajas mediante una contracción hacia arriba, puede conocer el pasado y el futuro, y alcanzar la perfección en khechari.

Conclusión.
3.103. Mediante la práctica del yoga de vajroli, se obtiene la perfección del cuerpo (belleza, gracia y fuerza); este tipo de yoga proporciona mérito (punya) y, aunque coexiste con la experiencia sensual, conduce hacia la liberación.

Kundalini.
3.104. Kutilangi, kundalini, bhujangi, shakti, iishvari, kundali, arundhati: todas éstas palabras son sinónimas.
3.105. Igual que la puerta se abre con la llave, el yogui debe abrir la puerta de la liberación mediante el hathayoga y el poder de kundalini.
3.106. La gran diosa (kundalini) duerme cerrando con su boca el pasaje a través del cual se puede ascender al brahmarandhra (asiento de Brahma), el lugar en donde no existe dolor ni sufrimiento.
3.107. Kundalinishakti, que duerme sobre el bulbo kanda (donde convergen todos los nâdi), proporciona liberación al yogui y esclavitud al necio; el que conoce a kundalini conoce el yoga.
3.108. Kundalini se describe enroscada como una serpiente; quien pueda hacer que shakti se mueva (de muladhara hacia arriba) quedará liberado, sin duda.
3.109. Entre el Ganga y el Yamuna está sentada una joven viuda practicando tapas; hay que poseerla por la fuerza, pues esto conduce a la sede suprema de Vishnu (su esposo en sahasrara).
3.110. El sagrado Ganga es ida y el Yamuna es pingala; entre ida y pingala esta la joven viuda kundalini.

Shaktichalanamudra.
3.111. Shakticalanakriyâ: se debe despertar a la serpiente dormida (kundalini) agarrándole la cola; entonces, shakti abandona su sueño y se levanta con fuerza.
3.112. Después de inspirar por pingala, la adormecida serpiente debe ser manejada mediante la técnica paridhana, a fin de moverla diariamente durante hora y media, tanto al amanecer como al atardecer.

Kanda.
3.113. El kanda tiene una extensión igual al ancho de doce dedos, se encuentra situado encima del ano a una distancia de cuatro dedos y tiene un aspecto delicado, de color blanco, como cubierto por un trozo de paño blanco.
3.114. Sentado en la postura vajrâsana, coger los pies cerca de los tobillos y presionar (con los talones) sobre el kanda.
3.115. En la postura de vajrâsana, después de mover kundalini, el yogui ha de practicar bhastrikakumbhaka, a fin de despertarla rápidamente.
3.116. Luego ha de contraer el sol para obligar a kundalini a ascender; aunque se sienta llegar a las puertas de la muerte, el yogui no tiene nada que temer.
3.117. Cuando se mueve kundalini sin temor alrededor de hora y media, ésta entra y sube un poco por sushumna.
3.118. De esta forma, kundalini deja libre la entrada de sushumna, que es arrastrada sin esfuerzo hacia arriba por la corriente de prâna.

Efectos.
3.119. Por lo tanto, se ha de mover todos los dias esta arundhati, que duerme cómodamente, pues así el yogui se verá libre de enfermedades.
3.120. El yogui que mueve shakti consigue los siddhi, ¿qué mas puede decirse?; se vence al tiempo como si se tratase de una simple representación.
3.121. Sólo el yogui que lleva una vida de brahmacarya, observa una dieta moderada y saludable, y practica yoga estimulando correctamente a kundalini, alcanzará siddhi en el plazo de 40 días.
3.122. Una vez se ha puesto en movimiento a kundalini se ha de practicar especialmente bhastrikakumbhaka; ¿de dónde puede surgir el miedo a la muerte en un yogui que se autocontrola y practica siempre según lo indicado?

Otras técnicas.
3.123. Aparte de la práctica de shakticalana, que hace moverse a kundalini, ¿qué otras técnicas hay para remover las impurezas de los 72.000 nâdi?
3.124. Sushumna se endereza (para facilitar el paso de prâna) por medio de la práctica de âsana, prânâyâma y mudra.
3.125. Quien permanezca atento a la práctica (liberado de la pereza) y concentrado en samâdhi, obtendrá grandes beneficios tanto de shambavi como de otros mudra.
3.126. Sin rajayoga no hay prithivi; sin rajayoga no hay noche; sin rajayoga son inútiles todos los mudra.
3.127. Todas las técnicas de prânâyâma han de realizarse con la mente concentrada; el sabio no debe permitir que su mente ande vagando (mientras practica los ejercicios).

Conclusiones.
3.128. El primer Señor, Shiva, ha descrito de esta forma las diez mudra; cada una de ellas otorgará grandes siddhi a quien permanezca autocontrolado (yamin).
3.129. El que imparte las enseñanzas sobre estos mudra, recibidas a su vez tal como se trasmiten tradicionalmente, de guru a guru, él mismo es verdaderamente un guru, y se le puede llamar maestro, Dios (îshvara) en forma humana.
3.130. Quien siga cuidadosamente sus enseñanzas, concentrado en la práctica de los mudra, será capaz de
vencer a la muerte y conseguirá siddhi, como animam (y otros).